sábado, 4 de febrero de 2017

El origen de La Tabla Ouija




La tabla Ouija es uno de los juegos más populares a través del cual se puede invocar y establecer contacto con los muertos, este tablero fue el protagonista de numerosos juegos espiritistas que no terminaron nada bien. En esta entrada descubrirás el origen e historia detrás de este terrorífico juego.
Son muchos los que aseguran que la Ouija es más que un simple juego de mesa, por el contrario, se trata de un método muy peligroso que no debe utilizarse a la ligera. Subestimarlo ha sido el error de muchas personas que después de jugarlo observan cómo sus vidas se ven afectadas por las consecuencias de abrir portales hacía lo desconocido.


El tablero güija tiene un origen impreciso, en la moda espiritista de finales del siglo XIX, y que dio lugar a una patente registrada el 28 de mayo de 1890 declarando al estadounidense Elijah Jefferson Bond como su inventor, y a William H. A. Maupin y Charles W. Kennard como titulares. No está claro si Bond o los titulares inventaron realmente algo o simplemente patentaron una de las muchas planchettes (‘planchitas’) o tablas parlantes para comunicarse con los espíritus que circulaban por Europa y Estados Unidos. En todo caso, Kennard creó la empresa para la fabricación del tablero y comenzó a vender los primeros ejemplares en 1890.
Kennard inventó asimismo el nombre ouija, afirmando que era una antigua palabra egipcia que significaba ‘mala suerte’, Afirmaba que su origen se remontaba hasta el antiguo Egipto, aunque no presentó ninguna evidencia que probara tal afirmación. Posteriormente, la patente fue vendida a William Fuld, antiguo empleado de Kennard, cuya compañía comercializó el juguete hasta que Parker Brothers adquirió los derechos en 1966, fue Fuld quien afirmó que la palabra ouija era una mezcla de los vocablos oui y ja, que significan ‘sí’ en francés y alemán respectivamente. Actualmente, otras empresas comercializan este tablero, que en inglés se llama witchboard (‘tablero de bruja’) y fue creada por la empresa MIS 

El origen de la Ouija, el tablero dotado de letras y números con el que supuestamente se puede entablar contacto con los espíritus de los muertos, es impreciso. Un tablero bastante parecido a una Ouija fue encontrado alrededor del año 1.200 A.C. en China, país donde algunos sabios acostumbraban a guiar un palo alrededor de una bandeja llena de arena para comunicarse con los espíritus del más allá. Otras fuentes afirman que Pitágoras, en el 540 a.C. realizó sesiones de espiritismo con una especie de tablero con ruedas que él mismo denominó “la tabla mística”.

La Ouija se popularizó de verdad de la mano de la moda espiritista que se extendió por todo Occidente hacia finales del siglo XIX. Adquirió tal fama que muchas personas comenzaron a celebrar sesiones organizadas de espiritismo, donde se preguntaba a los espíritus y las respuestas eran respondidas mediante una serie de golpes o sacudidas. Se cuenta, por ejemplo, que Mary Todd Lincoln, esposa del Presidente de los Estados Unidos Abraham Lincoln, celebró sesiones con la tabla Ouija en la Casa Blanca de forma regular para comunicarse con sus hijos fallecidos.
Por entonces los métodos de adivinación incluían el balanceo de un péndulo sobre una placa que tenía letras alrededor del borde o el uso de una tabla entera para indicar las letras dibujadas en el suelo.

En 1890 los empresarios Elijah Bond y Charles Kennard patentaron una tabla con el alfabeto escrito, inventando así la tabla Ouija que se conoce en la actualidad.



El tablero ouija tiene un puntero movible (de forma triangular o de otra forma; también puede ser un vaso vacío) en medio del tablero de juego. Todos los jugadores ponen sus dedos índices sobre el triángulo. A cada lado del tablero hay un sí y, del otro lado, un no; arriba un hola y abajo un adiós y en forma circular las letras del abecedario. Para comenzar el juego, cada participante hace una pregunta, y espera a que el puntero se mueva hasta una letra, luego hasta otra, hasta formar una palabra coherente.

Después de las dos guerras mundiales, la demanda de las tablas Ouija aumentó considerablemente debido al interés de las viudas por comunicarse con sus maridos muertos en combate. Aleister Crowley, el famoso ocultista inglés que en el siglo pasado fundó una filosofía religiosa, también impulsó el uso de este tablero, del que afirmó que “no es ningún juego y las personas que lo utilizan caminan en un terreno peligroso,  les dan permiso a cualquier espíritu desconocido para comunicarse con ellos”.
Para muchos expertos de los fenómenos paranormales la práctica de la Ouija permitiría abrir de par en par las puertas hacía dimensiones cercanas e imperceptibles a la nuestra, contactando así a seres que en ocultismo reciben el nombre de “bajos astrales” o “cascarones”, vale decir, entidades poco evolucionadas y todavía aferradas al mundo físico; o bien “espíritus sin luz” o “almas en pena” que quieren manifestar su estado de angustia al mundo de los vivos.

David Farrant, jefe de la British Psychic and Occult Society, califica de hecho a la Ouija como una vía hacia fuerzas poderosas y maléficas. “Las personas que juegan a la Ouija podrían verse afectados por las energías negativas de las que son portadoras tales entidades. En ciertos casos podrían darse incluso posesiones de algún tipo entre los participantes que están tratando de comunicarse con ellas”, aseguró.
La Ouija y sus fatales consecuencias

Los supuestos casos sangrientos relacionados con el uso de la Ouija no son escasos. En 1972, Jennifer Lynn Sprigman, una chica de 14 años que vivía en Illinois, jugó a la Ouija con una compañera de la escuela y lo primero que le preguntó a la tabla fue a qué edad iba a morir. La aguja dio como resultado el número 18 y, posteriormente, apuntó las palabras “asesinada” y “estrangulada”. El 3 de octubre de 1976, dos semanas antes de que Lynn cumpliera 18 años, la chica falleció a manos de un estrangulador que jamás fue capturado.
En 1995 en Arkansas, dos chicos de 20 años que profesaban el satanismo invitaron a otros dos amigos a jugar a la Ouija para supuestamente comunicarse con un ser del más allá, a quien ellos nombraban como “el amo”. Los mismos muchachos terminaron apuñalando a sus invitados y cuando fueron ingresados a un hospital psiquiátrico aseguraron que “el amo”, por medio de la Ouija, les había ordenado actuar de esa manera.
En un caso más reciente, un adolescente de 15 años identificado como Colin Roberts fue encontrado colgado de un árbol junto a una iglesia de Belfast, después de que un espíritu malvado supuestamente le hablase por medio de la Ouija. Y hace unas pocas semanas, en Perú, una adolescente fue internada en un hospital con supuestos signos de posesión demoníaca, después de haberse reunido con un grupo de amigas de su colegio a jugar Ouija a la casa de una de ellas.

Desde el punto de vista religioso la crítica apunta no a la falta de efectividad del tablero ouija, sino precisamente a su efecto. Según algunas corrientes religiosas, jugar al tablero ouija equivale a dar paso a entidades sobrenaturales malignas, que pueden causar daño a los jugadores y hasta posesiones demoníacas.
La postura católica oficial es que más allá de los efectos peligrosos de esta y otras prácticas (espiritismo, adivinación, hechicería), las mismas son contrarias al respeto que se debe tener a Dios porque encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de obtener la protección de los poderes ocultos. 





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