domingo, 16 de enero de 2022

El Trágico Final de la Poeta Delmira Agustini




Delmira Agustini revolucionó a la sociedad de su tiempo, su temprana y trágica muerte a manos de su exmarido cuando solo tenía 27 años no le impidió triunfar en la vida como poeta, Delmira Agustini dejó su paso por esta tierra con unos maravillosos poemas eróticos.

La poeta fue asesinada por su ex marido a los 27 años de edad. Fue una voz fundamental de la poesía modernista y una adelantada para su época y había roto todos los moldes, con 27 años tocaba el piano, pintaba muy bien y escribía maravillosamente termina.

Realicemos una especie de viaje al pasado, 1913, la profesión de Delmira era poeta, hija de una familia acomodada, se atreve a sacar a la luz estos versos en su Montevideo natal, su alto contenido erótico deja perpleja a la sociedad de la época, era extraño en una mujer de su tiempo escribir poemas eróticos, constituía un auténtico escándalo social.



Delmira Agustín nació en Montevideo, Uruguay, el 24 de octubre de 1886, en una familia burguesa, de madre argentina, María Murtfeld y padre uruguayo, Santiago Agustini. Era una niña solitaria que no se relacionó con otros niños y centró su infancia en la adquisición de conocimientos y la lectura, como consecuencia de esto desarrolló una sensibilidad extraordinaria, su carácter era sumiso y obediente se acopló con facilidad a la fuerte personalidad de su madre quien tenía un carácter dominante. Delmira era incapaz de revelarse contra su madre, nunca fue una niña normal y lo peor es que a los ojos de su posesiva madre cuando era grande continuaba siendo una nena, de hecho, su apodo era “la nena”. Como decía, fue una niña solitaria y educada en su propio hogar, algo típico de la época, recibió clases de francés de música y de pintura a cargo de maestros particulares. A los cinco años ya sabía leer y escribir correctamente y a los diez años ya componía versos y ejecutaba en el piano piezas difíciles, sus cualidades artísticas eran valoradas por sus padres a quienes se les atribuyó una excesiva sobreprotección.

Delmira, era una mujer muy típica victoriana: alta, robusta, con un rostro armonioso y ojos claros. Una amiga de Agustín y la describió como cariñosa, de carácter melancólico y dueña de una inteligencia maravillosa, el profesor de música sostuvo que estaba muy bien dotada para la música que tenía mucho talento, dijo –“que todo lo hacía bien, que era humilde nada pedante reservada y muy sumisa a su madre a quien parecía estar encadenada”.



 Nunca fue una escuela donde pudiera tener amigos y pudiera tener una vida social Delmira era una mujer tranquila callada introvertida pero por dentro su personalidad bullía en un deseo de expresión que sólo lo logró erradicar hacia afuera mediante la poesía, la madre de Delmira tenía un carácter autoritario y un poco absorbente que marco la personalidad de la joven poeta, ante su familia tenía un carácter de dócil, pero desarrolló en secreto su verdadera personalidad de poeta en versos de un erotismo encendido triunfal y agónico. Dijeron de ella sus padres que fue una niña perfectamente casta hasta el día de la muerte y nunca ningún hombre que no fuera su marido tuvo trato carnal con ella. Los versos eran su mayor placer, pero también su tormento a veces su tensión nerviosa se ve en sus poemas, “yo casi preferiría que no escriba” decía su madre.

 Delmira era sencilla y dulce recatada, esa misma mujer que luego en la alta noche en las madrugadas eras capaz de escribir versos inquietantes llenos de pasión, tenía 17 años cuando aparecieron publicados sus primeros poemas y relatos en conocidas revistas de entonces, a los 18 años escribió columnas en la arbolada y rápidamente se convirtió en un personaje de la vida cultural, por supuesto siempre acompañada por su madre. En el 1907 publicó su primer libro, el libro blanco y canto de la mañana en 1910 en 1912 Rubén Darío el gran poeta de américa, el creador del modernismo llegó a Montevideo y fue a visitar a la poeta, la visita lo maravillo, era 1912 en Montevideo él estaba acompañado de su mejor amigo Manuel Ugarte, es ahí cuando Delmira y Ugarte, escritor diplomático y político argentino once años mayor que ella se conocen personalmente, una relación que va a ser muy importante para la vida de Agustín y con quien continuaría correspondencia al igual que con Rubén Darío, “de todas las mujeres que hoy escriben en versos ninguna ha impresionado mi ánimo como Delvira Agustín, si esta niña bella continúa en la lírica revelación de su espíritu cómo está ahora, va a asombrar a nuestro mundo del habla hispana pues por ser muy mujer dice cosas explícitas que nunca se han dicho antes” diría Rubén Darío.

Sus padres sobreprotectores que las llamaban la nena son los mismos que le alientan hacia la publicación de sus versos encendidos, su poesía se inscribió en la corriente modernista de la época, pero cuando el secreto sentimiento que alentaba en el alma de la poeta podía expresarse sin trabas, sus palabras alcanzaban una dimensión más auténtica que dio lugar a sus poemas excelsos, con una fuerte carga erótica, sus poemas siguen la línea modernista y están llenos de feminismo simbolismo sensualidad, el alma de Agustini sin filtros queda claro en el poemario, los cálices vacíos, su obra es además una invitación a desandar el camino que la condujo a su yo. En sus primeros poemas su erotismo se desarrolla con imágenes de cisnes lagos flores de loto jardines perfumados en los que brilla el mármol, pero su poesía evolucionó y canto al amor de una manera más auténtica, transformando el discurso modernista con imágenes atrevidas y poco convencionales de una nueva visión del lenguaje erótico concebido por una mujer, primero admiro pero después provocó el desconcierto a sus contemporáneos, aunque fue reconocido su talento, la fuerte carga erótica de su poesía, hizo que la crítica pusiera énfasis en su belleza y su aura etérea, en una nota al lector de los cálices vacíos Delmira Agustini indica que preparo un poemario que llamara a los astros del abismo y considera que será la cúpula de su obra, son poemas más oscuros y barrocos, publicados posteriormente en la edición de obras completas de 1924 bajo el título del rosario de eros. Agustín y desarrolló también en su obra el goticismo, un estilo de literatura popular que floreció en Inglaterra a finales del siglo 18, surgió como reacción estética a la ilustración que defendía que la humanidad sólo podía alcanzar la felicidad mediante el uso de la razón y el dominio de la pasión, a través del goticismo se satisfacían la fascinación sentimental hacia la muerte y la decadencia y también una vía de dramatización de los peligros de la condición de la mujer un mundo de hombres, incluye Delmira en su obra símbolos de narración de terror como en su poema el vampiro y así nació el mito de Delmira, con un valor ambivalente por un lado estaba la niña virginal y por el otro la pitonisa de eros, con esto se ponía énfasis en su escritura producto del instinto, con la publicación de los cálices vacíos en el 1913 el escándalo fue mayor, puesto que no se entendía que una mujer fuera el sujeto de deseo, en el habla de sus experiencias como mujer desde una óptica modernista su poesía sorprendió y escandalizó a la vez.

 Delmira se casó con Enrique Job Reyes, es un joven comerciante en el 1913, nunca se supo muy bien pero aparentemente este matrimonio de Delmira con Enrique, podría haber sido por su madre, de esos casamientos arreglados de la época “ yo no sé si usted habrá mirado alguna vez la locura cara a cara y ha luchado con ella a mediados de octubre pienso internar mis neurosis en un sanatorio desde donde bien o mal, saldré en noviembre para casarme, he resuelto arrojarme al abismo del matrimonio no sé tal vez me espere la felicidad, la vida es tan rara” había dejado escrito en una carta a Ugarte donde se ve la presión por el casamiento.

Al pareces, Agustíni tenía dos amores antes de casarse con enrique uno era Rubén Darío y el otro era el escritor Manuel Ugarte, al cual ella, en una carta le confiesa su amor y Manuel Ugarte le escribe una carta respondiendo que llega el día antes de que Delmira se case con Job Reyes, Ugarte al parecer era el gran amor de la vida de la poeta. Al final de esta historia tenían un romance, él fue testigo de la boda.

 a los 53 días de casada volvió a la casa de sus padres quizás por estar enamorada del escritor Manuel Ugarte con el que hacía tiempo se escribían cartas y a quien solía ver en Montevideo, pero una noche regresó a la casa de sus padres diciendo que no soportaba más tanta vulgaridad y nunca más regresó a la casa con su marido, Reyes aceptó seguir viéndola seguir encontrándose con ella después de divorciarse como amantes, “yo me encargaré de romper los devaneos y alejarla de toda preocupación intelectual es una mujer con otras la poesía y el piano son entretenimientos de solteras” dicen que dijo su flamante esposo, hubo demasiadas voces de poetas cercanos que señalaron que ella ya estaba enamorada de Manuel Ugarte quien continuó cortejándola  después de su divorcio, que se enviaban cartas, pero esta vez con un tinte más erótico llegó a confesarle en una carta “piense usted que esas dos palabras que yo pude inconsciencia decirle el otro día de conocerlo han debido verse en mis labios ya que no en mi alma para ser absolutamente sincera yo debí decirlas yo debí decirle que usted hizo el tormento de mi noche de bodas y de mi absurda luna de miel, lo que pudo ser a la larga una novela humorística se convirtió en tormento, lo que yo sufrí aquella noche no podré decírselo nunca entré a la sala como a un sepulcro sin más consuelo que el de pensar que lo vería mientras, me vestía pregunté no sé cuántas veces se había llegado podría contarle todos mis gestos de aquella noche la única mirada consciente que tuve el único saludo inoportuno que inicié fueron para usted” Carta de Delmira.

“era su mano lo único que yo deseaba, era tenerle cerca un momento el momento del retrato y después sufrir hasta que me despedí de usted y después sufrir más, sufrir lo indecible” en una correspondencia a Ugarte le responde “será vanidad o misterioso presentimiento pero siempre he pensado que le haría mejor si yo le acariciara no sea orgullosa y estrechemos otra vez la mano fuertemente y déjeme que me acerque bien a usted que le haga crujir apretándola contra mi cuerpo es que ponga al fin en su boca largo culpable inextinguible el primer beso que siempre nos hemos” Carta de Ugarte.

“hoy sufro escribiéndole… sin embargo el deseo intenso hasta doloroso de volver a ver su letra lo vence todo”

 tras la separación de su marido regreso a la casa de sus padres, sólo traía por equipaje un libro de Ugarte, la novela, de las horas y los días,

Delmira pidió el divorcio el 13 de noviembre alegando hechos graves que imposibilitan cualquier reconciliación y siendo una de las primeras mujeres que utilizó los derechos que le daba la entonces nueva ley uruguaya, que se había aprobado ese mismo año y le permitía solicitar a la mujer el divorcio con su sola voluntad, Delmira también mencionó en la demanda las amenazas sufridas tras la separación de hecho quizás fueron esas amenazas las que llevaron a Delmira a seguir frecuentando a su ex marido recordemos que había sido criada por una madre autoritaria estaba acostumbrada a decir que si estaba siempre presionada seguramente el marido la presionado para seguir viéndola es muy entendible.

Enrique y Delmira, pese a estar divorciados siguen encontrándose continúan manteniendo relaciones a escondidas, ella era considerada una mujer muy atractiva y hermosa a partir de esa separación después de la luna de miel muy poco tiempo después de la luna de miel empezaron a verse de forma clandestina Enrique Job Reyes, alquiló una habitación, en la casa de un amigo y los encuentros iban a hacer dos o tres veces a la semana llegaba a la casa ella siempre era cauta llegaba con cuidado que nadie la viera y estaban encerrados en esa habitación de reyes dos horas y ella volvía a su casa así estuvieron viéndose durante diez meses en uno de esos encuentros el 16 de julio de 1914 después de hacer el amor mientras se estaban vistiendo ambos, él le dio dos tiros a Delmira, uno entró por una oreja y el otro fue de frente, ella  se estaba poniendo las medias sentada en la cama y Job Reyes le disparó de atrás después le dio el segundo disparo se acostó en el piso junto a Delmira y se disparó hay una carta previa de Reyes, a un amigo donde le anunciaban de su suicidio movido por los celos incapaz de enfrentarse a una vida sin ella intentó suicidarse, Delmira murió instantáneamente después él intentó suicidarse pero no falleció fue trasladado al hospital donde murió luego algunos creían que se trataba de un suicidio por amor que se habían puesto de acuerdo para suicidarse pero esto es imposible ya que Delmira se estaba vistiendo, estaba de espaldas cuando su ex marido le disparó en la cabeza definitivamente la muerte de Delmira Agustini no es el resultado de un pacto suicida al día siguiente la prensa reprodujo la escena de los cuerpos tirados en el suelo. Se realizó especulaciones sobre los motivos que podrían haber llevado a esta tragedia, la juventud de ambos 27 Delmira a 28 Reyes, la carrera de Delmira, quizás fue demasiado para su amante reyes su exmarido, el nunca aceptó su arte y con él apenas convivió un mes y medio después de muchas amenazas finalmente el hombre la mató y se suicidó historia triste y muy repetida.

Su poesía se inscribió en la corriente modernista de la época, su poesía podía expresarse sin trabas sus palabras alcanzaban una dimensión auténtica que dio lugar a sus poemas excelsos la explosión íntima, lo inefable visión otra estirpe, plegaria, bastaron para asegurarle un lugar de privilegio a su corta edad en el mundo de las letras.



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