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lunes, 10 de octubre de 2016

Mitos y Leyendas Japonesas




Continuando con la serie de artículos sobre la mitología japonesa, hoy les traigo las más aterradoras, Japon tiene una basta cantidad de criaturas terrorífica


El monstruo invitado: Gashadokuro gashadokuro



Imagina que vas andando por el Japón rural, mochila a la espalda y té helado en la mano. El sol hace rato que descansa y reina el silencio. Sigues por un camino de tierra, con campos de arroz a los dos lados. Son más de las doce de la noche y has perdido el último tren. Muy cerca de ahí un agricultor ya anciano que te saluda tímida pero amablemente. De pronto, un zumbido seguido de un lejano “gachi-gachi“, crujido familiar pero que no sabes muy bien a que se debe. El anciano reacciona y echa a correr todo lo rápido que sus cansadas piernas le permiten. No es para menos, un esqueleto de unos 20 metros de alto te acaba de sobrepasar, y antes de que puedas decir “imperio astrohúngaro” agarra al señor con una mano, le arranca la cabeza con la otra y empieza a chupar como quien termina una gamba.


Si hay un monstruo temible en el país nipón, éste es el gashadokuro (o odokuro), algo así como “esqueleto hambriento” en la traducción. Precisamente eso le convierte en una amenaza real para cualquiera que se cruce en su camino, es 15 veces más alto que tú y se muere de hambre.


Curiosamente, el gashadokuro no se considera un youkai– literalmente “cosa rara de otro mundo” en el idioma japonés y cajón de sastre para todo tipo de monstruos y criaturas- sino como yurei– algo así como espíritu que se ha quedado atrapado en este mundo- más cercano a nuestro concepto de fantasma o espectro.


No obstante, tiene sentido, ya que el yurei en la cultura japonesa es una criatura atormentada, a menudo mujer, y en muchas ocasiones, vengativa.


"Souma no furudairi", de Kuniyoshi Utagawa
“Souma no furudairi”, de Kuniyoshi Utagawa
Interpretación de Tatsuya Morino de como sería un gashakoduro moderno
Interpretación de Tatsuya Morino de como sería un gashadokuro moderno
En este caso, más que venganza lo que busca el gashadokuro es alimentarse. Ya no tiene estómago, ni ningún órgano, pero murió de inanición, posiblemente consecuencia de una guerra o hambruna en su región y desde que volvió del más allá, no piensa en otra cosa. De hecho, se dice que este monstruo es fruto de la unión de los huesos de cientos de fallecidos.
Mientras sorben la sangre humana y arrebatan la vida a sus víctimas, sacian por un momento todo el ansia de rencor y odio acumulados después del trauma que supuso morir en semejantes condiciones.
Se manifiestan siempre en ambiente rural- quizá porque estas zonas eran las más afectadas en tiempos de sequía- siempre de noche y atacando de la misma forma que muchos depredadores, esperando hasta que su presa esté sola y desprotegida. Como te comentaba antes su modus operandis recuerda mucho al protocolo que nos encontraríamos en cualquier marisquería de Cádiz. Sacar la cabeza del crustáceo, en este caso ser humano, y empezar a chupar hasta que salga todo el jugo.
Estatua de Gashadokuro en Tottori
Estatua de Gashadokuro en Tottori
Hay una pequeña posibilidad de sobrevivir si nos cruzamos con uno de estos gashadokuros. Si detectamos a tiempo el zumbido- posiblemente producido por la campanilla que lleva en una de sus manos- echamos a correr y nos escondemos en algún lugar donde no nos pueda alcanzar seguramente nos libraremos de él, aunque posiblemente tendremos que pasar la noche ahí- llevar algo de lectura y comida siempre viene bien.
Eso sí, no te confíes, recuerda que estos gigantes están hechos de la unión de diferentes huesos y es posible que pueda descomponerse en pequeñas piezas para poder acceder al hueco donde te escondas.
Tú igual tienes más suerte, pero, por desgracia, la gente como yo, que tenemos un pitido constante en los oídos somos incapaces de detectar este tipo de frecuencias y estamos condenados a una muerte lamentable.


Actualmente, Japón es un país de paz, libre de guerras y hambrunas por lo que es difícil encontrarse con uno de estos gourmets, aún así a mí no me verás caminar de noche por un pueblecito japonés, no vaya a ser que me encuentre con el gashadokuro, o lo que es peor, con la policía japonesa.





Kappa




hablaré del kappa. El kappa  es uno de los monstruos del folclor japonés más conocidos. Es un demonio que vive en el agua y que, de acuerdo a las leyendas japonesas, vive en los ríos y estanques de Japón. Es un monstruo letal y también bromista. En la tradición sintoísta, el kappa era considerado un dios del agua.
 Los kappa tienen una forma humana y tienen más o menos la misma estatura que un niño. Hay varias ilustraciones de los kappa, algunos parecen monos y hay otros que tienen un pico e incluso un caparazón de tortuga. Sin embargo, en la mayoría de las ilustraciones aparecen con una apariencia de reptil. Los kappa pueden nadar como un pez gracias a sus características anfibias, como manos y pies palmeados. Lo más característico de estas criaturas es que tienen un cráneo que tiene un recipiente en la parte superior de su cabeza llena con agua. Supuestamente es su fuente de vida. Si se seca, el kappa muere, a menos que regrese al agua. Una forma de matarlos precisamente es saludarlos con una reverencia. Estas criaturas son tan corteses que devuelven el saludo, vaciando el contenido de su cabeza. Si un humano les llena la cabeza con agua y los salva de morir, quedan eternamente agradecidos con ella.
Hay varias explicaciones sobre el origen del kappa. Algunos dicen que se familias pobres que no podían cuidar de un bebé los llevaban y los arrojaban al río para que murieran ahogados. Muchas familias decidieron contarles a sus niños la historia del kappa para disuadirlos de ir a los ríos, donde se podían encontrar a estos bebés. Otra teoría dice que se puede tratar de una variación de Sha Wujing, un personaje que aparece en la novela china “Viaje al oeste”. Hay algunas similitudes entre ambos, y es probable que el nombre fuera reemplazado. Por último, otra explicación puede ser la llegada de monjes portugueses a Japón en el siglo XVI. Los monjes llevaban las patillas rasuradas y vestían túnicas con formas similares a las de algunas ilustraciones de kappas. La palabra “capa” en portugués era utilizada para referirse al hábito del monje, por lo que puede ser que haya sido importado al idioma japonés.
Los kappa gustan de comer niños y pepinos. En muchos relatos, estas criaturas son responsables de la muerte de un niño por ahogamiento, lo que sirve para advertir a los niños que no naden estando a solas. También se dice que son seres traviesos, que van a ver a las mujeres bañarse y les roban sus ropas. Aunque atacan a las personas, son seres que se han interesado en el hombre, aprendiendo su idioma. En ocasiones se les describe como seres inteligentes que saben de medicina y agricultura que piden pepinos o algún obsequio a cambio de sus servicios.
Hoy en día los kappa no son tan temidos como antes. Incluso cerca de los ríos y de los estanques se pueden ver estatuillas de kappa con letreros que advierten a los niños que no deben acercarse mucho a la orilla del agua. También se pueden ver imágenes de estas criaturas en muñecas kokeshi, pendientes, mochilas, loncheras y cualquier otro tipo de mercancía. También existe un tipo de sushi en su honor, el kappamaki, cuyo ingrediente principal es el pepino.


 Hanako-san



 Una leyenda urbana japonesa cuenta que si sientes una presencia detrás de la puerta del baño debes tener cuidado, tal vez sea el espíritu de Hanako-san. Una niña que murió en el colegio y espera encontrar a alguien con quien vengarse.
Hanako-San es una niña fantasma (adolescente en algunas versiones) que acecha en los baños de las escuelas japonesas. Los japoneses la llaman “Toire no Hanako-San”, que literalmente significa “Hanako del baño”.
Ella tiene el pelo ligeramente corto, negro y lacio, usa una falda roja y su mirada, según cuentan, es capaz de helarle la sangre al más valiente.
Habita el tercer cubículo de los baños del tercer piso; en otras versiones de la leyenda, el cuarto cubículo; ya que, en Japón, el 4 es considerado un número maldito por su semejanza fonética con la palabra ‘shi’ (muerte). Su espíritu generalmente pena en los baños de mujeres, pero no son pocos los casos de chicos que han salido despavoridos por encontrársela en medio del mal olor, la humedad y la penumbra, ya que ella suele preferir los baños descuidados y poco iluminados, por lo cual los profesores, aprovechándose del miedo que inspira Hanako-San, recomiendan a sus alumnos mantener limpios los baño.
El riesgo de encontrarte con Hanako-San es mucho mayor si estás solo o sola: entonces, ni pienses en abrir la tercera o cuarta puerta, porque allí la vas a encontrar, y la mirada que te dedique rondará tus pesadillas por el resto de tu vida, puesto que la habrás hecho enfurecer al irrumpir su privacidad (eso si consigues sobrevivir)…
Por otra parte, cuentan que, si no abres la puerta tres o cuatro pero sientes una presencia en el baño, muy probablemente se trata de Hanako-San. ¿Existe forma de averiguarlo? Por supuesto, provocándola, incitándola a manifestarse, para lo cual puedes tocar la puerta tres veces, llamarla por su nombre, o hacer la pregunta clave: “¿Hanako, estás allí?”… No es seguro que te responda, aunque si lo hace, la mayoría de versiones cuentan que dirá con voz baja y calmada: “Sí, estoy aquí”. Una vez que sepas que está allí, realmente tendrías que tener agallas para abrir la puerta, pues estará aún más enfadada que en los casos de quienes abren la puerta sin haber preguntado. No obstante, si tienes un examen en el que hayas obtenido la máxima nota, puedes estar tranquilo pues se dice que Hanako-San se calma y desaparece (desvaneciéndose) cuando ve que eres un gran estudiante… Sin embargo, una versión afirma que ella, tengas o no el examen, desaparecerá metiéndose en el inodoro y accionando la válvula…
Ahora bien, hasta ahora solo se ha presentado la visión más extendida de la leyenda, ya que existen conocidas variaciones en las que Hanako-San se manifiesta de formas sencillamente aterradoras:


• En la prefectura de Yamagata, cuentan que Hanako-San no siempre responde con voz calmada: puede responder con voz ronca, como de poseída por el Diablo, y entonces, aunque no mueras, podría atacarte o asumir un aspecto tan monstruoso que necesites varias visitas al psicólogo… O bien, según otra creencia de Yamagata, es mejor que jamás abras la puerta pues Hanako no es una niña sino un demonio que emplea voz de niña para que los curiosos caigan y se queden helados al ver que en realidad se trata de un engendro con tres metros de altura y tres asquerosas y viscosas cabezas de lagarto.


• En cierta escuela de la ciudad de Kurosawajiri, cuentan que, si te metes al cuarto cubículo y dices tres veces “ichibanme hanako-san, nibanme hanako-san, sanbanme Hanako-san” (primera Hanako, segunda Hanako, tercera Hanako), una mano blanquecina aparecerá por encima de la puerta del baño, resplandeciendo espectralmente con su luz de ultratumba…


• En una escuela de la ciudad de Yokohama, los alumnos creen que, si vas al cuarto cubículo del baño de los chicos y le das vueltas al inodoro unas tres veces o más mientras insultas a Hanako-San, una mano ensangrentada ascenderá desde el hueco del inodoro e intentará atraparte.


• Diferente a las anteriores, en muchas escuelas de Japón existe la superstición de que, si te raspas la rodilla en el patio de la escuela, te podría salir el temido “Hongo Hanako”, el cual es como una mancha blanquecina que, según cuentan, de alguna u otra forma te transmite Hanako-San desde su costra, puesto que ésta está llena de ese tipo de hongo.


Probablemente te preguntarás cuál es el origen de Hanako-San, y desde cuándo empezó a hablarse de ella. La verdad es que ésta chica fantasma ha estado en boca de los japoneses desde la década de los ochenta, ya que en ese entonces emergió como leyenda propia de la cultura popular urbana. No obstante hay quienes dicen que ya en los años cincuenta se hablaba de Hanako-San, aunque mucho menos. En cuanto a su origen, se han planteado las siguientes versiones:


• Durante la Segunda Guerra Mundial, Hanako-San estaba jugando a las escondidas cuando ella y los demás alumnos fueron sorprendidos por una alarma de bombardeo, y entonces ella se escondió en el baño y allí murió cuando las bombas enemigas la volaron en pedazos…


• El padre de Hanako-San era un sujeto abusivo, violento, pervertido y medio loco, que cierto día enfurecido la persiguió para matarla, dándole muerte en un baño después de que ésta se escondiera allí.


• Hanako-San murió en un accidente. Unas versiones (en Fukushima) dicen que se cayó por la ventana de la biblioteca de la escuela; otras, más coherentes, que se cayó por la ventana del baño.


• Parecida a la del padre, una versión cuenta que la madre de Hanako tenía problemas mentales y estaba perdiendo progresivamente la cordura, hasta que un día perdió la razón e intentó matar a su hija, dándole muerte en el baño, lugar en el que Hanako se había escondido.


• La más siniestra de las versiones, cuenta que la escuela (muy probablemente un internado) de Hanako estaba en un área boscosa, y Hanako había salido a dar un paseo entre los árboles, cuando de pronto se percata de que un hombre (con un hacha en la mano) la estaba mirando en forma perversa y malintencionada, ante lo cual ella se asustó y echo a correr rumbo a la escuela (que al parecer estaba casi vacía en esos momentos), ocultándose en un salón, donde estuvo agazapada hasta que, ante la proximidad de las amenazantes pisadas, corrió rápidamente al baño, donde se ocultó en el cuarto cubículo, cerrando la puerta con picaporte. Sin embargo el hombre escuchó el ruido de la puerta y sabiendo donde se escondía dijo en voz alta: “”hanako-san asobimashou” (¡Vamos a jugar, Hanako!)… Y entonces comenzó a fingir que la buscaba, hasta que llegó al baño y a hachazos, destrozó la puerta del baño y el despedazó a Hanako…


• Por último, algunos creen que Hanako se suicidó en el baño, cosa que sí es creíble puesto que Japón tiene uno de los mayores índices de suicidios, incluyendo casos de adolescentes y niños, los cuales algunas veces se han matado por la presión social en torno a la obtención de buenas notas, tales como las que hacen que Hanako se desvanezca… ¿será por coincidencia?



Futakuchi-Onna


La Futakuchi-Onna pertenece a la familia de los yokai (un tipo de monstruos mitológicos) y tiene el aspecto de una mujer que, por debajo de sus cabellos y algo más arriba de la nuca, tiene una segunda boca completamente funcional (con labios, dientes y lengua). Normalmente es idéntica a su primera boca según la creencia general, aunque otras veces se muestra con un aspecto mucho más escalofriante y grotesco, dientes afilados y un tamaño desproporcionado. Esta segunda boca tiene vida propia, pues al parecer está animada por un espíritu vengativo, que la impulsa a atormentar a su dueña, gritando o chillando si esta no la alimenta directamente o se acerca a los alimentos y no le ofrece, ya que el poder de esta maldita boca secundaria le da la facultad de manipular los cabellos de la mujer para usarlos como tentáculos que usa hábilmente para proporcionarse comida. Según la leyenda, la boca está allí como una forma de castigo a la mujer que lo sufre, normalmente por no comer suficiente o comportarse de forma egoísta con la comida.
Al igual que otros seres mitológicos de aspecto humano, la Futakuchi-Onna suele pasar desapercibida por aquellos con quienes convive y, por lo general, es descubierta después de que una o más personas se percatan de que los alimentos están desapareciendo misteriosamente en proporciones alarmantes, ya que la segunda boca de la Futakuchi-Onna come el doble de lo que come su anfitriona (la mujer en la cual está, a modo de condena…).
Como ya se dio a entender, y es esto lo que resulta más aterrador en la leyenda, la segunda boca de la Futakuchi-Onna tiene conciencia propia y piensa o, para ser más precisos, piensa el espíritu rencoroso y castigador que la controla… Por esto, esta boca viviente no solo puede gritar, chillar y manipular los cabellos de la mujer, sino que además es capaz de obligarla a cometer casi cualquier tipo de acción, incluso un crimen, y la torturara psicológicamente si se niega, murmurando constantemente y avivando el sentimiento de culpa en la mujer, achacándole la falta moral que la llevó a tener una segunda boca y convertirse en un monstruo…
¿Por qué se transforman en un Futakuchi-Onna?
Existen cuatro versiones sobre la procedencia de la segunda boca que caracteriza a estos monstruos, cada una podría considerarse una leyenda independiente aunque todas tienen puntos en común.
La mujer que no come: En la actualidad se le llama “anorexia”, pero siempre hubo mujeres que se privaban de comer pudiendo hacerlo para mantener la línea: así, cuando enfermaban gravemente, a veces eran castigadas por las fuerzas que gobiernan el mundo sobrenatural, y el castigo era la aparición de una boca viviente que las obligaba a comer…
La mujer que no alimenta a los hijastros: Cuentan que, cuando una madrastra no alimenta a sus hijastros y sólo da de comer a su propia descendencia, es gravemente castigada si esa conducta causa, directa o indirectamente (haciéndolo más proclive a enfermarse y no recuperarse de las enfermedades), la muerte de un hijastro o una hijastra. Entonces le cae una terrible maldición, en la que el espíritu del difunto hijastro o hijastra entra en ella, en su cabeza, donde la atormenta murmurando cosas, y haciéndole crecer una segunda boca que comerá mucho más de lo que le fue negado en vida. Esta creencia se relaciona con una conmovedora historia, en la que una madrastra malvada tenía una hija y una hijastra. A la hija la trataba bien, y le daba de comer en abundancia, en detrimento de la relegada hijastra a la que apenas daba lo suficiente para evitarle la muerte; sin embargo, esto fue mermando la salud de la criatura, que se enfermaba constantemente y un día falleció… Después, pasados unos 49 días (el tiempo máximo en que el alma está en el más allá antes de reencarnar, según el budismo), la madrastra empezó a sentir terribles dolores en la parte posterior de su cabeza: sentía que se le estaba abriendo el hueso, que algo le estaba creciendo, y a veces le parecía escuchar la voz de la hijastra en su cabeza, hasta que un día se despertó y tenía una boca en la parte que le causaba los dolores… Esta boca hablaba con la voz de la hijastra, pues estaba animada por su espíritu que, sediento de venganza, le exigía los alimentos que en vida no le dio, pero en mucha mayor cantidad…
La madre egoísta: Parecida a la versión anterior, una creencia dice que la maldición de la boca viviente también cae sobre todas las madres que, bien por tacañería, por glotonería o ambas cosas, se alimentan bien sólo ellas y a sus hijos no dan casi nada de comer, haciendo que se enfermen y mueran. A ellas, les viene la condena de que, el espíritu del hijo difunto, les atormentará bajo la forma de una boca viviente en la parte posterior de la cabeza…

Kuchisake Onna


La leyenda dice que hace mucho tiempo había una bella pero vanidosa mujer se había casado con un samurai. La mujer, al ser vanidosa, posiblemente engañaba a su esposo. El samurai sabía que estaba siendo engañado, celoso y furioso, llegó al lugar donde estaba su esposa y le cortó la boca de un lado a otro mientras gritaba: “¡¿Piensas que eres hermosa?!”. Cuando terminó, exclamó: “Pues, ¿quién va a pensar que eres hermosa ahora?
Aquí es cuando la leyenda toma su inicio. Se dice que una mujer con una máscara de cirugía, -lo que no parecería extraño en Japón, ya que la mayoría de habitantes las usan para prevenir enfermedades- que camina por las noches, especialmente las noches oscuras y tenebrosas. Se encuentra con algún joven, -normalmente estudiantes de secundaria o universitarios- y les pregunta: "¿Soy Hermosa?” (¿atashi kirei?.)
Si el joven le responde que sí, ella va a quitarse la máscara y te preguntará: “¿Y Ahora?” (¿Kore Demo?). Lo más probable es que la víctima grite o diga que no. Entonces la mujer le cortará la boca de un lado a otro con unas tijeras. Sí la víctima responde de nuevo que sí, la mujer lo seguirá hasta la puerta de su casa y ahí mismo lo asesinará, ya que “kirei” en japones para hermosa o linda es muy parecido a decir “kire” que significa cortar.
En otras versiones si respondes “Sí” cuando ella se quita la máscara, te dará un brillante y valioso rubí cubierto de sangre y se irá. En otras versiones, si le dices otra vez “Sí”, sacara las tijeras y te cortará la boca de un lado a otro para que sientas lo mismo que ella. En la mayoría de las versiones es imposible escapar de Kuchisake-Onna, puedes salir corriendo pero aparecerá enfrente de ti. Hay varias formas de escapar según las variaciones de la leyenda: puedes cambiar la respuesta y ella quedara pensativa, en ese momento puedes huir. También puedes llevar dulces contigo y se los tiras o simplemente se los ofreces.
Si no, le puedes preguntar: “¿Soy hermosa?” y, confundida, ella simplemente se marchará. También se dice que si al preguntarte por primera vez si es hermosa, le dices que tienes prisa y debes atender un asunto muy importante, se disculpará y te dejará marcharte, yéndose ella también.



La leyenda de Yuki-Onna


La Yuki-onna (la mujer de la nieve) es parte del folclore japonés, un espíritu o yōkai, que luce como una mujer alta, hermosa, de largos cabellos, la cual se manifiesta en una noche nevada, buscando su próxima víctima, flotando través de la nieve sin dejar huella alguna (por eso algunos creen que no tiene pies).
El espíritu puede transformarse en una nube de niebla o nieve si se siente amenazada, pero regularmente, es ella la que me amenaza a quienes están agotados por luchar contra una tempestad de nieve. La Yuki-onna los encanta con su belleza inhumana, con sus ojos hechiceros que causan terror hasta el más valiente de los mortales, en ocasiones logra calmarlos, hasta el punto de causarles una plácida muerte mientras duermen en sus brazos, pero no todos tienen esta suerte, pues ella puede ser verdaderamente cruel.
Es difícil que la víctima elegida logre verla hasta que esta se muestre por voluntad propia, ya que su piel es pálida, en ocasiones hasta transparente, y lleva un Kimono blanco o va desnuda por completo, para confundirse así con la nieve.
Sus matanzas llegan a aniveles insospechados, por eso algunos la consideran el mal mismo, aunque luzca tan hermosa y serena, pero es esta misma apariencia la que le permite acercarse tanto a su presa, para utilizar su helada respiración y convertir sus cuerpos en cadáveres de hielo. A veces se hace seguir, hasta perder a los incautos en medio de la nada para que mueran de frío. Otra de sus tácticas es manifestarse sosteniendo un niño en brazos, cuando una persona bien intencionada le ayuda a cargar al niño, el buen samaritano se congela en el lugar al instante. Los padres que buscan a sus hijos son los que más caen en esta trampa.
Algunas leyendas muestran una Yuki-onna más agresiva, invadiendo los hogares, soplando ráfagas de viento a través de las puertas para matarles de frio mientras duermen, lo que sí es un hecho, es que ella disfruta viendo morir a sus víctimas…
Hay que tener cuidado con este espíritu, pues según las creencias, puede existir más de una Yuki-onna, que haya surgido de individuo que ha fallecido de frío en la nieve.


Leyenda de Kuma Onna



Japón es una de las pocas regiones en el mundo que poseen un folclore basto en mitos y leyendas de terror, los cuales en su mayoría se relacionan con una mujer que fue ofendida en vida, maldecida por alguna falta o que sufrió una muerte demasiado cruel o indigna.
Alguno de los anteriores episodios, causa que su espíritu vague por las calles en busca de venganza o presa de aquellas acciones que le provocara la maldición impuesta sobre ella. Entre esta vasta colección de espectros nos encontramos con Kuma Onna (ell-oso/la mujer oso), una entidad de origen desconocido que vaga por los lugares más escabrosos de las ciudades de Japón.
Esta mujer va vestida con harapos, pero poco común, porque más que trapos viejos, ella lleva sobre si dedos y orejas humanas, que cuelgan como adornos por demás siniestros.
Todos estas decoraciones de su vestimenta las obtuvo de sus víctimas a las cuales exige entregar todo aquel objeto que sirva para realzar la belleza de la mujer, por esta misma razón, no se conocen ataques contra los hombres.
Pendientes, aros, collares, anillos o pulseras, ponen en riesgo de una apuntación a quien las lleve consigo, pues la Kuma Onna es muy impaciente y si la víctima no puede desprenderse de estos artículos con rapidez, tampoco podrá conservar su integridad física.
La única forma de salvarse al encontrarse con ella, es darle todo objeto que pudiera desear y hacerlo antes de que se enfade. Después de todo un adorno no vale más que la propia vida.


Nure - onna 



La leyenda de la "mujer serpiente" se da en las costas de Japón. Los transeúntes ven a una hermosa mujer ahogándose en el agua y corren a ayudarla. Al momento de entrar en el agua y acercarse, su cuerpo se paraliza y Nure - onna aparece mostrado su forma de serpiente, devorando a los incautos.



Aka manto



Otra historia relacionada con el baño: cuando una persona está sentada en el inodoro y escucha una voz que le pregunta si quiere una capa roa o una capa azul, sabe que su destino está sellado. Si elige rojo, será acuchillado llenando todo de sangre. Si elige azul, lo asfixiarán hasta la muerte. Si elige otro color, el espíritu de la "Capa Roja" se enfadará, llevando a su víctima hacia el Más Allá.

Ohaguro bettari 



es muy similar a noppera-bō en apariencia y comportamiento. Debido a esto, ella se culpa a menudo, como nopperabo, en un bromista kitsune que cambia de forma, tanuki, o mujina buscan tener una risa a costa de un ser humano involuntario. También se ha sugerido que es el fantasma de una mujer fea que no pudo casarse. Informes de testigos presenciales exactos son difíciles de conseguir debido a la vergüenza de las víctimas por haber caído en una mordaza tan tonta. Sin embargo, como no hay muertos ni heridos (excepto para el orgullo) se han atribuido a ohaguro bettari, y porque los avistamientos son raros, un travieso animales yokai que cambia de forma que parece ser la explicación más posible.


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