Uno de los temas que poco se tocan, o que se tocan
con poca seriedad es el tema del demonio. Esto ha hecho que, sobre todo en la
actualidad, mucha gente dude incluso de su existencia, atribuyendo el mal a
situaciones puramente psicológicas o de orden natural. La Sagrada Escritura
es consistente en afirmar la existencia de este ser espiritual, el cual, busca
por todos los medios de destruir al hombre y su felicidad. Es por ello que es
importante esta catequesis, sobre todo en este tiempo en el que se niega su
existencia o se ridiculiza su acción, con lo que se le da la gran oportunidad
de actuar desde la oscuridad… desde el anonimato. Recordemos lo que nos dice el
Catecismo de la
Iglesia Católica : «La Iglesia enseña que Satanás
primero fue un ángel bueno, creado por Dios. El diablo y los otros demonios
fueron creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí
mismos malos»
El Demonio es una criatura creada por Dios, por lo
que en su origen fue bueno. La
Escritura nos dice que su nombre era Luzbel, es decir
"luz bella". Diferentes comentaristas de todos los siglos lo
identifican como el ángel más bello, el cual debido a esa extraordinaria
belleza se llenó de soberbia y se reveló contra Dios, siendo así arrojado de su
presencia para siempre. "La Iglesia enseña que el demonio primero fue un
ángel bueno, creado por Dios como dice el Concilio de Letrán "El diablo y
los otros demonios fueron creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos
se hicieron a sí mismos malos"
Así vemos que mientras que en Dios todo es orden y unidad, en el
demonio todo es desorden y desunión; todo en él es imperfecto e indeterminado.
Es de esta manera como ejerce su acción destructiva en el hombre y en el Reino,
creando caos, desorientación y toda clase de perturbaciones que buscan
únicamente quitarle la paz y la felicidad al hombre.
Esto en principio
aparece como un bien, pero pronto se desenmascara descargando sobre su víctima
todo su odio, destruyendo su vida y todo cuanto tiene a su alrededor. Debemos
saber y recordar siempre que Satanás no tiene amigos, solo esclavos. Es tan hábil que sabe desestabilizar el alma y llevarla a
sus terrenos como son el espiritismo, curanderismo y en general la búsqueda del
conocimiento al margen de Dios, en donde fácilmente pude ir teniendo mayor
participación en su vida hasta incluso llegar a la posesión. Sobre estas
prácticas la misma Biblia nos previene
Debemos
decir a continuación, que una de las grandes trampas del demonio es llevar junto
con el afectado a otras personas a sus garras. Esto lo logra cuando en lugar de
recurrir a un sacerdote, se remite a otro brujo, con lo cual no solo se empeora
la situación del afectado sino que el demonio aprovechara de dañar incluso a
los que lo acompañan o sugieren a visita al mago o brujo.
En
los casos en que esto está ligado a objetos, estos deben ser tratados con mucho
cuidado y por alguien que sabe de esto con el fin de evitar daños mayores. El
demonio es un ser perverso y utiliza todo cuanto está a su alcance para
destruir. Como ya decíamos, las víctimas no sólo son a los que se les hace el
maleficio, sino también a quien lo procuró, pues ha entrado a tomar parte
activa en el proyecto del mismo demonio.
La forma más
grave de intervención del demonio es la posesión. En esta situación quien es
dañado por el demonio, puede padecer una serie de enfermedades físicas y
psicológicas que lo martirizan terriblemente todas ellas sin cura y sin razón
aparente. El demonio actúa desde dentro (por lo que se llama posesión) dejando
incluso muy dañada la libertad, por lo que se pueden llegar a cometer acciones
perversas por cuenta del demonio.
Hollywood
ha distorsionado grandemente lo que es en sí la posesión y el exorcismo. Estas
acciones son realmente terribles y nada tienen que ver con lo que se presenta
en televisión o en las prelículas.
Finalmente
diremos, al respecto que el Demonio usa de la "constricción (en cualquiera
de las dos formas)" sobre dos tipos de personas: Aquellas que se abandonan
a él con el pecado o con el pacto; y Aquellas que constituyen un peligro para su
reino. En los santos y en quien busca con radicalidad la santidad, el demonio
produce en ellos lo que se conoce como "obsesión", a través de la cual
busca desestabilizar su acción, hacerla ineficaz, y que finalmente desistan de
este propósito. Para ello usa de todos los medios a su alcance incluyendo la
perturbación física.
Para que el demonio pueda “perturbar” a una persona, es decir tener acceso a ella de manera directa o indirecta, es necesario, aparte del permiso de Dios, el que la misma persona se haya expuesto a lo que se conoce como “los terrenos o dominios de Satanás”. Esto se refiere a actividades en las cuales el demonio tiene una participación directa y activa. Entre ellas están: la lectura de las cartas y de la mano, la consulta de magos o adivinos, y todo lo que sea búsqueda del conocimiento al margen de Dios
La
humanidad adolescente del siglo XIX, ha hecho del progreso un ídolo. Casi
podríamos escuchar la voz burlona del Demonio: "¡Hombre! ya eres un
adulto. Eres el rector y señor del mundo. Tú posees la ciencia. Tú no tienes
necesidad de Dios y de la providencia. Con la ciencia tú podrás vencer la
pobreza, la enfermedad, la guerra e incluso hasta la misma muerte. Dios te
tenía como esclavo, pero mírate ahora hecho ya un adulto listo para la
libertad. Date pues cuenta que Dios no existe, tú puedes ahora decretar
IMPUNEMENTE, lo que tú quieras (incluida la muerte de Dios), pues tú eres ahora
el Dios DEL FUTURO.
Gentes
como Karl Marx (1818-1883), Lenin (1870-1924), Auguste Compte (1798-1857),
Charles Darwin (1798-1857), Friedrich Nietzsche (1844-1900), Sigmund Freud
(1856-1939) y Jean-Paul Sartre (1905-1980) son entre otros algunos de los que
han contribuido poderosamente a diluir e incluso a erradicar la idea de Dios en
la sociedad. Vemos hoy en día que pese a todos los esfuerzos hechos por el
hombre para vencer el hambre, la pobreza, la enfermedad y la muerte, han sido
en vano, y que incluso nunca como hoy el hombre vive en una situación de
miseria física y/o espiritual como nunca en su historia la había vivido. Y es
que el hombre al olvidar su origen y su destino ha venido a caer en el absurdo.
Vemos con tristeza que la principal industria de nuestro planeta es la
fabricación y venta de armamento. La droga se ha estructurado a un nivel
mundial y es capaz de envenenar a toda nuestra juventud. El mismo amor se ha
ido convirtiendo poco a poco, pero con paso firme, en simple erotismo, el cual
se preocupa únicamente de gozar sin concebir, o lo que es peor de concebir pero
sin generar, con lo cual se ha convertido en un instrumento de muerte. El
aborto, legalizado e impulsado, muchas veces subvencionado, es causante hoy en
día de más muertes de las que se realizaron en los campos de extermino en todo
el mundo. Todo esto no es sino el rastro que va dejando el "príncipe de
este mundo" en su afán por destruir la vida y la felicidad del hombre.
Adoro
ese tema tan recurrente en las mentes mediocres que creen en la existencia del
bien y el mal como algo a desterrar de la tierra. Me incluyo como ferviente
admiradora de todo aquel que le da batalla a quien intenta hacernos creer en la
idea de un dios bueno y un diablo malo. El infierno esta aquí y vos y yo
caminamos en el todos los días.
"La
destrucción" de Charles Boudelaire (Las flores del mal)
La destrucción
El demonio a mi lado acecha en
tentaciones;
como un aire impalpable lo siento en torno
mío;
lo respiro, lo siento quemando mis
pulmones
de un culpable deseo con que, en vano,
profío.
Toma a veces la forma, sabiendo que amo el
arte,
de la más seductora de todas las mujeres;
con pretextos y antojos que no echo a mala
parte
acostumbra mis labios a nefandos placeres.
Cada vez más, me aleja de la dulce mirada
de Dios, dejando mi alma jadeante,
fatigada
en medio de las negras llanuras del
hastío.
Y pone ante mis ojos, llenos de
confusiones,
heridas entreabiertas, espantosas
visiones...
La destrucción preside este corazón mío.
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