lunes, 30 de noviembre de 2020

Las Hermanas Fox y El Origen del Espiritismo


A lo largo del siglo XIX el espiritismo comenzó a cobrar más y más fuerza, alcanzando una importancia notable a finales de la Inglaterra Victoriana. Este interés general en los asuntos paranormales no surgió de la noche a la mañana y se consolidó poco a poco a lo largo de las décadas gracias a las personas interesadas en el fenómeno que demostraron que no se trataba de una ficción (al menos a los ojos de sus seguidores). Y dentro de estos grupos uno de los más importantes, el de las Hermanas Fox, no vino de Inglaterra, sino de los Estados Unidos.

El espiritismo, es una doctrina originada en Francia a mediados del siglo XIX, cuyo máximo exponente ha sido Allan Kardec (1804-1869). Esta doctrina establece como principios la inmortalidad del alma, naturaleza de los espíritus y sus relaciones con los hombres, las leyes morales, la vida presente, la vida futura y el porvenir de la humanidad, según la enseñanza dada por los espíritus superiores con la ayuda de diversos médiums.

Kardec definió al espiritismo como la ciencia que estudia la naturaleza, origen y destino de los espíritus, además de su relación con el mundo corporal y como filosofía, ya que estudia las consecuencias morales que resultan de esas relaciones.

Los conceptos o doctrinas espiritistas tienen seguidores en varios países del mundo. Hoy en día cualquier persona puede contarse con un médium o psíquico para comunicarse con familiares que han muerto.






Las hermanas Fox, es término utilizado para referirse a tres hermanas que se comunicaban con los muertos y que dieron origen al mundo del espiritismo. Consideradas las creadoras del espiritismo moderno, estas tres hermanas llamadas (Leah, Margaret y kate) tuvieron su primera experiencia paranormal en su casa de Hydesville, Nueva York, cuando eran niñas. Tanto ellas como el resto de la familia, oían ruidos extraños por las noches y poco a poco, dos de las jóvenes hermanas empezaron a entablar relación con el espíritu al que llamaban señor pies partidos. Una voz del más allá les explicaban que había sido asesinado en la residencia varias décadas, que había sido un vendedor ambulante y que lo habían emparedado en el sótano. Tras explicar estas “comunicaciones” a sus padres, la familia busco y halló huesos escondidos en donde las dos hermanas afirmaron que los encontrarían.

Pero sin lugar a dudas la mayor sorpresa vino cuando la madre de las pequeñas (también llamada Margaret) escuchó a Kate “solicitar” a los espíritus que realizaran dos pequeños toques en el suelo. Los espíritus respondieron con los sonidos y la madre, aterrada, corrió a contarle a su marido lo que acababa de presenciar.

Las dos muchachas se convirtieron en la sensación de la familia y, con el tiempo, del vecindario. Comenzaron a desarrollar un lenguaje de “toques” con los espíritus, que con el tiempo empezaron a responder las preguntas que las pequeñas les hacían. Fanáticos y seguidores de lo paranormal, así como escépticos, fueron testigos en innumerables ocasiones de las conversaciones que las pequeñas tenían con los espíritus que, decían, habitaban el hogar.

La leyenda de la casa de Hydesville pronto comenzó a volverse popular, y las muchachas a organizar tertulias cada vez más concurridas. En una de las más reconocidas posteriormente, los espíritus que habitaban el hogar admitieron que eran producto de un asesinato que había ocurrido en aquel mismo hogar, aunque no fueron capaces de especificar cuándo y dónde había sucedido.

Con el tiempo, la popularidad llevó a las dos muchachas a organizar verdaderos séances masivos, donde actuaban como médiums ante centenares de personas. Tradicionalmente se afirma que esto fue una pésima decisión en sus vidas, pues las llevó a juntarse con sectores sociales bastante complejos a una edad muy temprana y eventualmente las llevaría al alcoholismo. En este periodo apenas comenzaban a disfrutar su celebridad.





La gran habilidad de las muchachas no era su capacidad de adivinar verdades, sino la irrefutable y tangible realidad de que cuando ellas hablaban, unos golpes les respondían. Con respecto al asesinato, por ejemplo, no indicaron con detalle ninguna circunstancia, pero sí que el cuerpo seguía allí… donde se encontró más de medio siglo después. El nombre de la persona,

La historia de las jóvenes se convirtió en leyenda. Miles de personas intentaban emularlas y comunicarse con los espíritus que, supuestamente, habitaban en sus hogares. Con el tiempo, Margaret y Kate comenzaron a tener problemas serios con la bebida, en sus matrimonios y con el cuidado de sus hijos. Sin embargo, no fue hasta 1888 que Margaret, arrepentida por su vida, decidió reconvertirse a la Iglesia Católica y rechazó todo lo que tuviera que ver con el espiritismo.


Fue entonces cuando confesó que todo había sido una ficción ideada por ella y su hermana cuando tenían apenas 12 y 15 años respectivamente. De acuerdo con una versión, habían atado una cuerda a varias manzanas entre los pisos y las hacían sonar al tirar de la cuerda, con lo que lograban los toqueteos. Una versión posterior hablaba de su habilidad para tronar los dedos de los pies. Para muchos escépticos, las confesiones tenían sentido, pues ya habían precisado que los sonidos, invariablemente, venían de debajo de las hermanas.

Pero muchos de sus seguidores no creyeron esta confesión. Resultaba conveniente para la Iglesia de Margaret el admitir, décadas más tarde y tras pasar innumerables pruebas, que todo había sido una invención. Fueron muchos los que trataron de detectar el fraude de las muchachas sin lograrlo, y el hecho de que durara tanto tiempo hizo dudar a muchos de dicha confesión como algo generado, si no forzado, por su reconversión al cristianismo. De hecho luego las hermanas se retractaron de su confesión y dieron a entender que habían sido obligadas a confesar que todo era un fraude por altas jerarquías dela iglesia católica.








Sea cual sea la verdad, dos cosas son seguras. En primer lugar, que las hermanas Fox dieron muchísimo impulso al espiritismo en los Estados Unidos (en muchos casos se les considera prácticamente las fundadoras del movimiento) y que, pese a las confesiones, el interés en este tema no hizo sino aumentar a lo largo de los años siguientes. Y, en segundo lugar, que ambas hermanas terminaron su vida odiando y despreciando estas prácticas: “Estoy aquí hoy, como una de las fundadoras del espiritualismo, para denunciarlo como una falsedad absoluta, de principio a fin, como la más endeble de las supersticiones, la blasfemia más retorcida que el mundo ha conocido”, diría Margaret en una entrevista al final de su vida. Su testimonio parecía, más que cualquier otra cosa, influenciado por el odio y el desprecio ante el espiritismo.


Ambas mujeres murieron en la pobreza y por abusar del alcohol. Su historia no tiene un final feliz, y sus habilidades, aunque ayudaron a abrir la senda de los modernos espiritistas y psíquicos, terminaron siendo su perdición (al menos, desde su propio punto de vista). Sus confesiones finales pueden verse como el interés en decir la verdad tras décadas de mentiras, pero también como un intento desesperado de desprenderse de algo que les había causado mucho sufrimiento.

 De esta forma empezó la exitosa carrera de las “fox sisters”, que durante dos décadas tuvieron numerosos clientes y engordaron bien sus bolsillos. Durante sus sesiones, los espíritus contactaban con Margaret y Kate a base de un tipo de código morse (dando golpes secos en la habitación donde ellas hacían sus rituales) En cambio, Leah, la hermana mayor, actuaba solo como representante de las dos jóvenes médiums.

Aunque esta experiencia provocara la pérdida de casi todo su “cache” , las hermanas Fox en un principio no acabaron en la ruina porque estaban casadas con hombres de clase alta que pagaban sus numerosos viajes para que siguieran haciendo sesiones de espiritismo por todo el mundo. Aun así, años más tarde y tras la muerte de sus maridos no pudieron evitar acabar en la miseria y pobreza, ya que estos les dejaron numerosas deudas y varios hijos que mantener.  
Es curioso que, durante los 40 años que duró dicho fraude, ningún investigador (ni paranormal ni científico) pudiera encontrar la más prueba de trampa. Aunque ellas mismas lo admitieron, hoy en día siguen siendo citadas como uno de los casos más importantes en la historia del espiritismo.

Un detalle que nunca se pudo explicar, es el hecho de que, en su niñez, contactaran en la casa con un espíritu llamado Charles B. Rosn, ya que décadas antes vivió un hombre que se hacía llamar Charles Bell R. Este espíritu les explico que había sido asesinado y emparedado en la pared del desván detrás del horno de la calefacción. En 1904, varios años después de la muerte de las tres hermanas, unos niños que jugaban en las ruinas de la cabaña de los Fox, hallaron el cadáver de este hombre en el lugar indicado. Las tres hermanas ya habían fallecido así que nunca pudieron ser testigos de el único caso que al parecer era realmente un hecho paranormal. Por aquel entonces el espiritismo fue recibido por la gente como un movimiento esperanzador, pues había algo despues de la muerte, esto le quitaba a la gente el miedo a morir y la esperanza de comunicarse con las personas queridas fallecidas.









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