“Holmes
Castle” El
Hotel del Horror. El verdadero Hotel Cortez
H.H. Holmes es James March
Ryan Murphy ya ha reconocido que se basa
en sucesos reales para armar las tramas de American Horror Story. En Hotel hay una gran variedad de historias
reales que han servido de inspiración
para dar vida a los huéspedes del hotel Cortez.
H.H. Holmes Y James March, el propio Evan Peters ya confirmó que la historia de su personaje está basada en H.H. Holmes. El que fuera considerado como el primer asesino en serie de la historia de Estados Unidos ha servido de base para crear al personaje James March. El Hotel de AHS esta basado en dos hoteles el de H.H Holmes y el Cecil.
Herman Webster Mudgett mació el 16
de mayo de 1861, también conocido como Dr. Henry Howard Holmes o simplemente “Dr. Holmes”, fue un asesino en serie estadounidense
que confesó hasta veintisiete asesinatos y cincuenta intentos de asesinato.,
y puede haber sido responsable de hasta el 200, según algunas estimaciones. Sin embargo, no fue sólo el número de
víctimas que le dieron a Holmes su lugar
en la historia de asesino en serie, sino la forma en que se realizo las obras de su
Hotel.
Hijo de un padre abusivo y
una madre puritana, su
padre , jefe de correos de profesión, era un hombre severo parecía tener tendencia a
emborracharse y cuando se hallaba bajo los efectos del alcohol su
comportamiento era violento, aunque en este punto discrepan los
investigadores que no mencionan ese aspecto de la personalidad de Holmes(le
llamaré así a lo largo del artículo) En cuanto a su madre era una mujer muy religiosa que profesaba la fe metodista y que
trataba de compartir su fe con su hijo, al que adoraba y mimaba,
leyéndole la biblia
Holmes contaría después que cuando era
niño sus compañeros de clase le obligaron a tocar un esqueleto conociendo el
miedo que esto le causaba para reírse a su costa y que habría sido aquí cuando
comenzó su particular fascinación `por la muerte. Tal vez fuera así o tal vez
lo fuera de otra forma, porque los psicópatas, como vimos ayer, no tienen
ningún problema en mentir siempre que lo consideren favorable para sus
intereses. Incluso se especula con que esta atracción por la
muerte pudo traducirse en un primer asesinato cuando apenas tenía siete u ocho
años, fecha en la que su
primaMary Mudgett murió ahogada
en un arroyo próximo a la casa del pequeño Holmes, aunque no es más que una
especulación ya que hoy no es posible confirmar si fue asesinada o se trató de
un accidente. Además de esa fascinación morbosa por la muerte Holmes también estaba fascinado por los
artilugios mecánicos, realizando incluso sus propios diseños, una fascinación que en su edad
adulta tendría unas aplicaciones tenebrosas.
Muy pronto
manifestó una atracción hacia las mujeres con fortuna, un interés poco
corriente que lo enmarcaría como un Don Juan del crimen. A los dieciocho años se
casó con una rica joven llamada Clara Louering para pagar sus estudios de
medicina, la arruinó y una vez obtenidos con lustre sus diplomas en la Universidad de Míchigan, la abandonó para irse
a vivir con una viuda, que satisfizo sus necesidades gracias a las rentas de su
respetable casa de huéspedes. Siendo ya médico, dejó a aquella segunda
conquista, ejerció durante un año en el estado de Nueva York y fue después a establecerse en Chicago.
Herman Webster Mudgett, conocido como, Henry Howards Holmes, comenzó su carrera criminal muy pronto, mientras estudiaba medicina en la Universidad de Michigan en 1882. Con 21 años, comenzó a robar cadáveres para desfigurarlos y estafar al seguro -cobrando las pólizas que el mismo contrataba con engaños y documentos falsificados-, haciéndoles creer que los asegurados habían muerto en un accidente. Fue solo el principio.
Abandonó la carrera antes de la graduación, para probar suerte en el mercado farmacéutico, trabajando en diversas ciudades del país hasta que decidió afincarse, junto a su mujer, Clara Lovering, en la farmacia de Elizabeth Holton en Chicago.
Guapo, con aire
distinguido, siempre elegantemente vestido, Mudgett tenía innumerables éxitos amorosos.
Al llegar a su nueva ciudad no tardó en seducir a una joven millonaria llamada
Myrta Belknap. Tomó el nombre de Holmes para vencer las reticencias que la
señorita le oponía, se casó con ella, y gracias a unas falsificaciones de
escrituras, estafó 5,000dólares a su
familia política para hacerse construir una casa suntuosa en Wilmette.
Luego consiguió en
las afueras de Englewood la herencia de una farmacia propiedad de una viuda de quien se
hizo su amante y hombre de confianza. A base de falsificaciones de contabilidad y de malversaciones de fondos, logró
hacerse dueño de la totalidad de sus bienes y después la hizo desaparecer.
Se cambió el nombre de Henry Howard Holmes para eludir el castigo
de sus estafas y un esquema anteriores particularmente macabra había robado
Holmes cadáveres de la
Universidad de Departamento de Medicina y Cirugía, de
Michigan mutilándolos, a continuación, reclamando los cuerpos eran víctimas de
accidentes para cobrar el dinero del seguro.
Poco después
de su llegada a Chicago, Holmes encontró empleo como farmacéutico y comenzó a
trabajar en lo que sería su "castillo de asesinato." Bautizado como Mundial
Fair Hotel, que era de tres pisos y un bloque completo de largo. El sitio fue
diseñado aparentemente como un espacio de alojamiento para los visitantes de la Feria Mundial de
Chicago, también conocida como la Exposición Colombina
Mundial, que tendrá lugar en Chicago en 1893.
Holmes
Castle El laberinto de la muerte del Dr. Holmes
Para construir
su castillo, el "Holmes Castle", el Dr. Holmes recurrió a varias
empresas, a quienes nunca pagaba e interrumpía pronto sus obras, alegando que
su trabajo era insuficiente, en realidad, él cambiaba los obreros para asegurar
que nadie se percatara de su plan maestro, de esa manera, él era el único en
conocer en detalle un edificio cuyo extraño arreglo habría podido suscitar la
curiosidad. Se estaba preparando la exposición de 1893, que debía atraer a Chicago una cantidad considerable de gente,
incluidas mujeres guapas, ricas y solas. Holmes adquirió un terreno gracias a
una serie de estafas y emprendió la construcción de un hotel con aspecto de
fortaleza medieval, cuya disposición interior concibió él mismo. Cada una de
las habitaciones del inmueble estaba provista de trampas y puertas correderas que daban a un laberinto de pasillos secretos desde los cuales,
por unas ventanillas disimuladas en las paredes, el doctor podía observar a
escondidas a sus clientes.
Disimulada bajo el
entarimado, una instalación eléctrica le permitía seguir en un panel indicador
instalado en su despacho el menor desplazamiento de sus futuras víctimas. Con
abrir unos grifos de gas podía asfixiar sin
desplazarse a los ocupantes de algunas habitaciones.
Las puertas fueron manipuladas con alarmas que realiza un
seguimiento del movimiento de los huéspedes. Una
habitación en el segundo piso era conocido por Holmes como la "cámara
colgando secreto" y sirvió sólo el propósito uno podría imaginar.
Un montacargas y dos "toboganes" servían
para hacer bajar los cadáveres a una bodega donde según los casos,
eran disueltos en una cubeta de ácido sulfúrico, reducidos a polvo por incineración,
o hundidos vivos en una cuba llena de cal. En una habitación
llamada "el calabozo" había instalado instrumentos de tortura.
Una de las máquinas instaladas llamó especialmente la atención de los
periodistas: un autómata que
permitía hacer cosquillas en la planta de los pies de las
víctimas hasta matarlas de risa.
El
Holmes Castle fue terminado en 1892 y
la Exposición
Universal de Chicago abrió sus puertas el 1 de mayo de 1893. Durante
los seis meses que duró, la fábrica de matar del Dr. Holmes no se desocupó. El
verdugo escogía a sus "clientas" con precaución, tenían que ser
ricas, jóvenes, guapas, estar solas, y para evitar las visitas inoportunas de
amigos o familiares, su domicilio tenía que estar situado en un estado lo más
alejado posible de Chicago.
Este laberinto era en que Holmes atrajo a sus víctimas. Él asfixiar a ellos, colgar, incluso
sellarlos en cámaras de la bóveda-como dejarlos morir de hambre o de sed. Sus cuerpos fueron colocados en un
ascensor maniquí o bajaron por una rampa metálica secreta que conducía al
sótano.
En
la planta baja, Holmes sería entonces diseccionar cuerpos de sus víctimas,
utilizando sus conexiones con la comunidad médica para vender sus huesos y
órganos. Hornos gigantes, pozos
de cal, y baños de ácido se instalaron en el nivel inferior y se utilizan para
disponer de los restos.
Con
el final de la exposición, las rentas del hotel acusaron una caída brutal y
Holmes se encontró pronto corto de dinero. Para procurarse ingresos incendió el
último piso de su inmueble y reclamó a su asegurador una prima de
60,000 dólares, sin pensar que la compañía podría hacer una investigación antes
de pagárselos. Una vez descubierto, el doctor se refugió en Texas, donde
realizó estafas que lo llevaron por primera vez a la cárcel. Liberado bajo
fianza, volvió a salir unos meses después no sin haber puesto en pie una nueva
operación criminal.
La
idea era sencilla: un cómplice, llamado Pitezel, debía hacerse un seguro de
vida en una compañía de Filadelfia. Luego se presentaría como suyo un cadáver
anónimo desfigurado por un accidente. La prima que cobraría la sra. Pitezel
sería repartida y el "muerto" iría durante algún tiempo a hacerse
olvidar a Sudamérica. Sin embargo Holmes cambió de planes y mató realmente a
Pitezel, evitándose la búsqueda de un cadáver desfigurado y quedándose con todo
el dinero de la prima, ya que luego se deshizo de la sra. Pitezel y de sus hijos.
Para su desgracia, Holmes tuvo la mala idea de cambiar su plan y de matar
realmente a Pitizel. Aquella solución tenía en su opinión la ventaja de
ahorrarle la búsqueda peligrosa de un cadáver y, sobre todo, permitirle
quedarse él solo la totalidad de la prima, deshaciéndose ulteriormente de la Sra. Pitizel y de sus
hijos, lo cual, para él, sólo era un simple trabajo rutinario.
Holmes fue arrestado en Boston en 1894, en la que las autoridades
de punto de remontar su rastro a Chicago, la policía registró el hotel, encontraron
su laberinto de cámaras de tortura secretas, rampas, y las instalaciones
subterráneas de disección. Teniendo
en cuenta los métodos de Holmes, las autoridades encontraron restos humanos
completos. Descubrieron un montón
de huesos humanos y animales que incluyen los huesos de un niño de entre seis y
ocho años de edad. Una pila de
ropa de mujer con sangre fue encontrada junto a una mesa de disección cubierto
de sangre seca, una cadena de oro y un zapato de mujer que fue encontrado en
una gran estufa en el tercer piso.
La policía pudo conectar positivamente HH Holmes a nueve
asesinatos. El sospechoso confesó haber asesinado muchos más, aunque algunas de
las personas que nombró más tarde resultaron estar vivas.
Se descubrió que éste hotel
había sido utilizado como lugar de tormento y sala de ejecuciones. Los agentes
encontraron cámaras herméticas desde las cuales se podía bombear gas, un horno
lo bastante grande para contener un cuerpo humano, cubas de ácido, y
habitaciones equipadas con instrumental quirúrgico de disección así como toda
la parafernalia de la tortura. En el juicio un testigo de la acusación
describió su trabajo como empleado de Holmes, quien lo había contratado para
que le descarnara tres cadáveres a razón de 36 dólares por cadáver. Ante
el tribunal, Holmes afirmó haber asesinado a veintisiete personas a lo largo de
su vida. Sin embargo, esta cifra es poco creíble porque el acusado confesó
haber matado a personas que en ese momento seguían vivas, burlándose de la
justicia. Aunque no se sabe con certeza el número de víctimas, los
descubrimientos hechos en su castillo sugieren que es una cantidad
considerable, y la cifra de doscientas personas aventurada por algunos
criminólogos parece ser la más verosímil.
Holmes fue condenado a muerte por el Tribunal de
Filadelfia y ahorcado el 7 de mayo de 1896, su ahorcamiento duró 20 minutos, su cuello no se rompió al caer y murió asfixiado muchos decían que eso fue justicia divina por haber asesinado lentamente a muchas de sus victimas, Holmes contaba entonces con treinta y cuatro años. Nunca mostró arrepentimiento, pero sí solicitó ser enterrado a 10 pies de profundidad bajo una gruesa capa de cemento, para evitar así que otros pudieran robar su cadáver como el hacía en su juventud con otra gente.
Cuando Holmes fue ahorcado, en mayo de 1896, el
circo mediático había exprimido al personaje y sus múltiples sombras. Dos días
antes de la ejecución, el New York Journal de Hearst publicó una
“confesión detallada” firmada por el asesino a cambio de 7.500 dólares: incluía
desde abortos a tráfico de cadáveres y, desde luego, crímenes sanguinarios de
mujeres, niños y ancianas a lo largo de todo el territorio de los EE UU. El
documento era falso y fue redactado por un plumilla a
las órdenes del magnate.
El "Holmes Castle" es aún hoy la casa
de matar más sofisticada de toda la historia de la criminología.
Tal era la fama de Holmes que una frase lo
inmortalizó en el imaginario colectivo:
“Nací con el diablo como mi patrón a un lado de
la cama cuando vine al mundo y ha estado conmigo desde entonces…”. H. H. Holmes
La historia
norteamericana está plagada de cuentos sobre temibles asesinos en serie. Ted
Bundy, John Wayne Gacy, Jeffrey Dahmer y muchos más han aterrorizado a los
estadounidenses, y sus perversiones han dado lugar a todo tipo de leyendas.
Cada uno de estos sociópatas tenía su accionar particular y Herman Webster
Mudgett Holmes, H. H. Holmes o Dr. Holmes, El asesino en serie
más elegante del mundo que aterrorizó a Chicago
a finales del siglo XIX, no se queda atrás.
Si te Gusto esta entrada compartila en tu muro de facebook o dame un like.
eternas lunas
L.C.D
No hay comentarios:
Publicar un comentario