Existen cientos de historias de terror, amamos el terror, y aunque
muchos creen que las que más asustan sola las historias largas hay cuentos y
relatos cortos llamados micro cuentos o micro relatos que logran congelarte la
sangre y nos provocan encender las luces para dormir y cerrar las puertas con
llave, muchas de estas historias son basadas en hechos reales, a continuación
te cuento los más escalofriantes cuentos cortos de terror…
Debajo de la cama
Eran las tres de la mañana cuando mi hijo me despertó, hacía dos noches
que no me dejaba dormir, me decía que había algo debajo d su cama, entonces
caminábamos hasta su cuarto encendíamos la luz y lo recostaba diciéndole que
era solo una pesadilla, pero aquella noche cuando cerré la puerta gire para
verlo y vi una sombra rápida meterse debajo de su cama, primero pensé que era
algún efecto del ojo, muchas veces nos parece ver cosa a nuestro alrededor y no
le damos importancia alguna, mi niño comenzó a llorar y temblar, entonces para
dejarlo tranquilo me incliné y miré bajo la cama, ahí lo vi era una extraña
criatura de grandes colmillos que jaló hacía debajo de la cama.
El llanto de bebe
Otra noche más de llantos, mi bebe lleva siente días en casa, esto de
ser padre primerizo es bastante estresante, escuché que aquella hermosa voz
femenina cantaba una dulce canción de cuna, entonces volví a cerrar los ojos
para seguir durmiendo, mi esposa estaba asistiendo a nuestro bebe, seguí
durmiendo mientras se escuchaba como ella tarareaba aquella dulce canción, a
los pocos minutos el bebe dejó de llorar, sentí que alguien estaba acostado
junto a mí y ponía su mano sobre mi espalda, el terror se poseyó, de un salto me
incorporé en la cama, encendí el velador, y vi a mi esposa, le dije que acaba
de escucharla cantándole al bebe no entendía como hizo para volver a la cama
tan rápidamente, lo extraño era que se notaba que la desperté cuando salté de
la cama, entonces ambos gritamos y corrimos a la habitación del bebe, la cuna
estaba vacía y las cortinas eran mecidas por el viento, la ventana estaba
abierta, aquella dulce canción de cuna no la cantaba mi esposa, Alguien se había llevado a nuestro niño.
"En el Chat"
Eran las 3 am, de una noche de verano, llovía, las cortinas de su alcoba
eran mecidas por el viento, con la luz del monitor como única compañía, Sara se
dispuso a chatear con alguien puesto que se sentía sola, sus padres estaban de
vacaciones, de repente alguien escribió en su Chat
- Hola Sara te sientes sola, puedo hacerte compañía...
la chica sonrió y respondió
- Si ¿Desde que lugar del mundo me escribes?
- Mira por tu ventana! Escribió él.
La chica aterrada se puso de pie, un relámpago estallo iluminando a un
hombre parado frente a la ventana, en una mano tenia un teléfono celular y en
la otra un cuchillo de caza, Sara Grito tan fuerte como pudo al verlo ingresar
riéndose extrañamente.
“En la madrugada”
El timbre de la calle me despertó, miré el reloj en la pared, eran las 4
de la madrugada ¿Quién podría llamar a esta hora? Baje lentamente las
escaleras, a esta edad tan entrada uno pierde un poco la movilidad, me dolían
las rodillas desde hacia días, note que la puerta se sacudía un poco, ahora
golpeaban con los puños desesperadamente, eso me asusto, entonces me pare junto
a la puerta,
-
¿Quién es? Pregunté
-
Abran por favor es urgente.- Me respondió una voz femenina, se presentía angustiada. No supe
bien que hacer, seguramente era alguna mujer a la que perseguían o querían
robar, la calle esta cada vez más peligrosa, pensé que si la dejaba entrar para
que se resguardara podrían ingresar a mi casa también. Entonces intente llamar
al 911 pero el teléfono no tenía línea, mientras tanto la voz del otro lado de
la puerta repetía ahora gritando con desesperación – Abra señora, abra la
puerta. Di vuelta la llave y exclamé, -¡Entre rápido!
Era una mujer joven de cabello largo, llevaba puesto lo que parecía un
vestido de luto,
-
¿Qué le ocurrió señorita? Le pregunté
-
Debo decirle algo muy importante Antonia. - Dijo ella
con su rostro ya apacible.
-
¿Cómo sabe usted mi nombre? No la conozco.- Le dije.
La mujer sonrió, es que no se da cuenta, es su hora vine a buscarla, respondió
ella, su risa inundó de terror el fondo de mi alma, entonces subí las escaleras
mirándola de a ratos, cuando llegue a mi habitación vi mi cuerpo a un costado
de la cama.
La dentista
Luz acaba de separarse de su novio, porque se había enamorado de otro
hombre, Cesar quedó destrozado por la ruptura y la infidelidad de su novia, pero
lo acepto y se mudo de casa. Luz se lavo los dientes y uso el hilo dental, sonrío mirándose al espejo felizmente, se fue
a dormir estaba muy cansada después de una larga jornada de trabajo en el
hospital dental, ella era dentista y mejorar sonrisas era su gran don, cuando
estaba por a punto de entrar en el país de los sueños, le pareció escuchar
ruidos en la casa, se levantó entre dormida y despierta y revisó todo, pero no había nada extraño, puso llave a la
puerta y volvió a la cama, entonces al fin se entró en un profundo sueño.
Cuando se despertó le dolía la cabeza y tenía mucha sed, fue al baño, cuando se
miró al espejo notó que su boca estaba muy hinchada se sentía realmente mal como
si estuviera de resaca algo confundida abrió el grifo y en el lavatorio encontró una gran cantidad de
dientes, su visión estaba borrosa no comprendía bien lo que estaba sucediendo,
entonces abrió la boca pues le dolía y sentía un sabor a sangre, notó que alguien le había arrancado todos los
dientes, en el espejo encontró una nota que decía – “Esta es tu nueva sonrisa
con amor Cesar”
El sótano
Elizabeth estaba trabajando en la remodelación de la vieja casa de su
abuela, como los obreros trabajaban decidió improvisarse una habitación en el
sótano de la casa, el cual estaba lleno de cajas y cosas viejas que debían ser
tiradas, a su abuela le gustaba juntar revistas y cosas que no sirven de nada,
como había alquilado su departamento se quedaba en aquella vieja y húmeda casa
mientras se trabajaba, Elizabeth se despertó algo mareada, había dormido más de
12 horas, le picaba el cuello, notó que tenía dos puntos rojos, parecían
ronchas de alguna picadura, pensó que quizás en el sótano había pulgas o algo
que la había picado, entonces comenzó a mover muebles viejos y tirar basura,
cansada se fue a dormir, a media noche una terrible comezón en todo su cuerpo
la despertó, el ardor era insoportable, le picaba todo el cuerpo, extendió la
mano en la oscuridad para encender el velador, cuando al fin lo logró, vio que
su cama estaba repleta de arañas que habían picado durante toda la noche,
alrededor las cucarachas volaban y se posaban sobre su cabello, quedó
petrificada dura del susto por un instante, intentó levantarse pero más cada
vez que se movían sentía una nueva picadura en su cuerpo.
“El último vagón”
Era una fría noche de invierno, sentado en el último vagón del tren a
altas horas de la madrugada, leía para no dormirme, después de 48 horas
trabajando en la guardia del hospital estaba exhausto, en la siguiente estación
subió una chica, tenía un cuerpo perfecto, me miraba de reojo, parecía ser
hermosa pero no lograba verle bien el rostro, quizás era un poco joven para mí,
pasaron varias estaciones y nadie más subió al tren, la chica me sonrió, su
cabello cubría la mitad de su rostro, entonces pensé ¿Porque perder una
oportunidad de tener sexo? Después de todo ella me miraba, me sonría, me
provocaba cruzando sus delgadas y arqueadas piernas cada tanto, seguramente
esperaba que yo me acerque y entable una conversación, para terminar revolcados
en mi lecho, ¡Sí! Pensé ella quiere un poco de diversión, me levante, y fui
hasta ella, quien inclinó la cabeza como sintiendo vergüenza, - ¿Cuál es tu
nombre? Le pregunté. Ella solo se reía en un tono muy bajo, como entre dientes,
entonces me tomé el atrevimiento de correr su cabello para poder ver bien su
hermoso rostro, sus ojos cristalinos se clavaron en los míos, dio un salto
sobre mí echándome al suelo, le basto un solo golpe para dejarme inmóvil y así
poder clavar sus colmillos en mi cuello.
Los amantes
Dos
poetas sentados frente al silencio del mundo, la mudez del arte de leer, la voz
interior susurrándoles poesías y rimas que a nadie le importa en este mundo tan
globalizado y sucio, donde se están perdiendo los códigos, ellos tomados de las
manos, palidezco al imaginarlo, ellos dos, tan enamorados de sus sombras, muy
tiernos, muy íntimos, muy solos, se besan con total pasión y amor, en un cuarto
en penumbras, mirando la ventana abierta a la luna contemplando las
estrellas... La humanidad daría cualquier cosa por ver aquella escena de amor
incondicional y puro, Gesticulan un texto que al caer produce miedo, desnudez,
admiración... No por el amor proferido entre estas almas que parecen haber
nacido para estar juntas, sino porque ella salvajemente arranca el corazón de
su victima para conservar ese perfecto instante de amor, sin el desgaste
diario, sin el olvido, así se congelo para siempre este momento perfecto de
amor eterno, sonríe y suspira felizmente cuando observa el corazón en su mano.
“Eleonora una leyenda”
Eleonora fue otra victima del
amor; su cansado corazón dejó de latir al descubrir a su amado esposo siéndole
infiel con su propia hermana, dos semanas después de su muerte la mujer despertó en su tumba
sedienta de venganza añorando su carne caliente, sólo la ira la dominaba, su
cuerpo resucito pero su corazón no latía, entonces Eleonora cobró venganza
asesinando a su hermana arrancándole el corazón frente a su esposo el cual lo
devoró, fue entonces que Eleonora descubrió que sólo comiendo corazones
infieles, lograba hacer latir el suyo durante 5 segundos luego su corazón
volvía a morir lentamente, todas las noches Eleonora visitaba a su esposo,
susurrándole que le devolviera su corazón quebrado por amor, lo torturó noche
tras noche desde 1936 hasta que el al fin murió, cuenta la leyenda que el
cuerpo de Eleonora aún camina entre nosotros, sintiendo su corazón quebrado por
amor, y buscando la manera de hacerlo latir en su pecho. Eleonora puede
detectar aquellos corazones que fueron infieles o traicioneros, todas las
noches sale de su tumba sedienta y hambrienta camina hasta que salen los
primeros rayos de sol, y cuando encuentra un corazón infiel entonces lo arranca
salvajemente de su pecho, con sus propias manos y lo devora para calmar su sed
de venganza y para poder sentir su
corazón volver a latir durante 5 segundos.
“La pianista”
Caía el ocaso, aquel anochecer se percibía distinto, quizás era por la
neblina, o porque la luna estaba ausente en el cielo, Andrés se preparo una
taza de café, se sentó junto a la ventana a leer, la casa se sentía tan
silenciosa, sobre todo a esa hora del día, su difunta esposa había sido
pianista y solía tocar largas piezas todos los días justo a las 8 pm , Andrés un
año atrás había asesinado con arsénico a su mujer por dinero, ella misma se
sirvió el veneno que estaba hábilmente mezclado en una azucarera de porcelana,
la mujer endulzó su té de manzana y esa misma noche murió, jamás lo
descubrieron y pensó salirse con la suya, el reloj marco las 8 pm y en la casa
comenzó a oírse una bella melodía, aterrado al escucharla dejó caer la taza ya
vacía, camino con pasos temblorosos hasta donde estaba el piano de su esposa,
sus teclas sonaban solas, Andres comenzó a sentir fuertes dolores de estómago,
sin darse cuenta había usado la misma azucarera que tenia arsénico en su
interior, no comprendió como pudo sucederle esto ya que él la había arrojado a
la basura un año atrás.
Con estos micro cuentos de terror nos damos cuenta que no se necesitan
historias muy largas para asustarnos o perturbarnos el sueño, el miedo nace
porque le tenemos miedo a los desconocido, los miedos viven dentro nuestro,
pero ojos que a esos miedos puedes darle vida y podrían en este momento estar
observándote y esperando pacientemente a que te quedes dormido, el terror es un
sentimiento de pánico que no afecta a todos en diferentes grados, así que te
recomiendo que no duermas esta noche con las luces apagadas, espero les haya
aterrado estas historias tanto como a mí al escribirlas, les deseo una dulces
pesadillas esta noche.
L.C.D
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