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jueves, 20 de enero de 2022

John Polidori Y Lord Byron “El origen del vampiro romántico”



Un vampiro es, según el folclore de varios países, una criatura que se alimenta de la esencia vital de otros seres vivos, bebiendo su sangre para así mantenerse activo. En algunas culturas orientales y americanas aborígenes, esta superstición es una deidad demoníaca o un dios menor que forma parte del panteón siniestro en sus mitologías.

En la cultura europea y occidental, así como en la cultura global contemporánea, el prototipo de vampiro más popular es el de origen eslavo, un ser humano convertido que después de morir se convierte en un depredador chupa la sangre de otros humanos.

Es probable que el mito del vampiro en el folclore de muchas culturas desde tiempos inmemoriales, provenga inicialmente de la necesidad de personificar la "sombra", uno de los arquetipos primordiales en el inconsciente colectivo, según la conceptualización de Carl Gustav Jung, y que representa los instintos o impulsos humanos reprimidos más primitivos. Así, sería la encarnación del mal como entidad y una representación del lado salvaje del hombre o de su instinto bestial, latente en su sistema límbico y en conflicto permanente con las normas sociales y religiosas.


Aun así, el mito tal como es conocido en nuestros días proviene, además del citado temor a los bajos instintos, de una compleja combinación de varias supersticiones, entre las que se incluyen las creencias sobre la sangre (a la que se atribuye el ser fuente de poder o vehículo del alma); el temor a la depredación, a la enfermedad y a la muerte (de la cual la expresión más palpable es el cadáver), así como fascinación temerosa por la inmortalidad y el instinto de supervivencia.

Algunos estudiosos sugieren que el mito del vampiro, sobre todo el que se popularizó en Europa después del siglo XVII, se debe en parte a la necesidad de explicar, en un contexto de pánico colectivo, las epidemias causadas por enfermedades reales que asolaron Europa, antes de que la ciencia lograra explicarlas racionalmente.

Durante el pánico que generaban los vampiros en Nueva Inglaterra, los vampiros encontraron un nuevo papel en libros europeos como El Vampiro (1819), Carmilla (1871-72) y Drácula (1897), así como en obras teatrales de temática vampírica. Aunque inspirados en leyendas folclóricas y pánicos pasados, estos vampiros aristocráticos y sensuales se parecían más a los vampiros que conocemos en la actualidad. Pero como surgió el primer vampiro romántico en la literatura. El origen del vampiro sensual y romántico nació de la pluma de John William Polidori, tras haber trabajado para Lord Byron.




John William Polidori nació el 7 de septiembre de 1795 en Londres. Creció rodeado de literatura y siempre quiso dedicarse a escribir. Su padre lo mandó con 15 años a la Universidad de Edimburgo para estudiar medicina. Se licenció con 19 años, escribiendo un estudio sobre sonambulismo, pero no podía ejercer como médico en Londres hasta cumplir 26 años. Recibió la oferta de convertirse en el médico personal de Lord Byron en su viaje a Italia, que aceptó a pesar de que su padre estaba en contra. Durante el viaje escribió un diario, y sufrió las burlas públicas de Byron por sus escritos. Lord Byron fue muy propenso a las enfermedades y fue otra de las causas de sus depresiones, aunque esto no lo alejaba de los excesos.

Lord Byron, George Gordon Byron (Londres, 22 de enero de 1788-Mesolongi, 19 de abril de 1824), conocido como lord Byron, fue un poeta del movimiento del romanticismo británico, considerado por algunos uno de los mayores poetas en la lengua inglesa y antecedente de la figura del poeta maldito. Debido a su talento poético, su personalidad, su atractivo físico y su vida de escándalos, fue una celebridad de su época. Fue sexto barón de Byron. Así se inició el periodo más intenso en la vida del pobre Polidori como lo llamaba Mary Shelley, pero también el más desgraciado, de la corta biografía de John Polidori. Este llevó durante el trayecto por Europa un diario donde iba recogiendo todas las incidencias del viaje. Algunas entradas del diario reflejan la vida bastante burguesa de la pareja de ingleses, aunque no se vislumbra una relación muy cercana, íntima, de verdaderos amigos entre el poeta y el médico. De hecho, otros testigos dan fe de que, tras el acercamiento inicial, Byron se burlaba abiertamente de su joven médico, de su capacidad como profesional de la medicina, pero, sobre todo, de sus intentos por emular al insigne poeta y criticó públicamente las piezas de teatro que Polidori escribió.

Instalados durante una temporada en Suiza, en Ginebra, después de la erupción del volcán Tambora en indonesia, en lo que se conoció como el año sin verano, el 17 de junio de 1816, En una tormentosa noche de verano, tuvo lugar el famoso incidente que propició el nacimiento de una de las novelas de terror más aclamadas de la literatura universal, Frankenstein, de Mary Shelley. En el verano de ese año, Byron y Polidori recibieron al poeta Percy Shelley a su futura esposa, Mary Wollstonecraft Godwin, y su hermanastra, Claire Clairmont, amante de Lord Byron, en la Villa Diodati, la cual había sido alquilada por el Lord durante el verano. Tras lecturas de libros de fantasmas, Byron propuso que cada uno de ellos escribiera una novela terrorífica dignas de aquella noche lúgubre. Si bien Shelley y Byron alcanzaron apenas a realizar simples esbozos de historias, Mary Shelley y el pobre Polidori, como solían llamarlo Byron y la misma Mary, consiguieron finalizar sus respectivos proyectos, iniciados en esa noche, aunque publicados más tarde. La desgracia de John Polidori es que su obra, Ernestus Berchtold o el moderno Edipo, queda bastante ensombrecida por la de Mary Shelley, Frankenstein o el moderno Prometeo.

Inspirados ambos en la personalidad de Byron, Mary Shelley escribió Frankenstein y Polidori su relato El Vampiro. En su estancia suiza Byron redactó El prisionero de Chillón, El himno a la belleza intelectual, El sueño y Estancias a Augusta. El vampiro, publicado sin su consentimiento en 1819, y que todos atribuyeron a Lord Byron, en la edición del 1 de abril de 1819 de la revista The New Monthly Magazine La historia estaba claramente basada en la personalidad de Byron, y el personaje de Lord Ruthven fijó la imagen que se tiene del vampiro gótico. El vampiro (The Vampyre) es un relato escrito por John William Polidori, el creador del género del vampiro romántico.​

Finalmente, Polidori y Byron se enemistarían, despidiendo éste a su médico. Polidori se dedicó entonces a viajar, siendo detenido en Milán. Lord Byron le ayudó para que recuperase la libertad.



Regresó a Inglaterra en 1821 y se encontró con la sorpresa de que un relato suyo, El vampiro (The Vampyre, 1819), había tenido un gran éxito. Pero su autoría era atribuida popularmente a Lord Byron y no a él, a pesar de que el poeta negaba ser el autor. Esta obra suya inauguró una moda y también una estética, la del aristócrata decadente, pero seductor, que debe saciar su sed de sangre. La misma figura del vampiro está inspirada en Lord Byron, hasta el punto que el personaje lleva por nombre Lord Ruthven, que era el apodo que una amante de Byron le puso y quizás el motivo de la confusión sobre la autoría del relato.

Bram Stoker, Sheridan Le Fanu, R. L. Stevenson y más modernamente Anne Rice bebieron de esta fuente para concebir a sus criaturas, y aunque es la única contribución a la literatura de su autor, bastó para hacerlo entrar en la historia por la puerta grande. Polidori también recibió influencias de una larga tradición, empezando por las supersticiones populares, el folklore, la poesía e incluso la música

Polidori se tomó tan en serio este relato que para documentarse leyó un libro de Agustín Dom Calmet titulado Tratado sobre los vampiros (Traité sur les apparitions des esprits et sur les vampires, 1746) Estos personajes ya eran populares por aquel entonces, y formaban parte de las creencias de numerosos pueblos.

El Vampiro influyó en muchos autores posteriores, convirtiéndose en un subgénero: Carmilla de Sheridan Le Fanu, El vampiro y La hermosa vampirizada de Alejandro Dumas, Olalla de Stevenson, El vampiro de Baudelaire, Berenice de Poe, La Familia de Vourdalak de Tolstoi y especialmente la famosa novela Drácula de Bram Stoker.

No se sabe a ciencia cierta por qué la relación entre Byron y Polidori se resquebrajó y terminó por disolverse. Se presume que Byron no quiso contarlo más entre sus allegados. Polidori publicó algunos poemas que pasaron sin pena ni gloria (como La caída de los ángeles, poema ambicioso) y sólo su relato El vampiro, publicado en principio sin su autorización ni conocimiento, logró el aplauso del público, tras cierto escándalo originado por la adjudicación de su autoría, finalmente recupera su autoría, pero es considerado como un plagio. En 1821, con tan solo 25 años, Sin saber cómo orientar su vida, y viendo que sus mejores obras se atribuían a Byron, Polidori entró en un periodo de decadencia personal que le sumió en una profunda depresión. Finalmente decidió poner fin a su vida en 1821 y para ello ingirió ácido prúsico. Éste es un veneno que fue inventado por el alquimista Konrad Dippel, que sirvió a Mary Shelley como fuente de inspiración para crear al doctor Frankenstein. La familia, para evitar el escándalo, borró todas las pruebas del suicidio.

El 19 de abril de 1824 a los 36 años muere Lord Byron, los médicos para tratarlo tras un ataque de epilepsia, le realizan sangrías, después de que le realizaran sangrías, testigos afirmaron que los médicos le quitaron 2 litros de sangre.



El Vampiro, Protagonizado por Lord Ruthven, un aristocrático, sofisticado, misterioso y frío bebedor de sangre que resulta encantador para las mujeres de los círculos más selectos, es una obra con uno de los personajes más fascinantes de la ficción literaria que da origen al vampiro romántico, empieza un viaje junto a un joven iluso e infantil por Europa, Aubrey. Curiosamente Polidori nombró a su vampiro con el nombre que le dio Caroline Lamb, antigua amante de Byron, a su personaje basado en Byron en su obra “ Glenarvon”.

Lord Ruthven se presenta como un ser frío y distante que atrae a las mujeres y no tiene ningún pudor en vivir una vida llena de excesos.

Aubrey. Es el típico joven de la época, con la cabeza llena de pajaritos, que se cree más que el resto porque no cree en vampiros. Cuando tiene a uno delante; cuando van contándole historias sobre vampiros va dándose cuenta que todas ellas tienen bastante en común con la persona que cree conocer. Pero pese a todo sigue sin creer hasta que no llega la prueba evidente.

El vampiro es el primer relato en donde la figura del vampiro abandona la imagen de un ser horrible, para convertirse en una persona pública, seductora, aristocrática, que se rodea de humanos y los encanta con una personalidad avasalladora. El relato trata de exponer la fuerza del mito que hace que la gente común no crea en los vampiros, de ahí que el protagonista, Lord Ruthven, se aproveche de esta situación para cometer sus actos sanguinarios. Otra de las armas de Ruthven es su gran capacidad de seducción y su efectividad como lo que es, un vampiro, que destaca en el cruel final de este relato con el que Polidori transformó el personaje de vampiro del folclore en una personalidad aristocrática, causando gran impacto en la sociedad de la época. Tuvo una vida plagada de fracasos tras la sombra de un grande como Byron y con 25 años se suicidó. No sin antes dejarnos escrito una maravillosa historia, la cual lo ha eclipsado con el paso de los años e inspirado a grandes obras de la literatura vampírica.

Cronología vampírica


1190 Walter Map: De Nagis Curialium.

1196 William de Newburgh: Chronicles.

1610 Leo Allatius: De Graecorum hodie quirundam opinationabus.

1679 Phillip Rohr: De Masticatione Mortuorum.

1744 Cardenal Giuseppe Davanzati: Dissertazione sopre I Vampiri.

1746 Dom Augustin Calmet: Dissertations sur les Apparitions des Anges des Demons et des Espits, et sur les revenants, et Vampires de Hundrie, de boheme, de Moravic, et de Silesie.

Hasta esta fecha han dominado las supersticiones y los libros contra la brujería, pero a partir de esta época empieza a predominar la literatura como ficción que, conforme muere la creencia en los vampiros, pretende substituir esa creencia con una ficción que preserve la emoción de lo numinoso y lo terrorífico.

1747 Goethe: La novia de Corinto.

1800 Coleridge: Christabel.

1800 Silvestro de Palma: I Vampiri (ópera estrenada en la Scala de Milán).

1801 Robert Southey: Thalaba.

1810 John Stagg: El Vampiro.

1821 Polidori: El vampiro.

1847 Tolstoi: La Familia del Vourdalak.

1872 Le Fanu: Carmilla.

1887 Stevenson: Olalla.

1897 Stoker: Drácula.

Muestra del interés que despertaba el tema, y de la credulidad que aún manifestaba mucha gente, es el fenómeno conocido como la controversia sobre el vampirismo del siglo XVIII, el cual se extendió durante una generación. El problema se vio agravado por las denuncias desde las aldeas de los considerados como ataques de vampiros, fruto de la superstición presente en las comunidades rurales. Se llegó a desenterrar los cadáveres para atravesarlos con estacas de madera. Aunque muchos sabios declararon que los vampiros no existían, y atribuyeron los hechos a la inhumación prematura o la enfermedad de la rabia, la superstición y la histeria colectiva aumentaba. Don Agustín Calmet, un teólogo francés muy respetado y erudito, escribió un ensayo en 1746, en el que se mantuvo ambiguo, cuando no favorable, acerca de la existencia de los vampiros. Calmet recogió testimonios de los accidentes que involucraban vampiros; muchos lectores, incluyendo a Voltaire, criticaron al sabio por considerar que avalaba la existencia de estos seres sobrenaturales. A raíz de la obra del reputado Calmet, Voltaire escribió en su Diccionario filosófico.

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