miércoles, 27 de diciembre de 2017

Quema del muñeco de Año Viejo


Somos supersticiosos por naturaleza, y con el paso del tiempo cada vez lo seremos más,  porque al fin y al cabo las manías en muchas ocasiones son supersticiones. Esto, claro está, es mi opinión, pero hoy estaba pensando en que tengo que hacerme la maleta para un año más, disfrutar de una noche vieja en familia y amigos, mi madre era muy supersticiosa y decía que debía usar ropa interior roja para recibir el año nuevo, no rosa roja,  para tener buena suerte, por un lado una idea fantástica, por otro lado creyendo en vos mismo lograras grandes cambios.
Con una mentalidad en sintonía con tus deseos, podes ayudar a que el amor, la salud y el dinero lleguen  más rápido y así iniciar el 2018 con la mejor actitud y listos para cumplir nuestras metas el año nuevo.

Año viejo o Muñeco de la Noche vieja
La quema de año viejo es una simpática costumbre que se mantiene viva en algunos estados, se trata básicamente de la quema de un muñeco de trapo que simboliza al año que se va. Este muñeco es rellenado completamente de pólvora y paralelamente a las 12 campanadas del 31 de diciembre de cada año es encendido. La quema del año viejo es acompañada de la lectura de un testamento, este discurso está completamente basado en las anécdotas vividas por los propios vecinos. La quema del muñeco ya es considerado como un atractivo espectáculo sentimental por lo que se lleva el año, pero la parte divertida no para todos es la lectura del famoso testamento. 
Año Viejo no puede faltar  realizaré este muñeco, una forma divertida de festejar la llegada del año que esta  y llena de simbolismo, me trae hermosos recuerdos.
De que se trata el muñeco de la noche vieja, básicamente representa el año que termina, es un muñeco elaborado con ropa vieja, cartón o papel, relleno de  paja o aserrín y con frecuencia con artefactos pirotécnicos bien colocados para no recibir el año en el hospital de quemados, este muñeco se arma para ser quemado a la medianoche del 31 de diciembre, víspera del año nuevo. Esta práctica se realiza en varios países latinoamericanos, desde México hasta Uruguay y en algunas regiones de Colombia y Venezuela. Aunque la costumbre y tradición está más arraigada desde el punto de vista popular en Ecuador, en Argentina se realiza cada año en La Plata en la mayoría de las ciudades y pueblos de la costa  hasta se realiza un concurso del mejor muñeco de nochevieja en la radio local.
El ritual se debe distinguir de la Fiesta del Judas que a pesar de tener características similares tiene distintas connotaciónes y se celebra en algunas regiones de España y de América Latina, al inicio de la semana de pascua o en el domingo de resurrección el muñeco de la noche vieja no tiene nada que ver con la fiesta de judas.
Igualmente el año viejo se debe distinguir de las efigies que se incineran en protestas políticas, aunque también suelen representar personajes concretos o símbolos de organizaciones y países objetos del rechazo, porque se realizan en cualquier época del año y sin los elementos rituales del 31 de diciembre.
Los muñecos de la noche vieja se elaboran en familia, grupos de amigos o vecinos y se exhiben en los barrios y fuera del concurso que algunas autoridades regionales organizan, generalmente representan en forma no específica a un anciano con pelo canoso y arrugas, con expresión triste o lastimera si la máscara es muy elaborada, aunque también puede ser una linda costumbre familiar realizada con precaución.
La elaboración, exhibición estática o procesional y culminación con quema del Año viejo, en medio de una fiesta cargada de símbolos, hace parte de las celebraciones de fin de año o nochevieja.


 La Nochevieja, Víspera de Año Nuevo, Año Viejo o fin de año, es la última noche del año en el calendario gregoriano, comprendiendo desde 31 de diciembre hasta el 1 de enero (Año Nuevo). Desde que se cambió al calendario gregoriano en el año 1582, se suele celebrar esta festividad, aunque ha ido evolucionando.

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