Continuando con la serie de artículos
sobre la mitología japonesa, hoy les traigo las más aterradoras, Japon tiene una basta cantidad de criaturas terrorífica…
El monstruo invitado: Gashadokuro gashadokuro
Imagina que vas andando por el Japón
rural, mochila a la espalda y té helado en la mano. El sol hace rato que
descansa y reina el silencio. Sigues por un camino de tierra, con campos de
arroz a los dos lados. Son más de las doce de la noche y has perdido el último
tren. Muy cerca de ahí un agricultor ya anciano que te saluda tímida pero
amablemente. De pronto, un zumbido seguido de un lejano “gachi-gachi“, crujido
familiar pero que no sabes muy bien a que se debe. El anciano reacciona y echa
a correr todo lo rápido que sus cansadas piernas le permiten. No es para menos,
un esqueleto de unos 20
metros de alto te acaba de sobrepasar, y antes de que
puedas decir “imperio astrohúngaro” agarra al señor con una mano, le arranca la
cabeza con la otra y empieza a chupar como quien termina una gamba.
Si hay un monstruo temible en el país
nipón, éste es el gashadokuro (o odokuro), algo así como “esqueleto hambriento”
en la traducción. Precisamente eso le convierte en una amenaza real para
cualquiera que se cruce en su camino, es 15 veces más alto que tú y se muere de
hambre.
Curiosamente, el gashadokuro no se
considera un youkai– literalmente “cosa rara de otro mundo” en el idioma
japonés y cajón de sastre para todo tipo de monstruos y criaturas- sino como
yurei– algo así como espíritu que se ha quedado atrapado en este mundo- más
cercano a nuestro concepto de fantasma o espectro.
No obstante, tiene sentido, ya que el
yurei en la cultura japonesa es una criatura atormentada, a menudo mujer, y en
muchas ocasiones, vengativa.
"Souma no furudairi", de
Kuniyoshi Utagawa
“Souma no furudairi”, de Kuniyoshi
Utagawa
Interpretación de Tatsuya Morino de como
sería un gashakoduro moderno
Interpretación de Tatsuya Morino de como
sería un gashadokuro moderno
En este caso, más que venganza lo que
busca el gashadokuro es alimentarse. Ya no tiene estómago, ni ningún órgano,
pero murió de inanición, posiblemente consecuencia de una guerra o hambruna en
su región y desde que volvió del más allá, no piensa en otra cosa. De hecho, se
dice que este monstruo es fruto de la unión de los huesos de cientos de
fallecidos.
Mientras sorben la sangre humana y
arrebatan la vida a sus víctimas, sacian por un momento todo el ansia de rencor
y odio acumulados después del trauma que supuso morir en semejantes
condiciones.
Se manifiestan siempre en ambiente
rural- quizá porque estas zonas eran las más afectadas en tiempos de sequía-
siempre de noche y atacando de la misma forma que muchos depredadores,
esperando hasta que su presa esté sola y desprotegida. Como te comentaba antes
su modus operandis recuerda mucho al protocolo que nos encontraríamos en
cualquier marisquería de Cádiz. Sacar la cabeza del crustáceo, en este caso ser
humano, y empezar a chupar hasta que salga todo el jugo.
Estatua de Gashadokuro en Tottori
Estatua de Gashadokuro en Tottori
Hay una pequeña posibilidad de
sobrevivir si nos cruzamos con uno de estos gashadokuros. Si detectamos a
tiempo el zumbido- posiblemente producido por la campanilla que lleva en una de
sus manos- echamos a correr y nos escondemos en algún lugar donde no nos pueda
alcanzar seguramente nos libraremos de él, aunque posiblemente tendremos que
pasar la noche ahí- llevar algo de lectura y comida siempre viene bien.
Eso sí, no te confíes, recuerda que
estos gigantes están hechos de la unión de diferentes huesos y es posible que
pueda descomponerse en pequeñas piezas para poder acceder al hueco donde te
escondas.
Tú igual tienes más suerte, pero, por
desgracia, la gente como yo, que tenemos un pitido constante en los oídos somos
incapaces de detectar este tipo de frecuencias y estamos condenados a una
muerte lamentable.
Actualmente, Japón es un país de paz,
libre de guerras y hambrunas por lo que es difícil encontrarse con uno de estos
gourmets, aún así a mí no me verás caminar de noche por un pueblecito japonés,
no vaya a ser que me encuentre con el gashadokuro, o lo que es peor, con la policía
japonesa.
Kappa
hablaré del kappa. El kappa es uno de los monstruos del folclor japonés
más conocidos. Es un demonio que vive en el agua y que, de acuerdo a las
leyendas japonesas, vive en los ríos y estanques de Japón. Es un monstruo letal
y también bromista. En la tradición sintoísta, el kappa era considerado un dios
del agua.
Los kappa tienen una forma humana y
tienen más o menos la misma estatura que un niño. Hay varias ilustraciones de
los kappa, algunos parecen monos y hay otros que tienen un pico e incluso un
caparazón de tortuga. Sin embargo, en la mayoría de las ilustraciones aparecen
con una apariencia de reptil. Los kappa pueden nadar como un pez gracias a sus
características anfibias, como manos y pies palmeados. Lo más característico de
estas criaturas es que tienen un cráneo que tiene un recipiente en la parte
superior de su cabeza llena con agua. Supuestamente es su fuente de vida. Si se
seca, el kappa muere, a menos que regrese al agua. Una forma de matarlos
precisamente es saludarlos con una reverencia. Estas criaturas son tan corteses
que devuelven el saludo, vaciando el contenido de su cabeza. Si un humano les
llena la cabeza con agua y los salva de morir, quedan eternamente agradecidos
con ella.
Hay varias explicaciones sobre el origen
del kappa. Algunos dicen que se familias pobres que no podían cuidar de un bebé
los llevaban y los arrojaban al río para que murieran ahogados. Muchas familias
decidieron contarles a sus niños la historia del kappa para disuadirlos de ir a
los ríos, donde se podían encontrar a estos bebés. Otra teoría dice que se
puede tratar de una variación de Sha Wujing, un personaje que aparece en la
novela china “Viaje al oeste”. Hay algunas similitudes entre ambos, y es
probable que el nombre fuera reemplazado. Por último, otra explicación puede
ser la llegada de monjes portugueses a Japón en el siglo XVI. Los monjes
llevaban las patillas rasuradas y vestían túnicas con formas similares a las de
algunas ilustraciones de kappas. La palabra “capa” en portugués era utilizada
para referirse al hábito del monje, por lo que puede ser que haya sido
importado al idioma japonés.
Los kappa gustan de comer niños y
pepinos. En muchos relatos, estas criaturas son responsables de la muerte de un
niño por ahogamiento, lo que sirve para advertir a los niños que no naden
estando a solas. También se dice que son seres traviesos, que van a ver a las
mujeres bañarse y les roban sus ropas. Aunque atacan a las personas, son seres
que se han interesado en el hombre, aprendiendo su idioma. En ocasiones se les
describe como seres inteligentes que saben de medicina y agricultura que piden
pepinos o algún obsequio a cambio de sus servicios.
Hoy en día los kappa no son tan temidos
como antes. Incluso cerca de los ríos y de los estanques se pueden ver
estatuillas de kappa con letreros que advierten a los niños que no deben
acercarse mucho a la orilla del agua. También se pueden ver imágenes de estas
criaturas en muñecas kokeshi, pendientes, mochilas, loncheras y cualquier otro
tipo de mercancía. También existe un tipo de sushi en su honor, el kappamaki,
cuyo ingrediente principal es el pepino.
Hanako-san
Una leyenda urbana japonesa cuenta que
si sientes una presencia detrás de la puerta del baño debes tener cuidado, tal
vez sea el espíritu de Hanako-san. Una niña que murió en el colegio y espera
encontrar a alguien con quien vengarse.
Hanako-San es una niña fantasma
(adolescente en algunas versiones) que acecha en los baños de las escuelas
japonesas. Los japoneses la llaman “Toire no Hanako-San”, que literalmente
significa “Hanako del baño”.
Ella tiene el pelo ligeramente corto,
negro y lacio, usa una falda roja y su mirada, según cuentan, es capaz de
helarle la sangre al más valiente.
Habita el tercer cubículo de los baños
del tercer piso; en otras versiones de la leyenda, el cuarto cubículo; ya que,
en Japón, el 4 es considerado un número maldito por su semejanza fonética con
la palabra ‘shi’ (muerte). Su espíritu generalmente pena en los baños de
mujeres, pero no son pocos los casos de chicos que han salido despavoridos por
encontrársela en medio del mal olor, la humedad y la penumbra, ya que ella
suele preferir los baños descuidados y poco iluminados, por lo cual los
profesores, aprovechándose del miedo que inspira Hanako-San, recomiendan a sus
alumnos mantener limpios los baño.
El riesgo de encontrarte con Hanako-San
es mucho mayor si estás solo o sola: entonces, ni pienses en abrir la tercera o
cuarta puerta, porque allí la vas a encontrar, y la mirada que te dedique
rondará tus pesadillas por el resto de tu vida, puesto que la habrás hecho
enfurecer al irrumpir su privacidad (eso si consigues sobrevivir)…
Por otra parte, cuentan que, si no abres
la puerta tres o cuatro pero sientes una presencia en el baño, muy
probablemente se trata de Hanako-San. ¿Existe forma de averiguarlo? Por
supuesto, provocándola, incitándola a manifestarse, para lo cual puedes tocar
la puerta tres veces, llamarla por su nombre, o hacer la pregunta clave:
“¿Hanako, estás allí?”… No es seguro que te responda, aunque si lo hace, la
mayoría de versiones cuentan que dirá con voz baja y calmada: “Sí, estoy aquí”.
Una vez que sepas que está allí, realmente tendrías que tener agallas para abrir
la puerta, pues estará aún más enfadada que en los casos de quienes abren la
puerta sin haber preguntado. No obstante, si tienes un examen en el que hayas
obtenido la máxima nota, puedes estar tranquilo pues se dice que Hanako-San se
calma y desaparece (desvaneciéndose) cuando ve que eres un gran estudiante… Sin
embargo, una versión afirma que ella, tengas o no el examen, desaparecerá
metiéndose en el inodoro y accionando la válvula…
Ahora bien, hasta ahora solo se ha
presentado la visión más extendida de la leyenda, ya que existen conocidas
variaciones en las que Hanako-San se manifiesta de formas sencillamente
aterradoras:
• En la prefectura de Yamagata, cuentan
que Hanako-San no siempre responde con voz calmada: puede responder con voz
ronca, como de poseída por el Diablo, y entonces, aunque no mueras, podría
atacarte o asumir un aspecto tan monstruoso que necesites varias visitas al
psicólogo… O bien, según otra creencia de Yamagata, es mejor que jamás abras la
puerta pues Hanako no es una niña sino un demonio que emplea voz de niña para
que los curiosos caigan y se queden helados al ver que en realidad se trata de
un engendro con tres metros de altura y tres asquerosas y viscosas cabezas de
lagarto.
• En cierta escuela de la ciudad de
Kurosawajiri, cuentan que, si te metes al cuarto cubículo y dices tres veces
“ichibanme hanako-san, nibanme hanako-san, sanbanme Hanako-san” (primera
Hanako, segunda Hanako, tercera Hanako), una mano blanquecina aparecerá por
encima de la puerta del baño, resplandeciendo espectralmente con su luz de
ultratumba…
• En una escuela de la ciudad de
Yokohama, los alumnos creen que, si vas al cuarto cubículo del baño de los
chicos y le das vueltas al inodoro unas tres veces o más mientras insultas a
Hanako-San, una mano ensangrentada ascenderá desde el hueco del inodoro e
intentará atraparte.
• Diferente a las anteriores, en muchas
escuelas de Japón existe la superstición de que, si te raspas la rodilla en el
patio de la escuela, te podría salir el temido “Hongo Hanako”, el cual es como
una mancha blanquecina que, según cuentan, de alguna u otra forma te transmite
Hanako-San desde su costra, puesto que ésta está llena de ese tipo de hongo.
Probablemente te preguntarás cuál es el
origen de Hanako-San, y desde cuándo empezó a hablarse de ella. La verdad es
que ésta chica fantasma ha estado en boca de los japoneses desde la década de
los ochenta, ya que en ese entonces emergió como leyenda propia de la cultura
popular urbana. No obstante hay quienes dicen que ya en los años cincuenta se
hablaba de Hanako-San, aunque mucho menos. En cuanto a su origen, se han
planteado las siguientes versiones:
• Durante la Segunda Guerra
Mundial, Hanako-San estaba jugando a las escondidas cuando ella y los demás
alumnos fueron sorprendidos por una alarma de bombardeo, y entonces ella se
escondió en el baño y allí murió cuando las bombas enemigas la volaron en
pedazos…
• El padre de Hanako-San era un sujeto
abusivo, violento, pervertido y medio loco, que cierto día enfurecido la persiguió
para matarla, dándole muerte en un baño después de que ésta se escondiera allí.
• Hanako-San murió en un accidente. Unas
versiones (en Fukushima) dicen que se cayó por la ventana de la biblioteca de
la escuela; otras, más coherentes, que se cayó por la ventana del baño.
• Parecida a la del padre, una versión
cuenta que la madre de Hanako tenía problemas mentales y estaba perdiendo
progresivamente la cordura, hasta que un día perdió la razón e intentó matar a
su hija, dándole muerte en el baño, lugar en el que Hanako se había escondido.
• La más siniestra de las versiones,
cuenta que la escuela (muy probablemente un internado) de Hanako estaba en un
área boscosa, y Hanako había salido a dar un paseo entre los árboles, cuando de
pronto se percata de que un hombre (con un hacha en la mano) la estaba mirando
en forma perversa y malintencionada, ante lo cual ella se asustó y echo a
correr rumbo a la escuela (que al parecer estaba casi vacía en esos momentos),
ocultándose en un salón, donde estuvo agazapada hasta que, ante la proximidad
de las amenazantes pisadas, corrió rápidamente al baño, donde se ocultó en el
cuarto cubículo, cerrando la puerta con picaporte. Sin embargo el hombre
escuchó el ruido de la puerta y sabiendo donde se escondía dijo en voz alta:
“”hanako-san asobimashou” (¡Vamos a jugar, Hanako!)… Y entonces comenzó a
fingir que la buscaba, hasta que llegó al baño y a hachazos, destrozó la puerta
del baño y el despedazó a Hanako…
• Por último, algunos creen que Hanako
se suicidó en el baño, cosa que sí es creíble puesto que Japón tiene uno de los
mayores índices de suicidios, incluyendo casos de adolescentes y niños, los
cuales algunas veces se han matado por la presión social en torno a la
obtención de buenas notas, tales como las que hacen que Hanako se desvanezca…
¿será por coincidencia?
Futakuchi-Onna
Al igual que otros seres mitológicos de
aspecto humano, la
Futakuchi-Onna suele pasar desapercibida por aquellos con
quienes convive y, por lo general, es descubierta después de que una o más
personas se percatan de que los alimentos están desapareciendo misteriosamente
en proporciones alarmantes, ya que la segunda boca de la Futakuchi-Onna come
el doble de lo que come su anfitriona (la mujer en la cual está, a modo de
condena…).
Como ya se dio a entender, y es esto lo
que resulta más aterrador en la leyenda, la segunda boca de la Futakuchi-Onna
tiene conciencia propia y piensa o, para ser más precisos, piensa el espíritu
rencoroso y castigador que la controla… Por esto, esta boca viviente no solo
puede gritar, chillar y manipular los cabellos de la mujer, sino que además es
capaz de obligarla a cometer casi cualquier tipo de acción, incluso un crimen,
y la torturara psicológicamente si se niega, murmurando constantemente y
avivando el sentimiento de culpa en la mujer, achacándole la falta moral que la
llevó a tener una segunda boca y convertirse en un monstruo…
¿Por qué se transforman en un
Futakuchi-Onna?
Existen cuatro versiones sobre la
procedencia de la segunda boca que caracteriza a estos monstruos, cada una
podría considerarse una leyenda independiente aunque todas tienen puntos en
común.
La mujer que no come: En la actualidad
se le llama “anorexia”, pero siempre hubo mujeres que se privaban de comer
pudiendo hacerlo para mantener la línea: así, cuando enfermaban gravemente, a
veces eran castigadas por las fuerzas que gobiernan el mundo sobrenatural, y el
castigo era la aparición de una boca viviente que las obligaba a comer…
La mujer que no alimenta a los hijastros:
Cuentan que, cuando una madrastra no alimenta a sus hijastros y sólo da de
comer a su propia descendencia, es gravemente castigada si esa conducta causa,
directa o indirectamente (haciéndolo más proclive a enfermarse y no recuperarse
de las enfermedades), la muerte de un hijastro o una hijastra. Entonces le cae
una terrible maldición, en la que el espíritu del difunto hijastro o hijastra
entra en ella, en su cabeza, donde la atormenta murmurando cosas, y haciéndole
crecer una segunda boca que comerá mucho más de lo que le fue negado en vida.
Esta creencia se relaciona con una conmovedora historia, en la que una
madrastra malvada tenía una hija y una hijastra. A la hija la trataba bien, y
le daba de comer en abundancia, en detrimento de la relegada hijastra a la que
apenas daba lo suficiente para evitarle la muerte; sin embargo, esto fue
mermando la salud de la criatura, que se enfermaba constantemente y un día
falleció… Después, pasados unos 49 días (el tiempo máximo en que el alma está
en el más allá antes de reencarnar, según el budismo), la madrastra empezó a
sentir terribles dolores en la parte posterior de su cabeza: sentía que se le
estaba abriendo el hueso, que algo le estaba creciendo, y a veces le parecía
escuchar la voz de la hijastra en su cabeza, hasta que un día se despertó y
tenía una boca en la parte que le causaba los dolores… Esta boca hablaba con la
voz de la hijastra, pues estaba animada por su espíritu que, sediento de
venganza, le exigía los alimentos que en vida no le dio, pero en mucha mayor
cantidad…
La madre egoísta: Parecida a la versión
anterior, una creencia dice que la maldición de la boca viviente también cae
sobre todas las madres que, bien por tacañería, por glotonería o ambas cosas,
se alimentan bien sólo ellas y a sus hijos no dan casi nada de comer, haciendo
que se enfermen y mueran. A ellas, les viene la condena de que, el espíritu del
hijo difunto, les atormentará bajo la forma de una boca viviente en la parte
posterior de la cabeza…
Kuchisake Onna
La leyenda dice que hace mucho tiempo
había una bella pero vanidosa mujer se había casado con un samurai. La mujer,
al ser vanidosa, posiblemente engañaba a su esposo. El samurai sabía que estaba
siendo engañado, celoso y furioso, llegó al lugar donde estaba su esposa y le
cortó la boca de un lado a otro mientras gritaba: “¡¿Piensas que eres
hermosa?!”. Cuando terminó, exclamó: “Pues, ¿quién va a pensar que eres hermosa
ahora?
Aquí es cuando la leyenda toma su
inicio. Se dice que una mujer con una máscara de cirugía, -lo que no parecería
extraño en Japón, ya que la mayoría de habitantes las usan para prevenir
enfermedades- que camina por las noches, especialmente las noches oscuras y
tenebrosas. Se encuentra con algún joven, -normalmente estudiantes de
secundaria o universitarios- y les pregunta: "¿Soy Hermosa?” (¿atashi
kirei?.)
Si el joven le responde que sí, ella va
a quitarse la máscara y te preguntará: “¿Y Ahora?” (¿Kore Demo?). Lo más
probable es que la víctima grite o diga que no. Entonces la mujer le cortará la
boca de un lado a otro con unas tijeras. Sí la víctima responde de nuevo que
sí, la mujer lo seguirá hasta la puerta de su casa y ahí mismo lo asesinará, ya
que “kirei” en japones para hermosa o linda es muy parecido a decir “kire” que
significa cortar.
En otras versiones si respondes “Sí”
cuando ella se quita la máscara, te dará un brillante y valioso rubí cubierto
de sangre y se irá. En otras versiones, si le dices otra vez “Sí”, sacara las
tijeras y te cortará la boca de un lado a otro para que sientas lo mismo que
ella. En la mayoría de las versiones es imposible escapar de Kuchisake-Onna,
puedes salir corriendo pero aparecerá enfrente de ti. Hay varias formas de
escapar según las variaciones de la leyenda: puedes cambiar la respuesta y ella
quedara pensativa, en ese momento puedes huir. También puedes llevar dulces
contigo y se los tiras o simplemente se los ofreces.
Si no, le puedes preguntar: “¿Soy
hermosa?” y, confundida, ella simplemente se marchará. También se dice que si
al preguntarte por primera vez si es hermosa, le dices que tienes prisa y debes
atender un asunto muy importante, se disculpará y te dejará marcharte, yéndose
ella también.
La leyenda de Yuki-Onna
El espíritu puede transformarse en una
nube de niebla o nieve si se siente amenazada, pero regularmente, es ella la
que me amenaza a quienes están agotados por luchar contra una tempestad de
nieve. La Yuki-onna
los encanta con su belleza inhumana, con sus ojos hechiceros que causan terror
hasta el más valiente de los mortales, en ocasiones logra calmarlos, hasta el
punto de causarles una plácida muerte mientras duermen en sus brazos, pero no
todos tienen esta suerte, pues ella puede ser verdaderamente cruel.
Es difícil que la víctima elegida logre
verla hasta que esta se muestre por voluntad propia, ya que su piel es pálida,
en ocasiones hasta transparente, y lleva un Kimono blanco o va desnuda por
completo, para confundirse así con la nieve.
Sus matanzas llegan a aniveles
insospechados, por eso algunos la consideran el mal mismo, aunque luzca tan
hermosa y serena, pero es esta misma apariencia la que le permite acercarse
tanto a su presa, para utilizar su helada respiración y convertir sus cuerpos
en cadáveres de hielo. A veces se hace seguir, hasta perder a los incautos en
medio de la nada para que mueran de frío. Otra de sus tácticas es manifestarse
sosteniendo un niño en brazos, cuando una persona bien intencionada le ayuda a
cargar al niño, el buen samaritano se congela en el lugar al instante. Los
padres que buscan a sus hijos son los que más caen en esta trampa.
Algunas leyendas muestran una Yuki-onna
más agresiva, invadiendo los hogares, soplando ráfagas de viento a través de
las puertas para matarles de frio mientras duermen, lo que sí es un hecho, es
que ella disfruta viendo morir a sus víctimas…
Hay que tener cuidado con este espíritu,
pues según las creencias, puede existir más de una Yuki-onna, que haya surgido
de individuo que ha fallecido de frío en la nieve.
Leyenda de Kuma Onna
Japón es una de las pocas regiones en el
mundo que poseen un folclore basto en mitos y leyendas de terror, los cuales en
su mayoría se relacionan con una mujer que fue ofendida en vida, maldecida por
alguna falta o que sufrió una muerte demasiado cruel o indigna.
Alguno de los anteriores episodios,
causa que su espíritu vague por las calles en busca de venganza o presa de
aquellas acciones que le provocara la maldición impuesta sobre ella. Entre esta
vasta colección de espectros nos encontramos con Kuma Onna (ell-oso/la mujer
oso), una entidad de origen desconocido que vaga por los lugares más escabrosos
de las ciudades de Japón.
Esta mujer va vestida con harapos, pero
poco común, porque más que trapos viejos, ella lleva sobre si dedos y orejas
humanas, que cuelgan como adornos por demás siniestros.
Todos estas decoraciones de su
vestimenta las obtuvo de sus víctimas a las cuales exige entregar todo aquel
objeto que sirva para realzar la belleza de la mujer, por esta misma razón, no
se conocen ataques contra los hombres.
Pendientes, aros, collares, anillos o
pulseras, ponen en riesgo de una apuntación a quien las lleve consigo, pues la Kuma Onna es muy
impaciente y si la víctima no puede desprenderse de estos artículos con
rapidez, tampoco podrá conservar su integridad física.
La única forma de salvarse al
encontrarse con ella, es darle todo objeto que pudiera desear y hacerlo antes
de que se enfade. Después de todo un adorno no vale más que la propia vida.
Nure - onna
La leyenda de la "mujer
serpiente" se da en las costas de Japón. Los transeúntes ven a una hermosa
mujer ahogándose en el agua y corren a ayudarla. Al momento de entrar en el
agua y acercarse, su cuerpo se paraliza y Nure - onna aparece mostrado su forma
de serpiente, devorando a los incautos.
Aka manto
Otra historia relacionada con el baño:
cuando una persona está sentada en el inodoro y escucha una voz que le pregunta
si quiere una capa roa o una capa azul, sabe que su destino está sellado. Si
elige rojo, será acuchillado llenando todo de sangre. Si elige azul, lo
asfixiarán hasta la muerte. Si elige otro color, el espíritu de la "Capa
Roja" se enfadará, llevando a su víctima hacia el Más Allá.
Ohaguro
bettari
es muy similar a noppera-bō en apariencia y comportamiento. Debido a
esto, ella se culpa a menudo, como nopperabo, en un bromista kitsune que cambia
de forma, tanuki, o mujina buscan tener una risa a costa de un ser humano
involuntario. También se ha sugerido que es el fantasma de una mujer fea que no
pudo casarse. Informes de testigos presenciales exactos son difíciles de
conseguir debido a la vergüenza de las víctimas por haber caído en una mordaza
tan tonta. Sin embargo, como no hay muertos ni heridos (excepto para el
orgullo) se han atribuido a ohaguro bettari, y porque los avistamientos son
raros, un travieso animales yokai que cambia de forma que parece ser la
explicación más posible.
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