sábado, 16 de julio de 2016

18 Escalofriantes Leyendas Urbanas Argentinas









1- El escalofriante hombre sin párpados



Se dice que en las calles de Buenos Aires, Argentina. Cuando una persona camina tranquilamente, generalmente a altas horas de la noche, algunas veces se topa con una extraña figura que parece seguirlo, aunque en forma errática. Cuando la figura se acerca, es percibido como un hombre común y corriente, pero poniendo más atención en su aspecto, se puede notar que tiene enfrente a un escalofriante hombre sin parpados.
Se dice que la falta de parpados fue un defecto de nacimiento. Y su familia, supersticiosa en extremo, creyó que el bebé era hijo del demonio, y decidió deshacerse de él.
Otra teoría, sostiene que sus parpados fueron arrancados en algún ritual vudú, y ahora el vaga por las calles transmitiendo una profunda tristeza en sus ojos, buscando a los responsables.
Las apariciones del hombre sin párpados pueden darse a cualquier hora del día, aunque son más frecuentes bajo el cobijo de la oscuridad. Suele vestir humildemente, por lo que comúnmente es confundido con una persona de la calle.
Jamás emite sonido alguno, sólo mira fijamente a los ojos de la persona a la que se ha acercado, como queriendo que ésta note su desgracia o su sufrimiento. Suele acompañar a quien lo ve durante algún tiempo, para después cambiar abruptamente de dirección y desaparecer en la lejanía.

Sólo puede ser visto por las personas que él elige, así que pedir socorro a los demás sería inútil porque nadie puede verlo.
La leyenda cuenta  que elige a determinadas personas hombres o mujeres que tienen parpados que podrían encajar con sus ojos, te acompaña sin ser visto y en el momento preciso arranca tus parpados.



2- La media Estación de Subte 



En Capital Federal, mas precisamente en Congreso, en la línea “A” del Subterráneo, se corre una leyenda urbana conocida como “La Media Estación”… 
Entre las estaciones Pasco y Alberti, corre un rumor que habla de que cuando se apagan las luces del subte, muchas personas han visto una misteriosa estación más. 
Pero, no es cualquier estación, esta tiene compañía, dos obreros que formaron parte de los trabajadores empleados en la 
Construcción de esa línea. Sentados en el andén, miran pasar a los viajantes. 
Pero, hay un detalle, ellos están muertos, fallecieron a causa de un desprendimiento del terreno. 
Según dicen las autoridades del Subte, el terreno no daba y tuvieron que realizar las estaciones de esa manera. 
Las obras de creación de las estaciones en su mayoría habrían estado realizadas por trabajadores inmigrantes, se dice que los que fallecieron durante el derrumbe eran inmigrantes Italianos, no extrañaría por eso que no haya datos de los mismos y que nadie halla reclamado nada… 
El arquitecto que estuvo a cargo de la obra, se dice que oculto bien todo, como para que no halla sospechas… 
Según las personas que dicen haber visto la “media estación”, todas coinciden en lo mismo… Estaban atravesando un pésimo momento sentimental… 
¡Será que la carga negativa de las personas atraerá a las entidades del lugar?   Cada vez que uno pregunta por el tema, las autoridades se hacen las desentendidas… 
En fin… Será que no pueden hablar sobre el tema ¿? 
Si tienen la posibilidad de pasar por el lugar, no duden en tener los ojos bien abiertos, y si por las dudas están mal y no quieren pasar un mal rato… 
Tomen un Taxi… 

3- La dama de blanco de la Recoleta. 

Bueno, esta leyenda es casi conocida por todo el mundo… y no es broma, ya que este espectro se aparece en todos lados y en cada lugar tiene su historia diferente… 
Aunque la leyenda mundial es la que dice que las Damas de Blanco son mujeres que fueron engañadas por sus esposos y en un ataque de locura, asesinan a sus hijos y luego se suicidan… es por eso que están condenadas a vagar con ese sufrimiento por toda la eternidad… 
Hay diversos mitos sobre “La Dama de Blanco” pero voy a focalizarme en dos, que fueron los que la gente del lugar más comento… 

La clásica leyenda de la zona dice que: un joven se encuentra con una bella chica, la lleva a bailar o a tomar algo, ella siente frío, él le presta su saco, ella lo mancha de café. 
Al día siguiente, cuando el joven quiere recuperar su saco en casa de la chica, la madre le comunica que está muerta, enterrada en la Recoleta. 
El joven va al cementerio y encuentra su saco sobre la bóveda. Enloquece. O se suicida… 

La otra historia que me llamo la atención, cuenta que: Rufinita Cambaceres, era una joven aristócrata hija de Eugenio Cambaceres un escritor de la década del 1800 y Luisa Baccini, al morir su padre de Tuberculosis, su madre paso a ser la “favorita” de Hipólito Yrigoyen (nuestro único Presidente soltero). 
Para ese entonces Rufina ya había cumplido catorce años, era muy agraciada y cantidad de mozos rondaban la antigua casona de Montes de Oca, sin obtener no obstante sus favores. Ella sabía a quien amaba, con ese silencio que la caracterizaba. 
Corría el año 1902, algunos hablan de 1903…, pero fue el día 31 de mayo en que Rufina cumplía sus diecinueve años, y Luisa había dispuesto una importante celebración para terminar luego la noche en el Teatro Colón disfrutando de una función lírica. Tales eran los planes. Sin embargo, el destino movió los hilos en un sentido diferente. 
Según cuentan, ese día del cumpleaños diecinueve de Rufina, recibió de labios de su amiga íntima una revelación que desencadenaría los hechos subsiguientes. Pues que el mismísimo novio de la niña mantenía relaciones con su bella madre, que eran amantes. El impacto que le produjo esta confidencia ocasionó a Rufina tal lacerante dolor, que su corazón literalmente se destrozó y le provocó la muerte en el acto. 
Uno de los médicos presentes diagnosticó un síncope. Tres médicos certificaron que Rufina había muerto. 
Hipólito Yrigoyen se cuidó de acompañar a Luisa e inhumar sus restos en la Recoleta. 
Sin embargo, esta funesta historia no había acabado aún; el espanto recién comenzaba. 
Un par de días más tarde, el cuidador de la bóveda de los Cambaceres debió comunicar a Luisa que descubrió abierto y con la tapa quebrada el féretro de Rufina. El cajón se había movido; y cuando lo abrieron, encontraron a la joven con el rostro y las manos arañados y amoratados. 
Se cuenta que Rufina habría sido víctima de un ataque de catalepsia y despertó en la oscuridad del sepulcro para rendirse y volver a morir después de una desconsolada y estéril pelea. 
Oficialmente se manifestó que se había tratado de un hurto, dado que la niña había sido enterrada con sus joyas más lucidas; no obstante, a Luisa le tocó vivir el resto de su vida remordida por el conocimiento y certidumbre de que su hija había padecido un ataque de catalepsia por lo que fue sepultada viva. 
Se dice que la joven Rufina, vaga entre las bóvedas por las noches, llorando por amor con su corazón destrozado… 

4- La puerta 12 - Nuñez 




En el 23 de Junio de 1968, en el estadio de River Plate hubo un partido entre ese equipo y Boca (para que se den una idea son LOS rivales dentro del fútbol local), un superclásico. 

El partido iba bastante aburrido y la gente comenzó a retirarse antes de que terminara...por la puerta 12, del sector popular. Las puertas no estaban abiertas, o los molinetes impedían el paso, y al terminar el partido, y con el resto de la gente del sector queriendo retirarse, hubo un amontonamiento que terminó siendo una avalancha de hinchas que terminó aplastando a unas 70 personas. 

Hasta después de retirados los muertos, durante mucho tiempo, habían esparcidos por la zona algunos objetos personales. 

Desde ese momento, hasta hoy, se dice que en River pasan cosas raras cada vez que se acerca el aniversario. Tanto que llamaron un par de veces a curas para que exsorcizaran la cancha. 

Una de las ocurrencias más conocidas es la aparición de un gorrito más bien antiguo con el nombre "Benedictino", no bordado, sino escrito en algún líquido en él. Una vez que se lo guardó, desapareció al tiempo....y, casualmente, hubo un Benidictino G entre los muertos de ese día. 

Otro elemento que aparece (y desaparece pasado un tiempo) todos los años en el estadio, perdido, es un sólo zapato embarrado. 

Se contaba que, en la zona había un restaurant que, por los años 70 no servía ni té ni café los 23 de Junio. Se cuenta que ese día, las infusiones salían rojo oscuro, y que en el fondo de más de una taza, los clientes encontraban barro.... 

Y, finalmente, se dice que todos los años, en esa fecha, viene un sacerdote y hace una ceremonia junto a los chicos de las divisiones inferiores, ya que serían los que más energías tienen para aportar en un rito de exorcismo de ese tipo... 

5- Nueva Pompeya - Sexo, Muertes y Video - 




Hay un mito muy difundido en ese barrio, sobre la existencia de una película siniestra en el cuarto 22 de un telo de ese barrio 

Quien llamó a los entrevistadores, fue una mujer, que contó una historia, de años atrás, cuando su esposo era todavía su novio.... 
Una noche pasaron por el lugar, y llegado un momento, vieron la tele....al principio, pasaban series reconocibles, pero, sin notarse mucho la transición, la escena cambió...se veía una caverna y una pareja desnuda teniendo sexo: un muchacho rubio y una chica morocha se revolcaban sobre un colchón de cadáveres...y el video terminando en el momento en que el chico mira fijo a quienes están del otro lado de la televisión y les habla... 

Buscando el lugar, llegaron a él. El hotel existía, y el propio dueño cuenta que, es casi un lugar de culto, ya que mucha gente va y pide lugar allí por esa leyenda del barrio...él nunca vio nada, pero recuerda perfectamente que, hará unos 15 años, una parejita entró una noche. El muchacho era rubio y la chica morocha, llevando un estuche de guitarra. 

Como no salían del cuarto, habiendo cumplido el turno, el dueño tuvo que forzar la puerta....y terminó encontrando, sobre la cama a la pareja, desnuda, y atravesada por una espada que habían escondido en el estuche de guitarra que habían entrado al hotel.... 

Se dice que, a la única persona a la que el muchacho le llegó a hablar, tras haber escuchado que decía su nombre, murió en un accidente a los 3 días... 

6- El Enano Vampiro - Bajo Flores 





En el lugar donde está el Nuevo Gasómetro (el estadio de un equipo de fútbol, San Lorenzo) en la década de los 70' había un descampado donde se instaló el Circo de los Zares. Este era un circo ruso itinerante que llevaba existiendo como 200 años, que retuvo el nombre cuando las autoridades rusas vieron que de zares sólo tenían el nombre. 

Entre los payasos y demás miembros del circo, había un enano rumano, de nombre Belek. No lo quería nadie, y cuando los animales empezaron a morir, desangrados, se sospechó de él. La sospecha se confirmó cuando lo descubrieron comiéndose un mono tití del payaso estrella del circo. Belek tuvo que huir para evitar el linchamiento. 

Esa historia se cita, además de este libro, en The wonderful World of the Circus, de Dick Stevenson, 1987, publicado por la Oxford University Press 

Belek se tuvo que refugiar en una casa abandonada del Bajo Flores, después de eso. 

Al principio, los vecinos que lo vieron lo tomaron como alguien tranquilo, si bien incomprensible, aunque con el tiempo la cosa se dio vuelta. Buscando testigos del hecho, los entrevistadores llegaron a una casa, donde un anciano guardaba unas botas - agujereadas por los dientes de Belek -. 

Contó que, al principio, como aparecían muertos los gatos vagabundos, a nadie le molestó mucho, pero que después llegó a atacar a la gente, y para las 8:30 de la noche nadie se animaba a salir de las casas. El narrador dice que, se salvó porque llegó a escapar del enano (que ya lo había mordisqueado un poco) y a meterse a un almacén, mientras el enano se peleaba (y le mataba) el perro. 

Tras eso, lo buscaron, entraron a la casa de día y no lo encontraron, sólo a sus libros. 

El barrio empezó a usar botas reforzadas en esas noches, ya que eso de prenderse a las piernas de la víctima era algo común de Belek. 

Tras eso, y con una referencia de alguien que les podía contar algo más de la historia, se reunieron con otro de los testigos en un bar. Su historia es parecida, se salvó por milagro de ese ataque, también...pero no del trauma. 

Se dice que una vez, aunque se llegó a escapar, unos vecinos lo agarraron y le dieron unos cuantos palos. Y que, en una época, se enfermó y sus ataques eran menos frecuentes... 

Al tiempo desapareció....algunos dicen que vive en el Cementerio de Flores, otros, que lo limpiaron los milicos de la época... 

7- El último taxi - Chacarita 


Entre la gente de Chacarita, circula el mito sobre cierto taxi que, tomado a las puertas del Cementerio, tras un viaje, lo devuelve al pasajero, en forma de cadáver... 



Generalmente, el muerto es encontrado acostado sobre una de las tumbas, las causas del deceso: paro cardiorrespiratorio...generalmente atribuido a la angustia por la pérdida del ser querido (aunque, dando a entender que no fue tan así la cosa) 

Buscando entre los taxistas, estos contaron que, en efecto, hay un taxi que nunca para, aunque siempre se lo ve pasando por ahí...desconfían mucho de él, es esquivo y nunca para junto a los demás conductores de la zona. Buscando más testimonios, llegaron a saber sobre un hombre llamado Sandoval, que podía hablarles del tema. Se concerta una entrevista en un bar. 

Sandoval llega, tiene dos cicatrices profundas: una en la frente y la otra le va desde un pómulo hasta la oreja...comienza a contar su historia: 

Un día, saliendo del cementerio, después de visitar la tumba de su padre, Sandoval tomó un taxi. Aunque conocía la leyenda, le parecía un cuento. Durante el viaje, entró en un ensueño de recuerdos de su padre...hasta que, escuchó que alguien, de afuera del auto, lo llamaba... 

Sandoval miró, y vio a su padre, en bicicleta, pedaleando afuera del auto....su rostro parecía aliviado por ver a su hijo prestarle atención. El hombre, asombrado, mira al taxista para decirle que acababa de ver al espíritu de su padre...sólo para darse cuenta de que el conductor tenía las manos huesudas y blancas y el rostro como el de un muerto...y en eso recordó la leyenda, el taxi en el que el viajero entra en un ensueño del que no vuelve....el taxista no parecía feliz de la ocurrencia. 

Sandoval, tras mucho esfuerzo, logró saltar del taxi, salvado por la intervención de su padre muerto...y con los cortes que marcaban su cara. 

Desde ese momento, algunas noches lo veía pasar cerca suyo...parece que este taxi ronda a todo aquel que consigue escapar de él, hasta que un día muere. 
Citó el caso de una florista que se mudó del barrio porque se sentía perseguida por las noches por ese auto...sólo para morir en un tiroteo poco tiempo después. 

Sandoval murió al mes de la entrevista de un paro cardíaco, y fué enterrado en La Chacarita. 

8- El gigante de Once que salva vidas
 

Según cuenta una historia de larga data, por las calles de Once vaga un personaje de casi tres metros de altura que cuida a los habitantes del barrio. Este gigante "bonachón" ha salvado a víctimas de choques y ha espantado a más de un malhechor, o al menos esto es lo que narran los vecinos de Balvanera que confían en su presencia protectora. 

Algunos afirman que este ser es el mismísimo Golem, un hombre artificial creado en el siglo XVI por un rabino de Praga, llamado Judah Loew ben Bezabel. Si bien la historia oficial habla de un solo Golem, otros afirman que Bezabel creó trece de estos humanoides de arcilla y que uno de ellos llegó a Buenos Aires, de la mano de un rabino, con los inmigrantes judíos. 

De allí en más, la historia se bifurca en varias versiones: algunos cuentan que antes de morir el rabino encerró al gigante en una habitación a la que nadie puede entrar, que estaría en el anexo de un hospital, en Caballito. Otros creen que vive en un callejón oculto, que podría ser el pasaje Colombo o el Victoria. De una u otra forma, hay vecinos que aseguran que el gigante le salvó la vida a más de uno. 

9- Dulce venganza arquitectónica 

Esta es la historia de dos familias enfrentadas que dejó sus huellas en Retiro. Los Anchorena, que vivían en el actual Palacio San Martín con 150 sirvientes. Y los Kavanagh, adinerados, aunque no patricios. Hacia 1920 los Anchorena construyen la iglesia del Santísimo Sacramento como futuro sepulcro familiar. Cuenta la leyenda que uno de los Anchorena se enamoró perdidamente de una Kavanagh, aunque el romance no fue aprobado por su familia. Corina Kavanagh decidió una venganza arquitectónica: en Florida y San Martín, ordenó la construcción de un edificio cuyo único requisito era que impidiera la vista desde el palacio Anchorena a la iglesia, objetivo que aún cumple el edificio Kavanagh. "Incluso, si alguien quiere mirar de frente la actual basílica del Santísimo Sacramento, debe pararse en el pasaje "Corina Kavanagh", relata Eduardo Lazzari, presidente de la Junta de Estudios Históricos del Buen Ayre. 

10- El castillo de los amantes trágicos 

En Campana al 3200, cerca de las vías, se alza el enigmático “Castillo de los Bichos”, llamado así por las molduras con formas de animales. A principios del siglo XX perteneció a la familia italiana Giordano. Lucía, la única hija, conoció a un violinista, Ángel Lemos y el romance no tardó en surgir. Se casaron el 1° de abril de 1911 y cientos de invitados disfrutaron del banquete. 

Hacia la madrugada, la pareja advirtió que el auto que los debía trasladar no estaba en la puerta, sino unos pasos más allá de la casona, cruzando las vías: un detalle que se convirtió en tragedia, ya que un tren los arrolló. Isabelino Espinosa, de la Junta de Estudios Históricos de Villa del Parque, cuenta que los ocasionales ocupantes de la casona salían despavoridos, asustados por los gritos desgarradores de una joven mujer y un violinista. 


11- Se buscan los ojos de un hombre 

Por los vagones de la línea Mitre deambulaba un hombre sin párpados. 



Según dicen, siempre subía o bajaba del tren en la Estación Coghlan y murió en circunstancias de lo más raras. Para algunos, contrajo una terrible infección en los ojos. Para otros fue víctima de un accidente o, peor aún, se suicidó arrojándose a las vías. Barrantes y Coviello cuentan que, cuando investigaron este mito, les llamó la atención encontrar que de las ocho personas que estaban en el andén, seis de ellas miraban los rieles, como si estuvieran buscando los ojos del hombre sin párpados, a los que algunos les atribuyen poderes. 

12- Felicitas, la iglesia y su fantasma 

Joven y bella, Felicitas se casó en 1862 con Martín de Alzaga, un hombre mayor y acaudalado. Al año siguiente, y después de perder a su único hijo, Felicitas quedó viuda. Tenía apenas 26 años, una de las fortunas más grandes de la Ciudad y muchos pretendientes. Uno de ellos, Enrique Ocampo, supo que un rival, el estanciero Samuel Sáenz Valiente, era el verdadero amor de la dama. Enfermo de celos, Ocampo le disparó a Felicitas un tiro por la espalda y al instante se suicidó. Los Guerrero mandaron construir en homenaje a su hija una capilla. Está en Isabel La Católica, entre Pinzón y Brandsen. 

“Es una historia trágica de amor que dio lugar a muchos mitos”, cuenta Diego Ziggioto, a cargo de la empresa Horizontes que realiza circuitos turísticos no convencionales. Los vecinos dicen que cada 30 de enero, fecha de su muerte, aparece el fantasma de Felicitas, que vaga ensangrentado. 

“Muchas mujeres cuelgan cintitas de la reja, porque si uno se agarra fuerte conseguirá el amor de su vida, y si ya lo tiene, lo conservará. Es una de las historias preferidas por las chicas, que corren a agarrarse de las rejas apenas la escuchan”, dice el guía. 

13- Cuando el Borda se llenaba de luz 

Solaris, el ser de otro planeta que llegó al Hospital José T. Borda e iluminó a los internos con sus fiestas energéticas” también alimenta los mitos porteños. Durante su estadía en el neuropsiquiátrico, Solaris –a quien describen como alguien delgado, de ojos grandes, muy blanco y completamente lampiño– se reunía con alrededor de 50 internos para recitar un mantra. Durante el rito, los testigos afirman que parecía iluminarse. 

Si bien los médicos tienen argumentos para explicar este caso, hay hechos oscuros. 

Aparentemente, Solaris –quién desapareció un 25 de diciembre – dejó escritos indescifrables que, a pesar de ello, tienen coherencia interna. 

Además, cuentan que el grupo sanguíneo de este hombre que decía ser un alien no encaja con ningún patrón conocido. 

14- En la Costanera vive el Reservito 

Así como el Lago Ness de Escocia tiene su propio monstruo y el Nahuel Huapi esconde al suyo, algunos aseguran que en la Reserva Ecológica Costanera Sur también habita un animal misterioso, mitad rata, mitad perro, apodado “Reservito”. 


Una de las hipótesis que se barajan afirma que los reiterados incendios que azotan a la Reserva son producidos intencionalmente con el objetivo de liquidar a Reservito, que en más de una ocasión atacó a algún desprevenido. 

Criaturitas de leyenda

¿Incrédulo ante el mito de los duendes? Si así es, el enano Belek lo dejará sin palabras. ¡O sin sangre! Es que -a fines de los 70- esta criatura llega al país con el circo de los Zares, desde la zona de los Cárpatos. ¿Le suena? Sí, territorio del conde Drácula. Vaya reminiscencia que, por cierto, no resulta para nada casual. ¡Más de una vez lo pescaron prendido al cuello de Vera! Una pobre mono tití. Expulsado de la compañía, el enano vampiro quedó suelto en las calles porteñas. Más precisamente, en una casa abandonada del Bajo Flores. Y, dicen que dicen, los gatos de la zona comenzaron a desaparecer. ¡Cruz diablo! Los vecinos no tardaron en colocar ristras de ajo y crucifijos en sus casas, y hasta unos buenos muchachos casi lo atrapan con la red de un arco de fútbol, mientras jugaban un picadito. Pero Belek escapó a la embestida y, cuenta la leyenda, todavía hace las suyas en baires. ¿Dónde? En el cementerio de Flores. Aunque el enano vampiro no es la única extraña criatura que azota a la ciudad. El mito del Reservito corre que te corre en los senderos de laReserva Ecológica. Mitad perro, mitad rata. Así se ha descrito a este horrendo monstruo de la Costanera Sur. ¿O será que se trata de una simple comadreja colorada?
Todo puede ser en esta legendaria Buenos Aires, hasta la mismísima fantasía. Esa que, hecha mito o verdad, le pone pimienta a una ciudad que es puro condimento. Claro que, en vista de la cantidad de espíritus a ahuyentar, no vendría mal un poco de sal.
15- La Dama Vestida de Negro



En San Gregorio, localidad cercana a Venado Tuerto, Provincia de Santa Fe, sus pobladores relatan que una mañana de cerrada llovizna, un abastecedor del frigorífico Maru de Rufino encontró en la ruta 14 a una mujer vestida de negro que hacía el tradicional gesto de autostop.


La llevó hasta la ciudad y cuando la dama se bajó, tras agradecerle por haberla acercado hasta escasa media cuadra de su casa, le dijo su nombre: Nancy Núñez. Poco después, el hombre se enteró de que Nancy Núñez había fallecido un año y medio atrás en un extraño accidente, cuando la avioneta que piloteaba su marido había perdido una de sus ruedas impactando en el auto que ella conducía, lo que le había causado la muerte instantáneamente.


El sorprendido abastecedor descubrió también que el lugar en donde había parado para levantar a la mujer, entre Cristophersen y San Gregorio, era exactamente el sitio donde había ocurrido la tragedia que poco antes había conmocionado a la localidad. Otros testimonios dan cuenta de la misma aparición, en la misma ruta, a la altura del lugar del accidente





16- La Criatura Acechante


Cuentan los vecinos de Ciudadela, Provincia de Buenos Aires, que cierta noche un colectivo de la –por entonces línea 237 pasaba en su habitual recorrido por la Avenida Alvear. Al llegar a la altura del Cementerio Israelita, uno de los pocos pasajeros que viajaban a esas horas, vio una nube blanca que provenía del camposanto y que se acercaba hacia el vehículo.


Cuanto más se aproximaba, se definían y perfilaban nítidamente sus rasgos de mujer. Durante un breve lapso, la extraña criatura acompañó el paso del transporte, flotando a la par, hasta que finalmente se desvaneció ni bien el colectivo abandonó la zona del cementerio.

17- El Perro Extraño




Cuentan en el barrio de La Boca, en la ciudad de Buenos Aires, que hace muchísimos años dos ancianos encontraron un perro abandonado. Sintieron lástima por el animalito que, pese a su aspecto extraño, los miraba con ojos de mucha ternura. Le dieron de comer y lo asearon, incorporándolo a la vida familiar. Cierta vez el perro presentó síntomas de decaimiento y lo llevaron al veterinario para que lo atendiese. El facultativo, tras revisarlo, no pudo encontrar las palabras adecuadas para decirles a los afligidos amos que lo que habían recogido no era un tierno ejemplar de raza canina sino una enorme rata.



18- SE SUICIDA PARA ESTRENAS SU PROPIA BOVEDA:






David Alleno, un joven cuidador del cementerio que trabajò entre 1881 y 1910 cumplió su deseo de descansar en este lugar. Su historia revela un hecho insólito... Se dice que el joven se suicidó para estrenar su propia bóveda.
David pensó en tener su propia escultura imitando la idea que tuvo la "Nocciolina", una vendedora de nueces, sepultada en Staglieno.
Su pequeña bóveda representa a un cuidador de este cementerio con su ropa de trabajo, regadera, escoba y un enorme candado con llaves.


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