Poemas de la Oscuridad

 Figuras extrañas en mi pared, flores que se abren en las sombras, recuerdos negros, poemas melancólicos, papeles escritos con sangre, ¡Mi sangre! Que escribe una carta de despedida, me despido de la luz, me quedo en la oscuridad donde descansan mis heridas, y mis lágrimas caen en silencio, mi voz en la luz y mi cuerpo en la oscuridad…

Recuerdos embriagados por tu dulce néctar, llevaras por siempre mis marcas en tu piel, prisionera de tus ojos, esclavo de mis deseos, solo veo en la oscuridad, enamorada de tu amor incierto, presa del recuerdo, clavos en mis labios, he tenido que dejar mis nombres en la nada...como una equilibrista en el destino al caer al vacío, he cerrado los ojos y solo te he visto a ti….

 Cada una de las palabras escritas en tu nombre, se convirtieron en piedras y las cargo en mi espalda...

El tiempo anhela más tiempo, desea silencio, extraña y sueña con su vacío infinito y la muerte se sirve una copa mientras sonríe en el tiempo perdido...

Este corazón mío late cada vez más lento, solo resta esperar para poder salir de la oscuridad ¿Quiero salir de las sombras?..¡No las sombras me protegen de mi misma!..¿Qué encuentro en ti?..Noches eternas, fría oscuridad, hechizos perdidos en el tiempo que susurran tu nombre, por eso te amo…

Vagabundo has llegado a las tierras donde reina la guerra, a las tierras desérticas, desamparadas ¿a donde vas?, hambriento el amor que ignora su destino, sigue adelante, ilusiones que salieron solas a juntar flores en los prados oscuros de recuerdos desnudos que rasgan hasta el fondo de mi pecho. ¡Pobre niña! Escondida bajo la cama del tiempo, descansa oculta, siente tanta ausencia, ¡intenta!, solo intenta reconstruir su mundo, su propios mundo desiertos de espejos rotos, camina por esos impávidos caminos buscando las tierras del silencio perfecto...

He encontrado libros prohibidos que nadie quiere leer, eres símbolos, ecuación en el horizonte en aquellas tierras donde se hacen realidad los hechizos y los sueños prohibidos, tu luz resplandece dormida en mi lecho, eres luz que forma círculos de fuego en la noche más negra, tu voz, ¡Oh tu voz es mi silencio! En tu aroma se arrancan las penas de este hondo dolor mío, si te comparo con la misma noche serías un lamento de cuervos, sería como escuchar solo lo que deseo y no los sonidos ajenos a los míos, o el grifo de la canilla que gotea en otro cuarto y perturba el sueño más bello, la luna resplandeciente sobre mi eso eres tu, y si pienso en mi otro yo, sale a navegar por aquellas aguas hostiles y te busca entre estas tierras desérticas y llena de voces que me jalan al olvido, por eso solo en la noche se podrá oír los gritos ahogados de los gatos en celo que pelean sobre los techos sin nombre y la luna con su pálida luz obliga a las sombras a escabullirse sobre los negros bosques donde observan a los pobres mortales que sueñan, sin darse cuenta de nada, mientras que nuestros cuerpos desnudas se profesan amor eterno ¡Sí! nuestro cuerpos desnudos de alma y de sueños hacen brillar una parte de la luna ¡Oh si el mundo supiera que la luna brilla! si se enterara que solo es un tiempo en que el sol y la luna pueden amarse.