miércoles, 24 de mayo de 2017

La leyenda de “El Hilo rojo”


Según esta leyenda, los dioses atan un hilo rojo alrededor del dedo meñique,  las dos personas estarán unidas para siempre por este hilo y destinadas a ser amantes, son almas gemelas, este cordón mágico se puede estirar e incluso enredar, pero nunca puede romperse...
Una leyenda Japonesa nos cuenta que las personas destinadas a conocerse tienen un hilo rojo atado en sus dedos meñiques, este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado, a pesar del tiempo y la distancia. No importa lo que tardes en conocer a esa persona, no importa el tiempo que pases sin estar a su lado, ni siquiera importa si vives en la otra punta del mundo, el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá.
Este hilo esta atado en el dedo desde tu nacimiento y te acompañará, tensado en mayor o menor medida, más o menos enredado, a lo largo de toda tu vida.
Esta leyenda está tan arraigada en las culturas orientales que millones de personas llevan unidas a ellas un hilo rojo verdadero. Aunque no hay claridad sobre si el origen es chino o japonés, se dice que la leyenda comenzó al conocer que la arteria ulnar conecta el dedo meñique (otras fuentes hablan del anular, lo que tiene más tradición en nuestra cultura) con el corazón, fuente de vida y eternamente concebido como el hogar del amor.
Un hilo rojo directo al corazón, que conecta a los amores eternos, a los profundos, esos que simbolizan el antes y por los que no hay después. El amor de una madre, de un padre, de un hermano, de un niño, de un amigo, de un hombre o de una mujer. Un hilo rojo que simboliza el amor y el interés común.

 “Hace mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia.
Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa. La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con un bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: «Aquí termina tu hilo», pero al escuchar esto el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja, empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.
Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor, era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda. Y en el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente,  al levantar el velo de la mujer vio por primera vez que este hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente. “
Una cicatriz que él mismo había provocado al no ver al destino que había pasado frente a él y también nos muestra como los amores destinados son eso, no podemos escapar de la persona que nació para amarnos

Una de las leyendas sobre este hilo rojo cuenta que un anciano que vive en la luna, sale cada noche y busca entre las almas aquellas que están predestinadas a unirse en la tierra, y cuando las encuentra las ata con un hilo rojo para que no se pierdan.




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