La leyenda de la costurera fantasma
El fantasma de la
costurera es uno de los más recurrentes de Buenos Aires. La leyenda cuenta que,
hace décadas, una joven, por necesidad económica, se vio obligada a emplearse
en un taller de costura en
una galería de compras dedicada a las artes plásticas conocida como el Patio
del Liceo, Se trata de una construcción antigua
y elegante, en donde pintores y escultores rentan espacios para montar sus
talleres de arte y exhibir sus obras. al
principio en su empleo , todo marchaba bien, y la joven podía ganar una pequeña
suma de dinero después del arduo trabajo de todo un día, no podía objetar esto último ya que
la necesidad la obligaba a conseguir al menos un pequeño ingreso para mejorar
la situación de su familia.
Como usualmente sucede,
la armonía de cualquier espacio es interrumpida por alguna tentación o fuerza
diabólica que acaba con la paz de la escena.
La joven en cuestión, cuyo nombre no es recordado,
era bella, en la flor de la edad. Algunos aseguran que se había comprometido
con su novio, un muchacho que trabajaba en el sector de la construcción, y que
estaban haciendo planes para contraer matrimonio y formar una familia.
Desgraciadamente, esto no sucedería Aprovechando la desventaja económica
de la joven, el supervisor; un hombre grande tanto de cuerpo como de edad, le
ofrecía aumentos de sueldo y compensaciones económicas a cambio de entregarle
sus virtudes. Pero ella se negó siempre.
El perverso hombre
no estaba dispuesto a dejar de satisfacer sus impulsos. La galería era, en esos tiempos, un sitio alejado del centro de la
ciudad, que no había crecido hasta convertirse en la urbe del día de hoy, y
cerraba tarde en la noche para que las costureras pudiesen entregar a tiempo
los pedidos de ropa del día siguiente. En esta ocasión, el supervisor, habiendo
ideado un malévolo plan, conversó con la jovencita y le hizo saber que estaba
arrepentido por haberla avergonzado con sus proposiciones por lo que la animaba
a aceptar sus disculpas y regalarle unos pesos para su casamiento, una vez que
todas las demás empleadas se hubieran ido, para evitar los celos. La joven,
ingenua e imprudentemente, le creyó. Permaneció en su puesto hasta bien entrada
la noche y esperó a que el supervisor se hiciera presente con el dinero cuando
estuvieran solos. En lugar de ello, el lector lo imaginará, intentó ultrajarla.
Asustado por el llanto y los gritos de la joven, que pedía auxilio
desesperadamente, la asesinó. Huyó del lugar, pero al descubrirse el crimen la
policía lo consideró el principal sospechoso y lo aprehendió en su vivienda, de
la que no había salido intentando simular un malestar físico. Fue condenado a
una larga pena de prisión que no llegó a cumplir, ya que murió en la cárcel de
una enfermedad incurable.
Hasta aquí hemos dado cuenta de la historia
terrenal de la joven y desgraciada costurera. Poco después de su trágica
muerte, sin embargo, por la noche, los vecinos decían oír extraños llantos y
observar el resplandor de una luz que parecía provenir del taller en donde la
costurera fue muerta. Pasaron los años, la galería cambió su rubro principal,
los artistas la ocuparon, pero el llanto de la joven costurera no se apagó. Es
en ciertas noches que se escuchan inconsolables quejidos, que han movido a los
inquilinos de la galería a construirle un pequeño altar en un recodo de los
pasillos, en donde le dejan sus elementos de trabajo como ofrenda para que en algún momento su alma en pena
descanse en paz, su inmerecida muerte la tiene atada
y no la deja descansar en paz.
La joven en cuestión, cuyo nombre no es recordado, era bella, en la flor de la edad. Algunos aseguran que se había comprometido con su novio, un muchacho que trabajaba en el sector de la construcción, y que estaban haciendo planes para contraer matrimonio y formar una familia. Desgraciadamente, esto no sucedería Aprovechando la desventaja económica de la joven, el supervisor; un hombre grande tanto de cuerpo como de edad, le ofrecía aumentos de sueldo y compensaciones económicas a cambio de entregarle sus virtudes. Pero ella se negó siempre.
Hasta aquí hemos dado cuenta de la historia terrenal de la joven y desgraciada costurera. Poco después de su trágica muerte, sin embargo, por la noche, los vecinos decían oír extraños llantos y observar el resplandor de una luz que parecía provenir del taller en donde la costurera fue muerta. Pasaron los años, la galería cambió su rubro principal, los artistas la ocuparon, pero el llanto de la joven costurera no se apagó. Es en ciertas noches que se escuchan inconsolables quejidos, que han movido a los inquilinos de la galería a construirle un pequeño altar en un recodo de los pasillos, en donde le dejan sus elementos de trabajo como ofrenda para que en algún momento su alma en pena descanse en paz, su inmerecida muerte la tiene atada y no la deja descansar en paz.
Leyenda de La Mujer
del Candil
La Mujer del Candil, es un espíritu que vaga por la orilla de la playa, llevando una
luz tan fuerte que hace voltear a cualquiera que pase por los alrededores o
descanse en la habitación de algún hotel que rodea la región.
Según cuenta la leyenda todo esto
ocurrió en la Costa Grande de Guerrero a principios del siglo. Se dice que
una humilde mujer había pasado gran parte de su vida ahorrando dinero, juntaba
sus moneda de oro con un único fin, tenía la ilusión de ir hasta el vaticano a
visitar al Papa, como muestra de su devoción y admiración.
El tiempo le parecía eterno, hasta que
por fin llegó el momento de emprender el viaje, en aquellos tiempos la región
estaba algo apartada de la civilización y no se disponía de ningún transporte,
la única opción era caminar por toda la orilla
de la playa hasta
llegar a Acapulco, ya que era una ciudad de suma importancia desde la cual
podría trasladarse mejor, Llegar hasta allí
le costaría día y medio de camino a pie.
Una vez lista, le anunció su partida a todo el pueblo,
y empezó su caminata, al caer la noche no se presentó la luna, así que solo se
guiaba con la espuma del mar y un candil de
petróleo, aprovechando la oscuridad, unos hombres la atacaron,
la asesinaron y le robaron sus monedas por el rumbo entre Carrizal y Mitla. Desde entonces todas las noches sin Luna, de la nada
se enciende una tenue luz, que deja apreciar a una mujer cuyo vestido blanco se
confunde con la espuma del mar, a cada paso que da, la luz se intensifica es
por eso que no hay quien pueda describir como es ella de cerca, sobre todo
porque tampoco ha habido quien se cruce en su camino, no sea que el dolido
espíritu, este penando
aún en busca de venganza.
El cementerio de
vampiros de Celákovice
República Checa, Praga es
una ciudad que atrae a muchos turistas, y en la zona metropolita de esta, se
encuentra Celákovice,
una bella ciudad la cual está
armoniosamente ambientada de estilo medieval. Fue reconstruida en el
siglo XVI a la manera renacentista, y muy transformada a principios del siglo
XX, En toda esta zona de Europa se tiene un fuerte atracción y creencia hacia
los vampiros, y esta se reforzó de gran manera cuando en 1997 un arquéalo
de nombre Jaroslav Paçek hizo el anuncio de que había encontrado, dentro de la misma localidad, un cementerio de
vampiros, el temor a estos seres creció cuando el arqueólogo Jaroslav Paçek
anunció que este cementerio era exclusivamente de vampiros, o
al menos, en donde descansaban los restos de aquellos acusados de serlo. Encontró en este lugar, catorce tumbas de personas acusadas de vampirismo por sus semejantes, y ellas se
detallan prácticas y ritos para evitar que estos vampiros volvieran a la vida
tras su ejecución.
Todas estas
“sugerencias”, para evitar que volvieran a nuestro mundo, solo reflejan el
miedo de la gente ante estas criaturas nocturnas y chupasangre. Lo cual dio
como resultado, cadáveres con el cráneo roto y atravesado con un clavo de
hierro, corazones traspasados por
una estaca, cuchillos clavados en sus bocas.
Otro arqueólogo, Michal Lutovsky, autor
del libro “Las sepulturas de los antepasados”, afirma que es normal encontrar
este tipo de tumbas en los grandes
cementerios del centro de Europa, pero no se conocía el caso de un cementerio
“exclusivo” para vampiros.
En Eslovaquia fue
encontrado un féretro envuelto por cadenas para evitar que el vampiro saliera
de ahí. Venecia, un difunto dentro de su ataúd tenía la cabeza atravesada por
una estaca. En 1991, también en Eslovaquia
apareció una tumba llena granos, según una creencia popular, el vampiro no
puede resistirse a contarlos,
Cosas que comprueban la existencia de vampiros, principalmente en Europa del
este.
El Árbol del Diablo
en New Jersey
En el Oak Hammock Park, dentro del
Municipio de Bernards en Nueva Jersey, yace un viejo roble de aspecto
siniestro, con las ramas abiertas hacia el cielo, cual si fuesen brazos de
condenados al infierno, paralizados en medio de sus movimientos llenos de angustia
y desesperación. Le llaman el Árbol del Diablo: la leyenda dice que a su
alrededor ocurren cosas inexplicables, y que muchos han perecido bajo sus
ásperas ramas.
Cuentan que, al acercarse al Árbol del
Diablo, una sensación de opresión se apodera de ellos, como si en el ambiente
se respirase la maldad. Inclusive, algunos han dicho que percibieron gritos sin
fuente aparente, o que vieron sombras o siluetas encapuchadas, merodeando con
actitud acechante y escurridiza. Pero lo más sorprendente es la historia del
carro negro fantasma, que ha perseguido a algunos después de que treparon en
sus coches para alejarse del funesto lugar. Ese coche los persigue, castiga con
su presencia la valentía de los curiosos, pero siempre desaparece
inexplicablemente cuando el coche de las víctimas se aproxima a la carretera
principal.
Ahora, y si nos preguntamos por qué
nadie ha quemado el árbol o lo ha cortado, la respuesta se resume en una sola
palabra: miedo. Y es que, quienes han golpeado al árbol o se han burlado de él,
han experimentado accidentes de tráfico, daños en el coche, o algún otro suceso
nefasto. Es como si el árbol se protegiese a sí mismo mandando mala suerte a
quienes lo ponen en peligro, o al menos eso da a entender lo sucedido en
aquella ocasión donde, tras emitirse la orden de derribarlo, los trabajadores
encargados de cortarlo no pudieron hacer nada: primero porque las sierras
eléctricas dejaron de funcionar inexplicablemente al encenderse cerca del
objetivo, segundo porque, tras volver a funcionar inexplicablemente una vez que
estuvieron lejos, los dientes de las sierras se rompieron cuando intentaron
penetrar en aquella endemoniada madera, y tercero porque, al tratar de cortar
con hachas, las hojas de metal se salieron tras los primeros golpes… Claro que
alguien podría intentar acabar con el árbol de otra forma, pero todo el que se
acerca siente miedo inexplicablemente; y nadie, tras haber respirado el horror
que impera en torno al árbol, pensará en eliminarlo sin creer que por ello
podría también sufrir la muerte o algo todavía peor…
Otro aspecto interesante de la leyenda,
es que el árbol siempre se mantiene caliente al tacto, incluso si hace mucho
frío y cae nieve. Es como si de un cuerpo humano se tratase, como si su seca
madera fuese carne cálida, palpitante como las vísceras de los seres que, en
los numerosos rituales satánicos que se han efectuado junto a él, han sido
ofrecidos, sacrificados (hablamos de sacrificios de animales, de humanos no es
seguro) al Señor de las Tinieblas… Conjuntamente, el calor constante del árbol
es acompañado por pequeñas (unas zonas de unos 3 o 2 metros cuadrados
más o menos) frías alrededor, las cuales siempre están, incluso en los meses de
más calor; y es que, según el conocimiento esotérico y parapsicológico, el frío
inexplicable es algo que acompaña a las presencias malignas…
Como vemos, el Árbol del Diablo tiene
impreso el sello de la muerte, y han sido muchos los sucesos ocurridos junto a
él: supuestas ejecuciones de esclavos rebeldes en siglos pasados, reuniones y linchamientos
efectuados por el Ku Klux Klan, suicidios, un hombre que mató a su familia y
después se ahorcó, y sobre todo el caso del asesino Gerard John Schaefer, que
violó, mutiló, ahorcó y enterró a dos chicas junto al árbol, volviendo días
después para cometer abominables actos de necrofilia con los cadáveres…
Finalmente, se sabe de fotos que
muestran ectoplasma, orbes o cosas raras cerca del árbol, pero son muy pocas
porque casi siempre las cámaras dejan de funcionar cuando están cerca del Árbol
del Diablo.
Todos interesantes.
ResponderEliminarGracias!!! saludos
EliminarTodas las leyendas están muy interesantes y me ayudaron para una tarea...Felicidades🙋
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