A lo largo del siglo XIX el espiritismo comenzó a cobrar más y más fuerza, alcanzando una importancia notable a finales de la Inglaterra Victoriana. Este interés general en los asuntos paranormales no surgió de la noche a la mañana y se consolidó poco a poco a lo largo de las décadas gracias a las personas interesadas en el fenómeno que demostraron que no se trataba de una ficción (al menos a los ojos de sus seguidores). Y dentro de estos grupos uno de los más importantes, el de las Hermanas Fox, no vino de Inglaterra, sino de los Estados Unidos.
El espiritismo, es una doctrina originada en Francia a mediados del siglo XIX, cuyo máximo exponente ha sido Allan Kardec (1804-1869). Esta doctrina establece como principios la inmortalidad del alma, naturaleza de los espíritus y sus relaciones con los hombres, las leyes morales, la vida presente, la vida futura y el porvenir de la humanidad, según la enseñanza dada por los espíritus superiores con la ayuda de diversos médiums.
Kardec definió al espiritismo como la ciencia que estudia la naturaleza,
origen y destino de los espíritus, además de su relación con el mundo corporal
y como filosofía, ya que estudia las consecuencias morales que
resultan de esas relaciones.
Los conceptos o doctrinas espiritistas tienen seguidores en varios
países del mundo. Hoy en día cualquier persona puede contarse con un médium o psíquico
para comunicarse con familiares que han muerto.
Las hermanas Fox, es término utilizado
para referirse a tres hermanas que se comunicaban con los muertos y que dieron
origen al mundo del espiritismo. Consideradas las creadoras del espiritismo
moderno, estas tres hermanas llamadas (Leah, Margaret y kate) tuvieron su
primera experiencia paranormal en su casa de Hydesville, Nueva York, cuando
eran niñas. Tanto ellas como el resto de la familia, oían ruidos extraños por
las noches y poco a poco, dos de las jóvenes hermanas empezaron a entablar relación
con el espíritu al que llamaban señor pies partidos. Una voz del más allá les
explicaban que había sido asesinado en la residencia varias décadas, que había sido
un vendedor ambulante y que lo habían emparedado en el sótano. Tras explicar
estas “comunicaciones” a sus padres, la familia busco y halló huesos escondidos
en donde las dos hermanas afirmaron que los encontrarían.
Pero sin lugar a dudas la mayor sorpresa vino cuando la madre de las pequeñas
(también llamada Margaret) escuchó a Kate “solicitar” a los espíritus que
realizaran dos pequeños toques en el suelo. Los espíritus respondieron con los
sonidos y la madre, aterrada, corrió a contarle a su marido lo que acababa de
presenciar.
Las dos muchachas se convirtieron en la
sensación de la familia y, con el tiempo, del vecindario. Comenzaron a
desarrollar un lenguaje de “toques” con los espíritus, que con el tiempo
empezaron a responder las preguntas que las pequeñas les hacían. Fanáticos y
seguidores de lo paranormal, así como escépticos, fueron testigos en
innumerables ocasiones de las conversaciones que las pequeñas tenían con los
espíritus que, decían, habitaban el hogar.
La leyenda de la casa de Hydesville
pronto comenzó a volverse popular, y las muchachas a organizar tertulias cada
vez más concurridas. En una de las más reconocidas posteriormente, los
espíritus que habitaban el hogar admitieron que eran producto de un asesinato
que había ocurrido en aquel mismo hogar, aunque no fueron capaces de
especificar cuándo y dónde había sucedido.
Con el tiempo, la popularidad llevó a
las dos muchachas a organizar verdaderos séances masivos, donde actuaban como
médiums ante centenares de personas. Tradicionalmente se afirma que esto fue
una pésima decisión en sus vidas, pues las llevó a juntarse con sectores
sociales bastante complejos a una edad muy temprana y eventualmente las llevaría
al alcoholismo. En este periodo apenas comenzaban a disfrutar su celebridad.
La gran habilidad de las muchachas no era su capacidad de adivinar verdades, sino la irrefutable y tangible realidad de que cuando ellas hablaban, unos golpes les respondían. Con respecto al asesinato, por ejemplo, no indicaron con detalle ninguna circunstancia, pero sí que el cuerpo seguía allí… donde se encontró más de medio siglo después. El nombre de la persona,
La historia de las jóvenes se convirtió en leyenda. Miles de personas intentaban emularlas y comunicarse con los espíritus que, supuestamente, habitaban en sus hogares. Con el tiempo, Margaret y Kate comenzaron a tener problemas serios con la bebida, en sus matrimonios y con el cuidado de sus hijos. Sin embargo, no fue hasta 1888 que Margaret, arrepentida por su vida, decidió reconvertirse a la Iglesia Católica y rechazó todo lo que tuviera que ver con el espiritismo.
Fue entonces cuando confesó que todo había sido una ficción ideada por ella y
su hermana cuando tenían apenas 12 y 15 años respectivamente. De acuerdo con
una versión, habían atado una cuerda a varias manzanas entre los pisos y las
hacían sonar al tirar de la cuerda, con lo que lograban los toqueteos. Una
versión posterior hablaba de su habilidad para tronar los dedos de los pies.
Para muchos escépticos, las confesiones tenían sentido, pues ya habían
precisado que los sonidos, invariablemente, venían de debajo de las hermanas.
Pero muchos de sus seguidores no
creyeron esta confesión. Resultaba conveniente para la Iglesia de Margaret el
admitir, décadas más tarde y tras pasar innumerables pruebas, que todo había
sido una invención. Fueron muchos los que trataron de detectar el fraude de las
muchachas sin lograrlo, y el hecho de que durara tanto tiempo hizo dudar a
muchos de dicha confesión como algo generado, si no forzado, por su
reconversión al cristianismo. De hecho luego las hermanas se retractaron de su confesión y dieron a entender que habían sido obligadas a confesar que todo era un fraude por altas jerarquías dela iglesia católica.
Sea cual sea la verdad, dos cosas son
seguras. En primer lugar, que las hermanas Fox dieron muchísimo impulso al
espiritismo en los Estados Unidos (en muchos casos se les considera
prácticamente las fundadoras del movimiento) y que, pese a las confesiones, el
interés en este tema no hizo sino aumentar a lo largo de los años siguientes. Y,
en segundo lugar, que ambas hermanas terminaron su vida odiando y despreciando
estas prácticas: “Estoy aquí hoy, como una de las fundadoras del
espiritualismo, para denunciarlo como una falsedad absoluta, de principio a
fin, como la más endeble de las supersticiones, la blasfemia más retorcida que
el mundo ha conocido”, diría Margaret en una entrevista al final de su vida. Su
testimonio parecía, más que cualquier otra cosa, influenciado por el odio y el
desprecio ante el espiritismo.
De
esta forma empezó la exitosa carrera de las “fox sisters”, que durante dos
décadas tuvieron numerosos clientes y engordaron bien sus bolsillos. Durante
sus sesiones, los espíritus contactaban con Margaret y Kate a base de un tipo
de código morse (dando golpes secos en la habitación donde ellas hacían sus
rituales) En cambio, Leah, la hermana mayor, actuaba solo como representante de
las dos jóvenes médiums.
Aunque esta experiencia provocara la pérdida
de casi todo su “cache” , las hermanas Fox en un principio no acabaron en la
ruina porque estaban casadas con hombres de clase alta que pagaban sus
numerosos viajes para que siguieran haciendo sesiones de espiritismo por todo
el mundo. Aun así, años más tarde y tras la muerte de sus maridos no pudieron
evitar acabar en la miseria y pobreza, ya que estos les dejaron numerosas
deudas y varios hijos que mantener.
Es curioso que, durante los
40 años que duró dicho fraude, ningún investigador (ni paranormal ni
científico) pudiera encontrar la más prueba de trampa. Aunque ellas mismas lo
admitieron, hoy en día siguen siendo citadas como uno de los casos más
importantes en la historia del espiritismo.
Un detalle que nunca se pudo explicar,
es el hecho de que, en su niñez, contactaran en la casa con un espíritu llamado
Charles B. Rosn, ya que décadas antes vivió un hombre que se hacía llamar
Charles Bell R. Este espíritu les explico que había sido asesinado y emparedado
en la pared del desván detrás del horno de la calefacción. En 1904, varios años
después de la muerte de las tres hermanas, unos niños que jugaban en las ruinas
de la cabaña de los Fox, hallaron el cadáver de este hombre en el lugar
indicado. Las tres hermanas ya habían fallecido así que nunca pudieron ser
testigos de el único caso que al parecer era realmente un hecho paranormal. Por aquel entonces el espiritismo fue recibido por la gente como un movimiento esperanzador, pues había algo despues de la muerte, esto le quitaba a la gente el miedo a morir y la esperanza de comunicarse con las personas queridas fallecidas.
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