Ha pasado más de
un siglo tras el hallazgo del cadáver de Hazel Irene Drew en el estanque de
Teal de la pequeña comunidad de Sand Lake, en el condado de Rensselaer del
estado de New York. La falta de un culpable lleva inevitablemente a la
pregunta: ¿Quién mató a Hazel Drew?
Tras morir a los 20 años, el crimen dio
lugar a todo tipo de especulaciones y teorías que durante meses fueron
difundidas con todo lujo de detalles por la prensa más amarillista de la época.
Nada hacía pensar que Hazel Irene Drew
tuviera enemigos. Quienes la conocieron aseguraban que se trataba de una joven
devotamente cristiana de una belleza incomparable. Desde los 14 años se ganaba
la vida en la ciudad de Troy, en Nueva York, como institutriz en casa de Edward
R. Cary, un respetado profesor del Instituto Politécnico Rensselaer, donde
cuidaba de sus hijos y ayudaba en las labores del hogar a su esposa.
Aparentemente, pese a tener un sueldo ajustado, era feliz. Por ello, a la
familia Cary le pilló por sorpresa que un día antes de su desaparición
decidiera dejar el trabajo. En ningún momento Hazel les contó a dónde iba o a
qué iba a dedicarse a partir de ese momento.
A las 19.30 del 7 de Julio de 1908, un
granjero que respondía al nombre de Frank Smith, tras hacer autostop, se subió
al carro de caballos de un vendedor de carbón llamado Rudolph Gundrum.
Recorriendo Taborton Road, ambos se cruzaron con la joven caminando sola. Aunque
ofrecieron llevarla a donde quisiera, ella rechazó la oferta, según ella, su
intención era recoger unas fresas. Más allá de un sombrero de paja, iba con un
elegante vestido y unos guantes de encaje, cosa extraña si sólo pretendía
“buscar fresas”. Cuatro días más tarde, el 11 de julio, se encontró el cuerpo
de Hazel Drew flotando boca abajo en el estanque de Teal. Tenía el cráneo
reventado como consecuencia de un duro golpe que recibió en la parte posterior
de la cabeza. El cadáver, totalmente hinchado y deformado por el agua y los
ataques, debió ser identificado por los empastes dentales y la ropa que
llevaba, confirmando así que se trataba de Hazel Irene Drew.
Este fue sólo el inicio de un misterio
mucho mayor e inexplicables.
¿Cómo acabó en la costa del estanque Teal?
¿Por qué se había vestido tan prolijamente para “recoger fresas”? ¿Por qué
había dejado su trabajo un día antes de desaparecer? ¿Por qué dio detalles
distintos de lo que haría aquella noche a quienes le preguntaban?
Las extrañezas del caso de Hazel Drew se
pueden rastrear a mucho antes de su muerte. Casi regularmente viajaba a Boston,
Nueva York o Albany, siempre muy producida, con caros vestidos fuera del poder
adquisitivo de una simple institutriz de 20 años. Este era sólo el inicio de
las rarezas, pues el día inmediatamente anterior a su muerte, dejó su trabajo
como ayudante del profesor Edward R. Cary, donde cuidaba a sus hijos y ayudaba
en las labores del hogar, sin dar explicaciones de qué haría, de qué
trabajaría, o por qué lo dejaba. Posteriormente, se descubrió que Hazel había
dejado una maleta en la consigna de la estación ferroviaria de Troy, en ella
solo se encontraron múltiples cartas de amor de distintos remitentes, y dos
vestidos Kimono.
Sus padres y cercanos afirmaban que ella
no tenía amoríos, sin embargo, con el tiempo se revelaron tramas de lo más
extrañas, como el hecho de que un dentista le había propuesto matrimonio
estando él aún casado. También se sospechó, mas nunca se confirmó, que Hazel
Drew se estuviese viendo con un importante empresario que llevaba un resort,
Henry Kramroth, de quien se decía que organizaba orgías en su particular
Resort. A pesar de que los vecinos declaraban haber escuchado gritos de mujeres
viniendo del Resort, Kramroth siempre se defendió de estas acusaciones, y nunca
pudieron ser probadas como ciertas. Entre tantas cosas, se comentaba además que
la noche de la muerte, Hazel Drew mantuvo relaciones sexuales con cuatro
hombres, uno de los cuales acabaría por ser su forense, quien dictaminó que la
causa de muerte había sido un ataque con un objeto contundente a la cabeza.
Entre tantos sospechosos, Frank Smith,
el joven que la vio por última vez junto al vendedor de carbón, también fue
considerado a causa de las contradictorias declaraciones que daba
constantemente, pero su coartada cubría el espectro entero en el que la joven
podría haber sido asesinada, por lo que fue descartado. Del mismo modo, se
sospechó del profesor para el que trabajaba, y de un tío con tendencias
suicidas, William Taylor, quien tenía una granja cosa de una milla del estanque
donde fue hallada la víctima, más la falta de pruebas que lo conectasen al
caso, debió ser absuelto de toda sospecha, al igual que el profesor.
También debe hablarse de la teoría de
que fue accidentalmente atropellada, y el conductor hizo pasar la muerte por un
exótico suicidio, la cual fue considerada la opción más probable, mas viendo
los detalles turbios en los que parecía verse envuelta Hazel Drew, lo hacen muy
sospechoso.
Es extraño observar como casi todos los
detalles de la vida de Hazel Drew son prácticamente desconocidos, resultando en
que haya apenas rumores de su muerte, y nada concreto de su vida previa.
Algunos apuntan a que las evidencias fueron destruidas y las investigaciones
manipuladas para cubrir a influencias más importantes para el pueblo, como el
sospechoso empresario Henry Kramroth.
Como todos saben, casi un siglo más tarde,
Mark Frost y David Lynch, inspirados por la idea de la misteriosa aparición de
un cadáver en las costas de un pueblo extraño, llevaron el caso de Hazel Drew a
la televisión con la serie de culto Twin Peaks, donde esta vez la víctima era
una joven de 17 años llamada Laura Palmer. Originalmente la historia había
llegado a Mark Frost a través de su abuela, quien vivió en la ciudad durante el
asesinato de Hazel Drew.
Los símiles entre ambos crímenes saltan
a la vista, o también pueden sonar rebuscados, siendo el primero y más obvio,
la forma en que se halló el cuerpo en ambos casos; bocabajo a las orillas de un
estanque.
La aparente dualidad de una vida de lujos y
aparente prostitución y la normalidad de la vida de una adolescente local están
presentes en la vida de ambas víctimas. Benjamin Horne, una figura empresarial
que lleva el Hotel Great Northern al igual que un casino-burdel en Canadá donde
se organizaban orgías, puede tratarse de un paralelismo con Henry Kramroth, el
sospechoso dueño del resort anteriormente mencionado. Los múltiples amoríos de
Laura parecen reflejarse también en Hazel, quien había recibido propuestas
tanto de hombres mayores como de jóvenes de su misma edad.
Rebuscando ligeramente, la sospecha
sobre el tío con tendencias suicidas en el caso de Hazel podría rastrearse
hasta Leland Palmer, padre de Laura quien tiene tendencias depresivas a lo
largo de toda la serie, igual que la sospecha sobre Frank Smith podría
rastrearse hasta James Hurley o Bobby Briggs, parejas de Laura en la serie.
Fueron pinceladas de realidad dadas por
la muerte de Hazel Drew lo que dio forma al universo de Twin Peaks, pero una
vez que conocemos al asesino de Laura Palmer, los símiles comienzan a
disiparse, devolviéndonos el misterio que yace sobre la extraña vida de la
víctima original.
Twin Peaks acabó en un final abierto en 2018,
pero el asesino de Hazel Drew, aunque a estas alturas ya debe estar muerto si
no es que la mató un demonio intemporal de otra dimensión, sigue libre. Por
esto, un libro y documental basado en el caso no resuelto de la muerte de Hazel
Irene Drew será lanzado para 2021 en Amazon, escrito por David Bushman, con un
prólogo de Mark Frost, co-creador de la serie de Twin Peaks, esperando darle
una voz al caso no resuelto de su muerte.
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