martes, 30 de agosto de 2011

"Sombras"- Lucila Castro Díaz









Sombras

Camino en el valle de las sombras, buscando los resto de quien fui, juntando los fragmentos de mis sueños rotos, miro las filas de las lapidas de mis días felices, aquellos que parecen a ver sido en otra vida, recuerdos borrosos y espejos vacíos de reflejos,  ¡esta lúgubre manía de traerte de entre los fantasmas del pasado! ¡me arrastra!, me arrastra a los abismos, me arrastra a sumergirme en la mas fría oscuridad, la de mi propia alma, rodeada de sombras observo el mundo seguir adelante, pienso en el  tiempo perdido, todo lo que ame se esfumó por el valle de la muerte. Puedo escuchar el sonido de mis lágrimas cayendo sobre el papel en que escribo, seguramente en mi vida alguna vez hubo luz, una luz brillante, nadie nace en la oscuridad, pero solo recuerdo estar siempre en la penumbra, ¡sola, sola con mi sombra!, no nací para estar rodeada de personas.
Alguna vez fui feliz, solía verme en tus ojos y sentir amor, nuestras sombras caminaban juntas, éramos una sola sombra en medio de la noche, pero resulto luego que la felicidad no era para mí, por eso estoy siempre en las sombras, ¡aún te busco!, aún necesito ver tu sombra y mi sombra sumergidas en la noche, siendo una sola sombra, déjame unir mi sombra a tu sombra. La soledad es una mujer desnuda, llorando escondida en las sombras del día y de la noche, una mujer eternamente enamorada.
Camino en el valle de las sombras para esconder mi dolor, para consolar los tormentos de mi alma, y leo una y otra vez un vieja carta amarillenta y arrugada para sentirte a mi lado, podría ser feliz aunque sea por un instante, si tan solo pudiera  palpar las sombras, pero sólo puedo esconderme en ella, siempre se desliza por mis manos, hasta  lo más profundo de mi corazón, rosas marchitas se quiebran al pasar las paginas del libro de mi vida, ¡vida esta agonía no es vida! A veces la ausencia duele tanto en el alma que sonreír  provoca heridas que sangran dentro nuestro, sombras acariciándome en tu recuerdo, ¡sólo quiero descansar en la sombra más oscura!, desvanecerme lentamente entre las penumbras, mi alma desborda de nostalgias, se regocija en la felicidad que nunca tuvo. El viento atrae la melodía de los ángeles oscuros, rosas negras se abren al mundo revelando el corazón que no tienen, y esta lúgubre manía de traerte de entre los fantasmas del pasado, ¡me arrastra!, me arrastra a los abismos, me arrastra a buscarte en las sombras aunque sé que jamás voy a encontrarte, silencio, triste silencio, déjame ser la heroína que te rescata de las garras de la muerte, déjame escucharte solo una vez más, reír, llorar, gritar aquellas palabras por las que vale la pena vivir, las sombras protegerán mi condena, seremos por siempre una sola sombra, sólo tengo que esperar y la espera me fastidia, será tu sombra unida a mi sombra agitándonos en la tibieza de la eterna oscuridad de nuestras almas, ya no puedo ver mi sombra sola, aunque cierre los ojos y tu sombra y mi sombra se unan en mis pensamientos, prefiero seguir sumergida en las tinieblas que volver a caminar en las calles y ver a mi sombra caminando sola.








La soledad es una mujer desnuda, llorando escondida entre las sombras de la noche...
Pudiera ser tan feliz con tan solo acariciar las sombras, a veces la ausencia duele tanto, que sonreír lastima el alma…
Sólo busco los fragmentos de mis sueños rotos entre tantas sombras que me envuelven, con el deseo de unirlos y sentirte a mi lado...









Este corazón mío late cada vez más lente...Seré cenizas en tus frías manos ausentes...Seré huesos carcomidos en el silencio de lo que dices.





Nadie nace en la oscuridad, pero solo recuerdo estar siempre en las sombras...Mis días felices se suicidaron hace tanto tiempo, el reloj de arena marca el tiempo en silencio mis horarios pedidos en la nada, una fila de estatuas corroídas por el tiempo me hablan con mi voz, solo quería un silencio perfecto, perdida en la dulce mirada de un demonio que me mira con mis ojos.









Sólo somo reflejos del otro lado del espejo, Siempre fui diferente una extraña melancolía crecio de mi mano, siempre vi la parte nublada del cielo sobre mi cabeza...
A veces la oscuridad es la luz que enceguece a aquellos que viven sin queres ver quienes son en realidad...





5 comentarios:

  1. salieron bien tud fotos, ya te doy aprovasion en el espejo gotico. saludos amiga

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  2. Siempre fui diferente una extraña melancolía creció de mi mano, siempre vi la parte nublada del cielo sobre mi cabeza...CUANTAS VECES ME HE SENTIDO DE ESTA FORMA. UN HONOR LEERLA Y APRECIARLA EN SU ARTE FOTOGRÁFICO MAESTRA.

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  3. ami me an criticado muchas veses pq n soy igual a ellos

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  4. cracias por ponerme atencion nadie me toma encerio solamente miro el lado negro del mundo

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    1. Por favor cono no ponerte atención adoro a la gente que busca el lado oscuro del mundo y de la vida. saludos y buenas lunas.

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