Esta pareja se dedicaba a cazar demonios y objetos malditos, juntos fundaron en 1952 la Sociedad de Investigación
Psíquica de Nueva Inglaterra y se dice que han intervenido en cerca de 3 000
casos que implicaron sucesos sobrenaturales. Ed era demonólogo y el único civil
autorizado por la
Iglesia Católica para realizar exorcismos. Se dedicaba
además, a pintar cuadros, que luego vendía. En la mayoría de sus obras
retrataba casas embrujadas y extraños seres tenebrosos. Algunas pinturas
todavía cuelgan de las paredes de su casa. Lorraine, de 87 años de edad, es médium, clarividente
profesional y parapsicóloga. La mujer cree, según dijo en una entrevista a la
periodista Jane Mulkerrins de The Telegraph, que sus habilidades físicas son
“un regalo de Dios” y que su creencia en la existencia criaturas diabólicas y
posesiones está muy atada a su fe católica. En la actualidad aun colabora en
algunos casos. Ambos estuvieron ligados a hechos sobrenaturales desde la
infancia. Lorraine tenía 12 años y asistía a una escuela católica privada para
niñas, cuando empezó a ver “luces alrededor de las personas”.
Mientras
que Ed tuvo dos experiencias extrañas, cuando tenía seis o siete años, que
marcaron su afición por la investigación de lo fantasmagórico. En una ocasión
en la que su padre, que era policía y acostumbraba a trabajar en las noches,
los dejó a él y a su hermana solos escuchó pasos y un bastón que se apoyaba en
el piso característicos de su abuelo muerto. Asimismo, Warren contó en varias
entrevistas que después del primer suceso, a las tres de la madrugada cuando
toda la familia dormía, las puertas de su armario se abrían de ahí ‘emanaban’
luces flotantes y circulares con rostros que lo miraban. Uno de ellos era el de
una anciana enojada. Cuando esto ocurría la temperatura en la habitación bajaba
y oía susurros por todas partes. Cuando creció y aunque su padre le decía que
tales sucesos debían tener explicaciones racionales, a Ed siempre le quedó la
duda y al crecer sin entender lo que le había presenciado dedicó su vida adulta
a encontrar explicaciones.
Sus vidas
se cruzaron en 1942. Ed trabajaba en un cine al que Lorraine asistía, a menudo
los días miércoles, junto a su madre. Un día se animó a hablarle y dio por
empezado el romance. Un año después Warren tuvo que partir al unirse a la
marina durante la
Segunda Guerra Mundial. Los jóvenes enamorados se casaron a
los 17 años. Al regresar de la guerra, decidió que quería dedicarse al
ámbito artístico y curiosamente optó por pintar casas. Le atraía
especialmente pintar ‘casas embrujadas’. Transcurrían los últimos años de la
década de los 40 y la pareja subsistía viajando de pueblo en pueblo vendiendo
los cuadros de Ed. Así consta en un artículo del diario argentino Página 12. De
esta manera Warren empezó a interesarse en “cada caso de casa embrujada que se
le cruzaba por el camino”. Así, de a poco, junto a Lorraine fue forjando su
camino y su carrera en el mundo de la parapsicología. Poco después de su arribo
nació la única hija de la pareja, Judy. El caso que disparó su carrera y los
catapultó como célebres ‘cazafantasmas’ fue el de la academia militar de West
Point.
En
1972 cuatro cadetes, que compartían la habitación 4714, reportaron ciertas
anormalidades: apariciones, fantasmas que se materializaban en medio del suelo
y caídas repentinas de temperatura en el cuarto. Los esposos Warren fueron
llamados para investigar los fenómenos y después de que su presencia en la
academia se dio a conocer, más casos llegaron a sus manos. Viajaron alrededor
del mundo siguiendo las pistas de distintos lugares encantados y dando charlas.
Inspeccionaron la Abadía
de Whitby, Stonehenge y la
Rectoría de Borley, en Essex, que tiene la reputación de ser
la ‘casa más encantada de Inglaterra’. La pareja no cobraba por sus servicios y
obtenía ingresos únicamente de la venta de los cuadros de Ed y de las
conferencias que dictaban. Además de la investigación de la academia de West
Point, otros dos casos destacan en la larga lista de fenómenos paranormales que
los esposos han examinado. Uno de ellos es ampliamente conocido, por la
cobertura mediática que se le dio y por las películas que ha inspirado. George
y Kathy Lutz recurrieron a los famosos ‘cazafantastmas’ alegando que en su
casa, ubicada en el condado de Amityville, ocurrían extraños y terroríficos
sucesos: voces de dudosa procedencia, olores raros, ruidos, apariciones,
levitaciones y drásticos cambios de temperatura. En esa ocasión, la pareja de
investigadores paranormales acudió con camarógrafos y reporteros del canal
Channel 5 de Nueva York. En dicha residencia, antes de que en ella vivieran los
Lutz, Ronald DeFeo asesinó a los seis miembros de su familia con un rifle.
Aunque se habla de que el Horror de Amityville es en realidad una farsa ideada por
los Lutz para ganar dinero, Lorraine asegura haber sentido presencias malignas
en dicho lugar. Como ‘recuerdo’ de su paso por la casa maldita los Warren
difundieron una fotografía de un supuesto ‘niño demoníaco’ captada en la
residencia.
Otro caso célebre es el que fue adaptado al cine en 2013 por James
Wan: ‘El Conjuro’. La película, que según Lorraine se apega bastante a los
acontecimientos sucedidos, cuenta la historia de los que les sucedió a los
siete integrantes de la familia Perron cuando se mudaron a una casa en
Harrisvielle en Rhode Island.
Dicha
casa estaba, aparentemente encantada por una bruja que vivió allí a inicios del
siglo 19 y que maldijo esa tierra para que quien quiera que la habitara
posteriormente muriera. Lorraine además de aparecer en un cameo del filme fue
consultora de los productores. Los Warren son también autores de numerosas
publicaciones y libros en los que registran sus indagaciones paranormales. De
igual manera, son responsables de entrenar a algunos investigadores
paranormales y demonólogos, como Dave Considine, Lou Gentile y John Zaffis (su
sobrino). En la actualidad Lorraine sigue administrando el museo, que aparte de
ser el hogar de la espeluznante Annabelle y de muchos otros recuerdos de
experiencias sobrenaturales recopilados por décadas, es el lugar con mayor concentración
de presencia demoniaca del mundo (según sus dueños). Por esta razón está
terminantemente prohibido tocar los objetos allí exhibidos y entrar en dicho
habitación después de la caída del sol. Ed Warren murió en 2006, el 23 de
agosto. Cinco años antes de su deceso se levantó a las dos de la madrugada para
abrirle la puerta al gato, en ese momento sufrió accidente cerebrovascular y
permaneció en coma por 11 semanas. Así consta en un obituario publicado en el
diario The Sun de Nueva York. Al despertar Ed perdió el habla y no volvió a
dirigir palabra alguna. Falleció a los 71 años en su casa en Monroe. Lorraine
estuvo a su lado todo el tiempo
Algunos
objetos poseídos y diabólicos que están en el Museo de ocultismo de los Warren,
mismo donde se encuentra la muñeca Annabelle.
Los Warren fundaron el Museo
de ocultismo en 1952, y eran muy felices compartiendo las macabras historias de
terror que había protagonizado cada uno de los objetos ahí expuestos. La
única regla para recorrer el museo es no tocar absolutamente nada, pues hay
piezas que todavía siguen guardando energías muy negativas, a pesar de haber
sido exorcizadas”, asegura la demonóloga Lorraine Warren, quien en la
actualidad, ante la muerte de su marido Ed en el año 2006, es la única administradora
del museo, único de su tipo en el mundo y que diariamente recibe visitantes de
todas partes del mundo. La demonóloga de 87 años agrega que “dada la naturaleza
maléfica de los objetos que están en el museo, se podría decir que éste es uno
de los lugares con mayor concentración de presencia demoníaca en el mundo. Por
ello, está totalmente prohibido entrar al museo después que cae la luz del sol.
La misma Lorraine Warren recuerda que el
único incidente serio que ocurrió en el museo afectó hace algunos años a una
pareja de jóvenes visitantes, quienes, tras pararse frente a la urna de cristal
donde reposa Annabelle, comenzaron a tocar el vidrio y a burlarse de la muñeca.
“Mi marido los expulsó y ellos se fueron en la misma moto en la que llegaron.
Al parecer, el muchacho continuó haciendo bromas sobre la muñeca cuando de
repente perdió el control del vehículo y se estrelló contra un árbol. El joven murió
en el acto y su novia pasó cerca de un año en el hospital, reponiéndose de
heridas muy serias. Esta chica hasta el día de hoy afirma que fue Annabelle la
que mató a su novio y nosotros, conociendo el triste historial de la muñeca,
pensamos lo mismo”.
El fallecido Ed Warren, consultado en una oportunidad
por la naturaleza de los temidos objetos que están en este macabro museo,
relató que “los objetos profanos como la muñeca Annabelle tienen su propia
aura. Cuando los tocas, tu aura humana se reúne con la de ellos. Este cambio
atrae a los espíritus malévolos, es como encender una alarma. Como son objetos
tan peligrosos, lo ideal es que estén aquí todos juntos, para que no causen
daño o puedan ser usados por personas inescrupulosas para hacer el mal. Recuerdo
que una vez me encontraba acompañado de un oficial de policía, trabajando en un
caso que involucraba magia negra y que estaba relacionado con un asesinato que
había ocurrido en el área. Este policía era un hombre muy escéptico, que no
creía en fantasmas ni nada parecido. Y aunque era un oficial muy curtido, que
había estado expuesto durante toda su carrera a hechos de sangre muy
dramáticos, definitivamente no era la clase de persona que se asustaba
fácilmente. Mientras estábamos hablando en el museo, mi esposa Lorraine me
llamó para tomar una llamada de larga distancia. Yo le dije al detective que
podía recorrer el lugar, pero le repetí varias veces que no tocara bajo ninguna
circunstancia ningún objeto, porque la mayoría de ellos provenían de casos donde
habían estado involucrado demonios. A los cinco minutos apareció el policía
pálido. Cuando le pregunté qué había pasado me dijo, bastante consternado: “La
muñeca, la muñeca se movió. La muñeca de trapo es…real”. Estaba hablando de
Annabelle, ya que al parecer se había acercado más de la cuenta a la urna donde
ésta se encuentra encerrada. Por supuesto, a contar de ese incidente, el
detective nunca más visitó nuestra casa y todas nuestras futuras reuniones las
hicimos en su oficina”.
1. Muñeco Shadow
Este
inocente muñeco es parte de los más escalofriantes objetos del lugar, y no se
dejen llevar por su inocente imagen. Shadow es parte de una investigación
efectiva en la que se descubrió que cuando los chicos tenían a este juguete
cerca tenían extrañas pesadillas en las que se les podía detener el corazón.
(¿No es hermoso?Bellisimo me encanto es como un pequeño Freddy Krueger)
2- Cuernos
Esta
figurilla diabólica ha sido utilizada en varios ritos terribles, y se encuentra
protegida en el museo para evitar que alguien la vuelva a utilizar. Es un ídolo
satánico que supuestamente se encuentra en los bosques de Connecticut, donde se
llevan a cabo las ceremonias de invocación.
3- Espejo de la plantación Myrtles
Este era el
lugar original del espejo, pero ahora se encuentra resguardado en el museo de
los Warren, ya que el pánico que generaba era inmenso. Se dice que este espejo
tiene alojados a varios espíritus que gozan de aparecer y manifestarse en él.
4- El piano del terror
Este es un
piano digno de película de Scooby Doo, pero mucho más tétrico. Forma parte de
la gran colección paranormal,
y su historia cuenta que atormentaba a sus dueños cuando comenzaba a sonar
solo.
(No importa como sea yo tocaría la balada del exorcista me enamoré de este piano)
5- Máscaras
Alrededor de
20 máscaras se albergan en el lugar, y estas fueron utilizadas en ritos
satánicos y sectas encargadas de atraer el mal...
(Tranquilamente las podríamos usar en nuestro show de terror Silencio y Oscuridad aunque las nuestras son más aterradoras)
6- El vestido de novia
Este vestido de novia perteneció a una niña rica
llamada Anna Baker que se enamoró de un pobre trabajador de mina. El padre de
la chica le prohibió seguir con el romance y ella murió, pero su vestido de
novia ya estaba elegido y dicen que cuando hay lunas llenas se mueve, como
símbolo de que el alma de Anna no descansa en paz.
7- La tumba de Bathsheba Sherman
Si viste la película de El Conjuro recordarás que uno
de los espíritus más terribles era el de Bathsheba Sherman; quien, según las
malas lenguas, fue una bruja que practicaba el satanismo y que había vivido en
la casa en el inicio del siglo XIX, donde se suicidó ahorcándose en un árbol
detrás del granero. Varios jóvenes acudieron al cementerio para tomar piedras
se su tumba y usarlas en trabajos de brujería, y en el museo se encuentran
algunas piedras utilizadas en esos ritos.
8- La muñeca Annabelle
La muñeca
Annabelle es sin duda alguna la atracción número uno del lugar; sobre todo,
después de la película que la hizo famosa. Es impresionante ver la inocencia
que aparenta esta muñeca de trapo que sirve como canal para las malas en
energías.
Estos son los más tenebrosos artefactos
del lugar, y al verlos surge una pregunta final:
¿Qué pasará cuando Lorraine
Warren ya no esté a
cargo de ellos?
(Se acuerdan de liberen a Willy, creo que abría que liberar a esta hermosa y pobre muñeca de una puta vez, dejen en paz a Annabelle y sus demonios y nada malo hará a esta sociedad tan intoxicada esta es mi conclusión final, hicieron un buen aporte es interesante para este mundo paranormal donde nunca estamos solos)
Les comparto un informe con audios originales del exorcismo
El idolo de conneticut :3 me encanto
ResponderEliminarmuy bueno tu blog
ResponderEliminarGracias! por tu comentario te deseo unas eternas lunas.
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