El nombre de Josef Mengele siempre fue
sido sinónimo de sadismo y crueldad. Conocido también por el apode de “Ángel de
la Muerte”, este médico nazi realizó durante años despiadados experimentos en
humanos con la firme intención no sólo de erradicar a los que consideraba “inferiores”,
sino también de buscar la perpetuación y proliferación de la raza aria
Mengele acabó fríamente con la vida de cientos de miles de
personas en el campo de concentración de Auschwitz, donde también llevó a cabo
multitud de pruebas en gemelos recién nacidos, sus preferidos para investigar.
Durante años, fue el terror de los judíos enviados a este centro de exterminio
polaco.
Pruebas con gemelos
Pero lo que verdaderamente llamaba la
atención de Mengele era la experimentación con gemelos. Concretamente, el
interés por este tipo de sujetos se lo había suscitado uno de sus mentores. Los
médicos nazis pretendían “clonar” una nueva raza muchas décadas antes de que se
descubriera la secuencia completa del ADN humano. Creían que en los gemelos
estaba la clave para la reproducción selectiva de la raza aria, buscaban que
las madres alemanas pudieran dar a luz a multitud de hijos arios que
reemplazaran a las razas inferiores.
El caso del pueblo de los 130 gemelos ¿Experimento nazi?
Más de 130 pares de
gemelos habitan en Candido Godói, al sur de Brasil, el porcentaje más alto del
mundo. El origen de su población es difuso: ¿Laboratorio humano o simple
coincidencia genética?
En Brasil, más precisamente al sur, 6500
habitantes se despiertan todos los días en el estado de Río Grande do Sul, en
la frontera que limita con Argentina. Allí, más de 130 pares de gemelos le dan
una fama sorprendente a un pequeño pueblo que encuentra en sus similitudes la
razón para que muchos investigadores enfoquen sus estudios en este fenómeno.
En Linhao de Sao Pedro, sitio que también
pertenece a este municipio, hay 44 pares de gemelos registrados. Esto significa teniendo en cuenta sus habitantes que una de cada 10 mujeres da a luz a
hermanos idénticos, lo cual convierte al pueblo (proporcionalmente) en el lugar
con más gemelos del mundo.
Según los datos oficiales ofrecidos por la Cámara
Municipal, desde 1959 hasta hoy, el 35% de los nacidos en Candido Godoi son
gemelos, lo que llevó a pensar que no se trataba de una simple coincidencia, ya
que la mayoría de los hermanos son rubios y de ojos azules. Diversas hipótesis
afirman que el fenómeno tiene una explicación, y corresponde a la intervención
de una persona, a la que apodaron "El Ángel de la Muerte". Su obsesión por
experimentar con mellizos y gemelos para demostrar "la superioridad de la
raza aria" hicieron que, en su exilio en Sudamérica, haga del poblado
brasileño un laboratorio humano, utilizando a sus habitantes como conejillos de
indias.
El periodista e historiador argentino Jorge Camarasa,
especializado en el éxodo nazi a Sudamérica, fue uno de los primeros en
intentar resolver el misterio. En su libro "Mengele: el Ángel de la Muerte
de Sudamérica" (2009), explicó que "el objetivo del subordinado de
Hitler era crear una raza superior. A partir de 1963, tras la llegada del
sádico doctor, la cifra de partos de gemelos comenzó a dispararse en Candido
Godoi".
Eva Mozes Kor, vecino de la ciudad y
sobreviviente al Holocausto que ahora tiene 81 años, contó que cuando Mengele
lo vio a él junto a su hermana gemela, Miriam, se detuvo frente a ellos y
comenzó a gritar: "Gemelos, gemelos".
"Hay testimonios de que atendía a las
mujeres embarazadas y les daba drogas y preparaciones. Hablaba en esos años
-alrededor de 1960- de inseminación artificial de seres humanos y, por eso,
seguía trabajando con animales", escribió Camarasa en su libro. Camarasa
se valió de la ayuda de la doctora brasileña Anencia Flores da Silva para
realizar la investigación.
Y la conclusión fue que el aumento del
número de gemelos coincidía con la llegada al poblado de Rudolph Weiss, uno de
los sobrenombres por los que era conocido Josef Mengele. Un documental de
National Geographic,"Los Gemelos de Mengele", también se adentró en
esta extraña historia en 2009 y hasta sirvió de inspiración para el best-seller
de Ira Levin, "Los niños del Brasil" (1976).
Y la conclusión fue que el aumento del número de gemelos
coincidía con la llegada al poblado de Rudolph Weiss, uno de los sobrenombres
por los que era conocido Josef Mengele.
Un documental de National Geographic, "Los Gemelos de Mengele",
también se adentró en esta extraña historia en 2009 y hasta sirvió de
inspiración para el best-seller de Ira Levin, "Los niños del Brasil"
(1976).
La genetista Lavinia Schuler-Faccini de la
Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRG) analizó exhaustivamente el
caso. Había comenzado sus investigaciones en los 90 y las retomó tras la
publicación de Camarasa. "La comunidad nos buscó porque no se conformaba
con la tesis sobre Mengele", contó la científica. En su estudio, que
tituló "Análisis genético y Epidemiológico de la Ciudad de Cândido
Godoi", analizó los factores genéticos detrás del boom de gemelos y
desmintió la teoría de Camarasa.
Schuler-Faccini identificó el gen TP53,
común en las 42 madres de gemelos investigadas y relacionado, supuestamente,
con la fertilidad. "Es un gen que predispone al embarazo de gemelos, pero
que no es determinante", explicó la experta. La genetista también sostuvo
que los embarazos gemelares en ese lugar eran anteriores a 1960, lo cual
también se opondría a la teoría del historiador argentino.
Ursula Matte, bióloga molecular del Servicio de Terapia
Genética del Hospital de Porto Alegre, Brasil, también investigó el caso y
descubrió que, entre 1990 y 1994, el índice de gemelos nacidos en Brasil no
superaba el 1%. Sin embargo, en Candido Godoi, la cifra alcanzaba el 10%.
Según Matte, el 40 por ciento de los
gemelos nacidos allí eran idénticos (monocigóticos) y el 60 por ciento no lo
eran (dicigóticos). Mattie y Schuler-Faccini realizaron después una
investigación conjunta, analizando los apellidos de la "ciudad de los
gemelos" en una investigación publicada en 2011.
"La mayoría de los gemelos que
observamos en Candido Godoi se agrupan en familias, y ha sucedido así durante
un largo periodo de tiempo (mucho antes que Mengele). Esto apunta a un factor
genético", aseguró Matte. "Definitivamente, no tiene nada que ver con
los nazis. Principalmente, porque esta tendencia es anterior a ellos y porque
no habrían tenido la manera de lograr algo así en aquella época", agregó.
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