Según esta leyenda, los
dioses atan un hilo rojo alrededor del dedo meñique, las dos personas estarán unidas para siempre por
este hilo y destinadas a ser amantes, son almas gemelas, este cordón mágico se
puede estirar e incluso enredar, pero nunca puede romperse...
Una leyenda Japonesa nos cuenta que las
personas destinadas a conocerse tienen un hilo rojo atado en sus dedos meñiques, este hilo nunca
desaparece y permanece constantemente atado, a pesar del tiempo y la distancia.
No importa lo que tardes en conocer a esa persona, no importa el tiempo que
pases sin estar a su lado, ni siquiera importa si vives en la otra punta del
mundo, el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá.
Este
hilo esta atado en el dedo desde tu nacimiento y te acompañará, tensado en
mayor o menor medida, más o menos enredado, a lo largo de toda tu vida.
Esta leyenda está tan arraigada en las
culturas orientales que millones de personas llevan unidas a ellas un hilo rojo
verdadero. Aunque no hay claridad sobre si el origen es chino o japonés, se
dice que la leyenda comenzó al conocer que la arteria ulnar conecta el dedo
meñique (otras fuentes hablan del anular, lo que tiene más tradición en nuestra
cultura) con el corazón, fuente de vida y eternamente concebido como el hogar
del amor.
Un
hilo rojo directo al corazón, que conecta a los amores eternos, a los
profundos, esos que simbolizan el antes y por los que no hay después. El amor
de una madre, de un padre, de un hermano, de un niño, de un amigo, de un hombre
o de una mujer. Un hilo rojo que simboliza el amor y el interés común.
“Hace
mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su
reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el
hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia.
Cuando
la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que
llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa. La bruja
accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los
llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con un bebé en los brazos
ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo
frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se
acercara y le dijo: «Aquí termina tu hilo», pero al escuchar esto el emperador
enfureció, creyendo que era una burla de la bruja, empujó a la campesina que
aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé se
hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que detuvieran a la
bruja y le cortaran la cabeza.
Muchos
años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte
le recomendó que lo mejor, era que desposara a la hija de un general muy
poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda. Y en el momento de ver por primera
vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un
velo que la cubría totalmente, al levantar el velo de la mujer vio
por primera vez que este hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la
frente. “
Una cicatriz que él mismo había provocado al no ver al destino que había pasado frente a él y también nos muestra como los amores destinados son eso, no podemos escapar de la persona que nació para amarnos”
Una cicatriz que él mismo había provocado al no ver al destino que había pasado frente a él y también nos muestra como los amores destinados son eso, no podemos escapar de la persona que nació para amarnos”
Una de las leyendas sobre este hilo rojo
cuenta que un anciano que vive en la luna, sale cada noche y busca entre las
almas aquellas que están predestinadas a unirse en la tierra, y cuando las
encuentra las ata con un hilo rojo para que no se pierdan.
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