jueves, 21 de julio de 2016

La Historia Ed y Lorraine Warren "Los Cazadores de Demonios"



Esta pareja se dedicaba a cazar demonios y objetos malditos, juntos fundaron en 1952 la Sociedad de Investigación Psíquica de Nueva Inglaterra y se dice que han intervenido en cerca de 3 000 casos que implicaron sucesos sobrenaturales. Ed era demonólogo y el único civil autorizado por la Iglesia Católica para realizar exorcismos. Se dedicaba además, a pintar cuadros, que luego vendía. En la mayoría de sus obras retrataba casas embrujadas y extraños seres tenebrosos. Algunas pinturas todavía cuelgan de las paredes de su casa. Lorraine,  de 87 años de edad, es médium, clarividente profesional y parapsicóloga. La mujer cree, según dijo en una entrevista a la periodista Jane Mulkerrins de The Telegraph, que sus habilidades físicas son “un regalo de Dios” y que su creencia en la existencia criaturas diabólicas y posesiones está muy atada a su fe católica. En la actualidad aun colabora en algunos casos. Ambos estuvieron ligados a hechos sobrenaturales desde la infancia. Lorraine tenía 12 años y asistía a una escuela católica privada para niñas, cuando empezó a ver “luces alrededor de las personas”.


Mientras que Ed tuvo dos experiencias extrañas, cuando tenía seis o siete años, que marcaron su afición por la investigación de lo fantasmagórico. En una ocasión en la que su padre, que era policía y acostumbraba a trabajar en las noches, los dejó a él y a su hermana solos escuchó pasos y un bastón que se apoyaba en el piso característicos de su abuelo muerto. Asimismo, Warren contó en varias entrevistas que después del primer suceso, a las tres de la madrugada cuando toda la familia dormía, las puertas de su armario se abrían de ahí ‘emanaban’ luces flotantes y circulares con rostros que lo miraban. Uno de ellos era el de una anciana enojada. Cuando esto ocurría la temperatura en la habitación bajaba y oía susurros por todas partes. Cuando creció y aunque su padre le decía que tales sucesos debían tener explicaciones racionales, a Ed siempre le quedó la duda y al crecer sin entender lo que le había presenciado dedicó su vida adulta a encontrar explicaciones.


Sus vidas se cruzaron en 1942. Ed trabajaba en un cine al que Lorraine asistía, a menudo los días miércoles, junto a su madre. Un día se animó a hablarle y dio por empezado el romance. Un año después Warren tuvo que partir al unirse a la marina durante la Segunda Guerra Mundial. Los jóvenes enamorados se casaron a los 17 años. Al regresar de la guerra, decidió que quería dedicarse al ámbito artístico y curiosamente optó por pintar casas. Le atraía especialmente pintar ‘casas embrujadas’. Transcurrían los últimos años de la década de los 40 y la pareja subsistía viajando de pueblo en pueblo vendiendo los cuadros de Ed. Así consta en un artículo del diario argentino Página 12. De esta manera Warren empezó a interesarse en “cada caso de casa embrujada que se le cruzaba por el camino”. Así, de a poco, junto a Lorraine fue forjando su camino y su carrera en el mundo de la parapsicología. Poco después de su arribo nació la única hija de la pareja, Judy. El caso que disparó su carrera y los catapultó como célebres ‘cazafantasmas’ fue el de la academia militar de West Point.





En 1972 cuatro cadetes, que compartían la habitación 4714, reportaron ciertas anormalidades: apariciones, fantasmas que se materializaban en medio del suelo y caídas repentinas de temperatura en el cuarto. Los esposos Warren fueron llamados para investigar los fenómenos y después de que su presencia en la academia se dio a conocer, más casos llegaron a sus manos. Viajaron alrededor del mundo siguiendo las pistas de distintos lugares encantados y dando charlas. Inspeccionaron la Abadía de Whitby, Stonehenge y la Rectoría de Borley, en Essex, que tiene la reputación de ser la ‘casa más encantada de Inglaterra’. La pareja no cobraba por sus servicios y obtenía ingresos únicamente de la venta de los cuadros de Ed y de las conferencias que dictaban. Además de la investigación de la academia de West Point, otros dos casos destacan en la larga lista de fenómenos paranormales que los esposos han examinado. Uno de ellos es ampliamente conocido, por la cobertura mediática que se le dio y por las películas que ha inspirado. George y Kathy Lutz recurrieron a los famosos ‘cazafantastmas’ alegando que en su casa, ubicada en el condado de Amityville, ocurrían extraños y terroríficos sucesos: voces de dudosa procedencia, olores raros, ruidos, apariciones, levitaciones y drásticos cambios de temperatura. En esa ocasión, la pareja de investigadores paranormales acudió con camarógrafos y reporteros del canal Channel 5 de Nueva York. En dicha residencia, antes de que en ella vivieran los Lutz, Ronald DeFeo asesinó a los seis miembros de su familia con un rifle. Aunque se habla de que el Horror de Amityville es en realidad una farsa ideada por los Lutz para ganar dinero, Lorraine asegura haber sentido presencias malignas en dicho lugar. Como ‘recuerdo’ de su paso por la casa maldita los Warren difundieron una fotografía de un supuesto ‘niño demoníaco’ captada en la residencia. 



Otro caso célebre es el que fue adaptado al cine en 2013 por James Wan: ‘El Conjuro’. La película, que según Lorraine se apega bastante a los acontecimientos sucedidos, cuenta la historia de los que les sucedió a los siete integrantes de la familia Perron cuando se mudaron a una casa en Harrisvielle en Rhode Island.


Dicha casa estaba, aparentemente encantada por una bruja que vivió allí a inicios del siglo 19 y que maldijo esa tierra para que quien quiera que la habitara posteriormente muriera. Lorraine además de aparecer en un cameo del filme fue consultora de los productores. Los Warren son también autores de numerosas publicaciones y libros en los que registran sus indagaciones paranormales. De igual manera, son responsables de entrenar a algunos investigadores paranormales y demonólogos, como Dave Considine, Lou Gentile y John Zaffis (su sobrino). En la actualidad Lorraine sigue administrando el museo, que aparte de ser el hogar de la espeluznante Annabelle y de muchos otros recuerdos de experiencias sobrenaturales recopilados por décadas, es el lugar con mayor concentración de presencia demoniaca del mundo (según sus dueños). Por esta razón está terminantemente prohibido tocar los objetos allí exhibidos y entrar en dicho habitación después de la caída del sol. Ed Warren murió en 2006, el 23 de agosto. Cinco años antes de su deceso se levantó a las dos de la madrugada para abrirle la puerta al gato, en ese momento sufrió accidente cerebrovascular y permaneció en coma por 11 semanas. Así consta en un obituario publicado en el diario The Sun de Nueva York. Al despertar Ed perdió el habla y no volvió a dirigir palabra alguna. Falleció a los 71 años en su casa en Monroe. Lorraine estuvo a su lado todo el tiempo



Algunos objetos poseídos y diabólicos que están en el Museo de ocultismo de los Warren, mismo donde se encuentra la muñeca Annabelle. 

Los Warren fundaron el Museo de ocultismo en 1952, y eran muy felices compartiendo las macabras historias de terror que había protagonizado cada uno de los objetos ahí expuestos. La única regla para recorrer el museo es no tocar absolutamente nada, pues hay piezas que todavía siguen guardando energías muy negativas, a pesar de haber sido exorcizadas”, asegura la demonóloga Lorraine Warren, quien en la actualidad, ante la muerte de su marido Ed en el año 2006, es la única administradora del museo, único de su tipo en el mundo y que diariamente recibe visitantes de todas partes del mundo. La demonóloga de 87 años agrega que “dada la naturaleza maléfica de los objetos que están en el museo, se podría decir que éste es uno de los lugares con mayor concentración de presencia demoníaca en el mundo. Por ello, está totalmente prohibido entrar al museo después que cae la luz del sol.
La misma Lorraine Warren recuerda que el único incidente serio que ocurrió en el museo afectó hace algunos años a una pareja de jóvenes visitantes, quienes, tras pararse frente a la urna de cristal donde reposa Annabelle, comenzaron a tocar el vidrio y a burlarse de la muñeca. “Mi marido los expulsó y ellos se fueron en la misma moto en la que llegaron. Al parecer, el muchacho continuó haciendo bromas sobre la muñeca cuando de repente perdió el control del vehículo y se estrelló contra un árbol. El joven murió en el acto y su novia pasó cerca de un año en el hospital, reponiéndose de heridas muy serias. Esta chica hasta el día de hoy afirma que fue Annabelle la que mató a su novio y nosotros, conociendo el triste historial de la muñeca, pensamos lo mismo”.
El fallecido Ed Warren, consultado en una oportunidad por la naturaleza de los temidos objetos que están en este macabro museo, relató que “los objetos profanos como la muñeca Annabelle tienen su propia aura. Cuando los tocas, tu aura humana se reúne con la de ellos. Este cambio atrae a los espíritus malévolos, es como encender una alarma. Como son objetos tan peligrosos, lo ideal es que estén aquí todos juntos, para que no causen daño o puedan ser usados por personas inescrupulosas para hacer el mal. Recuerdo que una vez me encontraba acompañado de un oficial de policía, trabajando en un caso que involucraba magia negra y que estaba relacionado con un asesinato que había ocurrido en el área. Este policía era un hombre muy escéptico, que no creía en fantasmas ni nada parecido. Y aunque era un oficial muy curtido, que había estado expuesto durante toda su carrera a hechos de sangre muy dramáticos, definitivamente no era la clase de persona que se asustaba fácilmente. Mientras estábamos hablando en el museo, mi esposa Lorraine me llamó para tomar una llamada de larga distancia. Yo le dije al detective que podía recorrer el lugar, pero le repetí varias veces que no tocara bajo ninguna circunstancia ningún objeto, porque la mayoría de ellos provenían de casos donde habían estado involucrado demonios. A los cinco minutos apareció el policía pálido. Cuando le pregunté qué había pasado me dijo, bastante consternado: “La muñeca, la muñeca se movió. La muñeca de trapo es…real”. Estaba hablando de Annabelle, ya que al parecer se había acercado más de la cuenta a la urna donde ésta se encuentra encerrada. Por supuesto, a contar de ese incidente, el detective nunca más visitó nuestra casa y todas nuestras futuras reuniones las hicimos en su oficina”.

1. Muñeco Shadow


Este inocente muñeco es parte de los más escalofriantes objetos del lugar, y no se dejen llevar por su inocente imagen. Shadow es parte de una investigación efectiva en la que se descubrió que cuando los chicos tenían a este juguete cerca tenían extrañas pesadillas en las que se les podía detener el corazón.
(¿No es hermoso?Bellisimo me encanto es como un pequeño Freddy Krueger)


2- Cuernos

 Esta figurilla diabólica ha sido utilizada en varios ritos terribles, y se encuentra protegida en el museo para evitar que alguien la vuelva a utilizar. Es un ídolo satánico que supuestamente se encuentra en los bosques de Connecticut, donde se llevan a cabo las ceremonias de invocación.


3- Espejo de la plantación Myrtles

Este era el lugar original del espejo, pero ahora se encuentra resguardado en el museo de los Warren, ya que el pánico que generaba era inmenso. Se dice que este espejo tiene alojados a varios espíritus que gozan de aparecer y manifestarse en él.



4- El piano del terror

Este es un piano digno de película de Scooby Doo, pero mucho más tétrico. Forma parte de la gran colección paranormal, y su historia cuenta que atormentaba a sus dueños cuando comenzaba a sonar solo.
(No importa como sea yo tocaría la balada del exorcista me enamoré de este piano)


5- Máscaras

 Alrededor de 20 máscaras se albergan en el lugar, y estas fueron utilizadas en ritos satánicos y sectas encargadas de atraer el mal...


(Tranquilamente las podríamos usar en nuestro show de terror Silencio y Oscuridad aunque las nuestras son más aterradoras)

6- El vestido de novia

Este vestido de novia perteneció a una niña rica llamada Anna Baker que se enamoró de un pobre trabajador de mina. El padre de la chica le prohibió seguir con el romance y ella murió, pero su vestido de novia ya estaba elegido y dicen que cuando hay lunas llenas se mueve, como símbolo de que el alma de Anna no descansa en paz.



7- La tumba de Bathsheba Sherman

Si viste la película de El Conjuro recordarás que uno de los espíritus más terribles era el de Bathsheba Sherman; quien, según las malas lenguas, fue una bruja que practicaba el satanismo y que había vivido en la casa en el inicio del siglo XIX, donde se suicidó ahorcándose en un árbol detrás del granero. Varios jóvenes acudieron al cementerio para tomar piedras se su tumba y usarlas en trabajos de brujería, y en el museo se encuentran algunas piedras utilizadas en esos ritos.




8- La muñeca Annabelle

La muñeca Annabelle es sin duda alguna la atracción número uno del lugar; sobre todo, después de la película que la hizo famosa. Es impresionante ver la inocencia que aparenta esta muñeca de trapo que sirve como canal para las malas en energías.
Estos son los más tenebrosos artefactos del lugar, y al verlos surge una pregunta final:
¿Qué pasará cuando Lorraine Warren ya no esté a cargo de ellos?





(Se acuerdan de liberen a Willy, creo que abría que liberar a esta hermosa y pobre muñeca de una puta vez, dejen en paz a Annabelle y sus demonios y nada malo hará a esta sociedad tan intoxicada esta es mi conclusión final,  hicieron un buen aporte es interesante para este mundo paranormal donde nunca estamos solos)




Les comparto un informe con audios originales del exorcismo 





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