Mito de terror El niño de la ventana
El niño de la ventana es un mito algo escalofriante muy conocido por los habitantes
de Guanajuato. La historia cuenta que un día, los papás de
un niño de poca edad, aproximadamente 5 o 6 años, salieron de su casa sin
motivo aparente hacia un lugar que hasta el día de hoy se desconoce y dejaron
al pobre e indefenso niño dormido en su habitación.
Pasaron largas
horas y la necesidad de alimentarse despertó al niño, quien rápidamente se dirigió a
la habitación de sus papás, pero con una mirada entristecida se dio cuenta que
no estaban. Era ya media tarde y el descuidado infante que aún
no entendía con claridad que sucedía, se sentó en
el borde de una ventana que daba hacia la parte frontal de la casa y con una
vista panorámica de la calle, espero con ansias el regreso de sus padres que no
sabía dónde habían ido.
Con
el paso de los día el hambre, el cansancio, la soledad y
la melancolía venció aquella alma pura, quién seguía recargado con
una mirada desgarradora en la ventana. El tiempo se estaba agotando y en un
parpadeo, el niño cayó estrepitosamente al suelo, esfumándose por
completo todas las esperanzas de vida.
Pocas
semanas después, los vecinos intrigados por la inactividad dentro de la casa y
al querer averiguar que sucedía, entraron forzando la puerta principal y lo
primero que encontraron a su merced, era el cuerpo del desamparado niño, a
quién le dieron santa sepultura en un cementerio cercano.
Después
de todo este mediático desenlace, aún no se sabe el paradero de sus papás
ni el motivo por el que abandonaron a su hijo.
Lo que si conoce es la historia de terror que envuelve a esta casa, en
donde algunos testigos cuentan a punto de caer la noche se puede apreciar la
silueta de un niño de aspecto pálido y deteriorado en la ventana que desaparece
al mirarlo fijamente.
El Mito del Mal de Ojo
Mal de Ojo es una enfermedad que
ataca a un niño debido a los malos deseos de una Bruja.
La enfermedad en
si no es ocasionado por un virus, o bacteria, u organismo o cualquier otro tipo
de enfermedad común, sino proviene de una "magia maligna" que provoca síntomas perjudiciales en el Niño. Antiguamente se decía que si no
se controlaba a tiempo el Mal de
Ojo, el Niño podía
perecer. Para curarlo, se
necesitaba de una persona que
haya nacido un Viernes Santo o
que hayan aprendido el método de
antiguos maestros para liberar de dicho mal a los niños.
Para proteger a
un niño del Mal de Ojo, se
colocaba un lazo de color rojo en
él, o una Cruz de Caravaca o Escapularios en su ropa.
El Mal de Ojo hoy en día
A pesar de
la trayectoria de dicho mal, hoy en día aún se creen en que existen personas que puede ocasionar el Mal de Ojo con solo
mirar a un Niño, algunos
dicen que es causado intencionalmente por parte de la envidia y el odio de dicha persona hacia su
"víctima", o también por sin querer. Los efectos de este mal pueden
traducirse en síntomas físicos y emocionales, y varían según la edad del
afectado. Normalmente en Niños el
Mal de Ojo produce susto y llanto incontrolable sin causa. A veces
diarreas, pesadillas o brotes en la piel. También causa perdida del hambre o
vómitos tras comer.
En Jóvenes y Adultos,
los síntomas son parecidos al de los Niños, pero vienen con otros detalles nada agradables como
sensaciones de opresión en el pecho, o pérdida de apetito, fiebre, insomnio,
escalofríos o incapacidad para concentrarse en sus labores diarias. Hay quienes
afirman que provocan accidentes, mala suerte en los negocios o dinero, hasta la
pérdida de relaciones. Según
muchas culturas, para prevenir o quitar el Mal de ojo se
recurren a amuletos o rituales.
Algunos dicen que frotar un huevo mientras
se hace un rezo (Padre Nuestro y Ave María) sobre
el todo el cuerpo del
afectado para luego abrirlo y poner su contenido en un vaso con agua, se verá una especie
de niebla y burbujas que representará
el mal ya
quitado. En otras creencias ponen
este vaso con el
contenido del huevo ya frotado, bajo la cama para absorber la energía y
proteger en contra de dicho mal.
Algunos especialistas dicen que el "Mal de Ojo" u "Ojeo" es como una especie
de ataque psíquico, y la
mejor manera de evitarlo es purificando
o fortaleciendo nuestro "campo energético" así como
nuestro entorno. El mal de ojo se
fortalece con el miedo, fuerza negativa y constante preocupación. Lo mejor será
pensar positivamente, y afrontar sus vidas de la manera más pacífica.
Mito del Tiyank
El Tiyanak (también Tianak o Tianac)
es una vampírica criatura en la mitología filipina que imita la forma de un niño. Por lo
general, toma la forma de un indefenso bebé de apenas unos días de nacido y
llora también como uno para atraer a las personas. Una vez que alguien acude en
su auxilio, se convierte en víctima, porque el Tiyanak recobra su verdadera forma y ataca.
Además
de disfrutar mordisqueando a los perjudicados, este ser también se dedica a
perder a las personas en los bosques y secuestrar niños. Tal vez esto último lo
hace con la intensión de no estar solo, pues se afirma que esta criatura es en
realidad el espíritu de un niño cuya madre murió antes de dar a luz, lo cual
provocó que fuera «nacido en la tierra», ganando así su estado actual.
El
Tiyanak, tiene una enorme capacidad para imitar a un bebé, y sus gritos. Puede
incluso adoptar la forma de un niño en particular que haya visto con
anterioridad. Pero su forma real es la de un anciano con la piel arrugada, de
larga barba y bigote, de nariz chata y ojos del tamaño de monedas. Tiene que
hacerse pasar por un bebe para atraer
a sus víctimas, pues en su forma natural es demasiado lento, porque su
pierna derecha es mucho más corta que la otra.
Esta
deformidad le obliga a ir saltando en lugar de caminar, lo cual complica su
trabajo, pero convertirse en bebé, le ayuda a sortear tal desventaja, porque
además de lucir indefenso, le da la capacidad de flotar o volar por los aires,
para convertirse después en un pájaro negro.
Esta criatura
posiblemente esté relacionada con otro ser sobrenatural del folclore Malayo,
la Pontianak, que fue una
mujer que murió antes de dar a luz.
Tras
la colonización española de Filipinas en el siglo 16, el mito Tiyanak se
integró al cristianismo.
Afirmando entonces que el
los Tiyanak eran las almas de los niños que murieron antes de ser bautizados o
fetos abortados que regresaron de la muerte a vengarse de quienes los
privaron de la vida.
Mito de El puente del diablo
Cuenta el mito, que un día como cualquier otro, un granjero tenía su pequeña
choza cerca de un gran río, el de dedicaba a cosechar vegetales y frutas para
sobrevivir, ya que él y su familia no tenían muchas riquezas
como para vivir cómodamente. El granjero tenía
una amplia zona de tierra, en donde cultivaba todos los alimentos y así siguió por
un largo periodo de tiempo. Sin embargo, llegó un momento en que la necesidad
era tanta que comenzó a buscar un pedazo de tierra fértil, pero
del lado en el que estaba su choza, el terreno era muy árido y estaba en mal
estado.
Decidió probar del
otro lado del río, pero para eso tuvo que enfrentar una fuerte corriente y unas
aguas profundas que por poco le cuesta la vida. Cuando por fin llegó a la
orilla, comenzó a investigar y por suerte encontró un pequeño
terreno, en el cual empezó a cultivar los vegetales y frutas. Día
tras día, el granjero cruzaba el río, que por cierto, era sumamente cansado,
hasta que llegó un momento que ya no siguió más.
Se paró a
la orilla del río y con una voz débil dijo «Ojala y alguien se atreva
a construir un puente,
pagaría hasta con mi alma si eso sucediera», en ese instante de la nada
apareció un hombre que le
dijo al granjero «He escuchado tu llamado y estoy dispuesto a construir el
puente que tanto anhelas pero con una condición, si lo termino antes del
amanecer tu alma será mía». El granjero un poco confundido y con la seria
expresión del hombre, acepto.
Inmediatamente el
hombre no perdió tiempo y comenzó a construir el puente.
Preocupado el hombre porque al amanecer le podría suceder, le cuenta a su
esposa todo lo sucedido. Ella, al saber el grave problema en que se había
metido y dejando de lado las creencias de que si podría o no ser verdad que
aquel hombre se llevaría el alma de
su esposo, comenzó a vigilarlo.
Poco tiempo antes
de que acabara el plazo que habían pactado el hombre y el granjero, y al ver lo
poco que faltaba para terminar el puente, la esposa comienza a despertar a toda
la familia como si fuera de día, quienes comenzaron a hacer sus actividades
diarias.
En ese momento en
un abrir y cerrar los ojos, el hombre había desaparecido, quedando el puente
incompleto.
Desde ese día, muchos dicen que aquel hombre
misterioso se trataba del diablo y que
solo el, puede terminar de construir el puente, ya que muchas otras
personas han tratado de hacerlo pero inexplicablemente fracasaron.
El convento de
monjas
Este mito de
terror nos cuenta que hace ya bastante tiempo, en una ciudad de la que no
se sabe su nombre, los pobladores construyeron un gran edificio que tenía
como finalidad, ser un convento de
monjas. Construcción que fue financiada por los mismos sacerdotes
que ahí predicaban. Durante varios años después de que el convento abriera sus
puertas, se recluto a centenares de monjas, huéspedes que iban de paso y
personas huérfanas a las que
les ofrecían una cálida estadía, comida y mucha atención
para tener una vida feliz.
El edificio funcionaba como un
convento y a la vez una escuela, en donde las monjas enseñaban diferentes
talleres de costura, cocina, lectura, danza y pintura. Nada parecía fuera de lo
normal hasta que un día, las personas que acudían al albergue a pedir ayuda y
permanecer en el refugio por un largo periodo, no se les volvía a ver.
Era como una historia de
terror, en donde los infortunados que entraban por la puerta
principal del convento de monjas, no salían jamás.
El edificio se deterioró rápidamente
y para evitar una tragedia de un derrumbe, el convento junto con el
personal que ahí habitaba, fue transferido a otro lugar porque no había un
terreno en venta a las cercanías tan grande como
para construir otro, la situación económica en ese momento no era la
mejor como para solventar gastos de esa magnitud.
Pasaron los años y un grupo de
historiadores decidieron re modelar el edificio
que prácticamente estaba en muy mal estado. Comenzaron por reconstruir
la fachada, luego se centraron en la estructura interna.
Pero cuál fue su sorpresa para los constructores que estaban a
cargo de la obra, que en uno de las habitaciones del convento, había
un pasadizo secreto por una de las paredes que conducía a un cuarto
más pequeño, en donde había una osamenta huesos
humanos, de los que
algunos se dicen que eran de las personas que desaparecían misteriosamente
dentro del convento.
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