Poemas "Lunas negras" "1,2,3"

1,2,3

Pasos ahorcados, consumir el tiempo, desborde, vacío, sonrisas falsas mientras sangramos por dentro, la oscuridad grita o alguien grita desde las sombras, infancia muerta, infancia negra, amarillo, uno dos tres, que más da, cazaré mi sangre, ¿cómo no me arranco de esta silla hasta llegar a los brazos de aquel que piensa en mi pero mata mi dulzura? ¿Por qué no me arranco el corazón para luego persignarme con mi sangre y renacer en mi deliro? La muerte tiene todos mis números, yo lloré y le dije a mi ira que se quede escondida como una idiota, si quieres estrangular la poca inocencia ¿ qué puedo yo hacer? no ser nunca más una niña enamorada, dejar al amor detenido en el tiempo, si quieres frenar la llegada de mis manos llenas de ternura ya no puedo hacer más nada, todos contra mí y yo contra todos, uno dos tres, amarillo, no sé nada de la luz, solo sé de los mágicos sonidos del silencio, mis ojos trozos de nada, luto, llevar un luto, el luto en mi razón, no sé, que más da, uno dos tres, mi soledad se viste de amarillo y me habla, cuerpos desnudos en la noche y yo escribiendo estas palabras inocentes.

Lunas negras

La inmensa soledad de una noche y la luna oscura, dibujaban en el agua sin reflejo figuras deformes de quienes fuimos, te he pensado tanto, siempre te pienso, he escuchado tu grito agonizante, y el sonido de tus lágrimas volando en el suelo etéreo, cuando no tenias ojos, ni boca, y tu voz estaba atada, cuando tu rostro era confuso, he mirado muchas lunas negras mientras me preocupaba no saber más nunca de ti, ellas gritaban tu nombre, te he buscado en sueños ajenos a los míos, se sentía la inquietud de la luna sin ningún rostro, todas mis lunas ocultaban tu silencio, he escuchado los poemas del tiempo, solo para seguir presa de tus sueños. he dejado que mi silencio te vea, para que un trozo de mi alma te sonría pero siento a veces que no te llega, he dejado mi vida en una pausa, estas en mi cada instante al filo de mis venas, aún cuando me siento sin rumbos, cuando llueve el destino, cuando la oscuridad penetra cada rincón de mi alma, te recuerdo, ¡Siempre te recuerdo!, a pesar de la tristeza y de las sombras que me persiguen, a pesar de la muerte latente en cada uno de mis pasos, a pesar que el mar no descansa, a pesar de todo, siempre te recuerdo, he recorrido el velo de tu misterio, he dejado que penetres cada nervio de mi cuerpo, nunca pude reconocer los sonidos del bosque porque solo escucho tus gemidos y los guardianes de la noche, que nos dan la muerte y la resurrección.
Igual que en mis sueños pasados, mis manos recorren tus límites, igual tus labios que me recorren, ¡Nunca desaparezcas, por favor! Tengo tanto para decirte, tengo tantos sueños que contarte, tengo tanto amor dentro mío, que la ecuaciones en el horizonte no tiene respuestas, que las palabras no sirven, ni tampoco el alfabeto griego, para decirte “Te amo” ¿Llegan a tu corazón, a tu piel, a ti mis poemas muertos? Los demás no valen la pena, nada vale la pena sin ti, ¿Sabes por qué? Porque por tu amor destruyo el universo entero, y formo otro universo en tus ojos, al verte, oficio de silencio en palabras, recitándole a la luna oscura, eso es el destino de un poeta, Pronto volveré a estar contigo, y no olvidarás lo que pasará, por más que se pasen los tiempos, pronto quizás me vistan con mis restos y llenen la boca de flores muertas y te susurre mientras duermes poemas de amor, que hablaran de este amor, mientras pasen muchas las lunas negras.