La leyenda de Felicitas Guerrero
El Fantasma de Barracas
Era la mujer más
hermosa de la Argentina Y la joven más rica del país. Pero tuvo una vida
desdichada. Su padre la obligó a casarse con un hombre mayor, que ella no
quería. Enviudó, heredó una fortuna y finalmente se enamoró. Uno de sus muchos
pretendientes, despechado, le disparó un balazo por la espalda el 29 de enero
de 1872, cuando se disponía a celebrar su compromiso.
En 1872 la joven
Felicitas fue asesinada, En el lugar sus padres hicieron una iglesia donde,
lugar donde comienza su leyenda, dicen que su espíritu aparece
El
crimen fue un escándalo en la aristocracia local
La leyenda cuenta que la joven y bella Felicitas Guerrero de Alzaga se aparece vestida de blanco. Que carga con lo que queda de un viejo vestido de época, otros dicen que no: que en realidad es una túnica mortuoria, más acorde con sus desgracias. La ven llorar desconsoladamente. Felicitas Guerrero de Alzaga fue viuda joven, rica y hermosa. Pero una maldición hizo que jamás descansara en paz.
Cuentan que empezó a aparecerse en los años
1930, y que cada 30 de enero vuelve a pasearse sin remordimientos por la
iglesia que lleva su nombre y que desde siempre carga con su leyenda y su
espanto. Un templo con muchas historias, en donde nadie quiere casarse.
El fantasma, como todos los fantasmas, tiene un origen trágico, reconstruido una y otra vez, durante años; Felicitas Guerrero era preciosa, aunque desgraciada, según se dice una maldición cayó sobre ella y jamás podrá descansar en paz.
Nació como nacida como Felicia Antonia Guadalupe Guerrero y Cueto, el 26 de febrero de
1846, en Buenos Aires, capital de la provincia homónima que formaba parte de la entonces Confederación
Argentina. Fue una de las primogénitas de once
hijos del matrimonio formado desde el 11 de enero de 1845 entre el español Carlos José Guerrero y Antonia Reissig Ruano.
Alzaga era uno de los apellidos que más se repetía en los libros
de historia. El padre de Felicitas
Guerrero -Carlos José-, lo sabía bien. Su amigo Martín Gregorio de Álzaga, quien
poseía una cuantiosa fortuna.
El apellido Alzaga era uno de los que se repetía en los libros de historia.
Su abuelo, Martín, había tenido una
actuación destacada durante las invasiones inglesas y había sido fusilado en
julio de 1812 cuando el secretario Bernardino Rivadavia lo involucró en una
conspiración para derrocar al Primer Triunvirato, aunque nunca aparecieron
pruebas concretas.
Su padre pensó entonces
que era buen esposo para su hija, en aquella época era normal elegir el marido
para sus hijas, Alzaga No estaría mal, entonces, unir a Felicitas con Martín. Había
dos inconvenientes: por un lado, ella
tenía 18 años y él 50; por otro, la joven no quería saber nada con ese
matrimonio arreglado. Felicitas, tenía una
amistad con Enrique Ocampo, un joven más o menos de su edad, pero para su padre
no era un buen partido, Felicitas había implorado a sus padres que no le
concedieran su mano a Álzaga, debido a la gran diferencia de edad con su
pretendiente: eran 32 años de diferencia. Pero su padre se negó y consideró
propicia la unión, ya que su futuro esposo poseía varias extensiones de tierras
y gran riqueza. Álzaga tenía hijos,
aunque no se había casado, Martín
Gregorio de Álzaga tenia una relación de muchos años con Maria Caminos antes de
contraer nupcias con Felicitas. Con esta mujer había tenido 4 hijos, dos
varones y dos mujeres y vivían en su principal estancia: LA POSTRERA. Con Maria
Martín había convivido casi 20 años y tuvieron cuatro hijos pero él nunca
formalizó la relación. Cabe destacar que durante todo el siglo XIX los hombres
tuvieron relaciones extramatrimoniales y tuvieron hijos naturales. Cuando
Felicitas se entera de esta relación no lo toma muy bien y eso la aleja de su
esposo. Maria Caminos reclamaba constantemente parte de la fortuna que le
correspondía a sus hijos.
La joven Nada pudo hacer para evitarlo debía aceptarlo.
El
2 de junio de 1864 hubo boda. Del matrimonio entre Martín Gregorio de Álzaga y Felicitas Guerrero
nacerían dos hijos.
La pareja duró casi seis años junta. Los separó la muerte.
24 de julio de 1866 Felicitas dio a luz a
su primogénito, el primer hijo del
matrimonio, lo llamaron Félix Francisco Solano de Álzaga Guerrero, Felicitas estaba feliz, pero
la desgracia la acompañaba, a los 3
años y víctima de la epidemia de fiebre amarilla que asolaba a la ciudad en ese entonces.
Felicitas quedó embarazada otra vez, y el 1 de marzo de 1870
nació su segundo hijo, Martín de Álzaga Guerrero, el
luto cubrió a la familia otra vez en El pequeño Martín murió al nacer, por dos
veces el luto cubrió a la familia solo en 48 horas, su esposo Martín falleció
también sucumbió ante tanta desgracia. Felicitas quedó viuda y sola.
Toda una desgracias por la que debió pasar esta
joven, fallecería Martín de Álzaga,su esposo, cuando ella tenía 24 años y un
avanzado estado de embarazo que perdería al día siguiente, quedando viuda y
poseedora de una gran fortuna debido a que Álzaga la había nombrado heredera de
todos sus bienes. La
leyenda narra que a pesar de su belleza y de una fortuna incalculable, quedó
rodeada de muerte. Luego del luto, comienza a asistir a diversas fiestas de la
sociedad; era famosa no solo por su belleza, sino también por su dulzura y buen
carácter por lo que los pretendientes le sobraban.
Su belleza y su riqueza se constituían en
razones más que suficientes para ser una de las mujeres más solicitadas por
diversos pretendientes de la ciudad
de Buenos Aires, que compartían junto a ella
veladas en los salones literarios.
Felicitas, a los 24 años, se convirtió en
una viuda joven, hermosa y millonaria. Una terrateniente dueña de miles de
hectáreas en la llanura pampeana. Por supuesto, los pretendientes no
escasearon. Ya el poeta Carlos Guido Spano había sentenciado que era “la mujer
más hermosa de la República”.
Uno de los que estaba atraído por ella se
llamaba Enrique Ocampo, también de una familia porteña de renombre. Sería el
tío abuelo de la escritora Victoria Ocampo. Enrique la visitaba con la
esperanza de poder llegar a formalizar una relación, aunque Felicitas mantenía
una distancia amistosa. comenzó a tener un trato mucho más frecuente,
sumado a que Ocampo comenzara a sentirse con derecho a lanzarle frases
comprometidas, siendo una de ellas la que presagiaba el destino de la pareja Él le declaró su amor; comenzó a acosarla y
perseguirla y a Felicitas, que en un principio se había sentido atraída, ya le
estaba resultando molesta su presencia. Enrique prometió transformarse en su
sombra….
Felicitas amaba el campo. Solía pasar
temporadas en su estancia La Postrera, en el partido de Castelli, donde se
criaban ovejas. Tenía además miles de hectáreas, que iban desde el río Salado
hasta el actual partido de General Madariaga.
Pero La Postrera era su favorita. Esos
campos habían pertenecido a Ambrosio Crámer, quien había sido muerto en la
revolución de los Libres del Sud, en 1837.
que heredaría de su marido. Tenía
apenas 26 años, una de las fortunas más grandes del pais y muchos
pretendientes. Poseía 71 mil hectáreas. Maria Caminos también heredó para sus
hijos una parte de la fortuna. Con el tiempo luego de sus seis meses de luto
como era costumbre en esa época Felicitas comenzó a frecuentar algunas
reuniones de sociedad.
Una tarde, paseando con su carruaje por tierras alejadas de su estancia, la
sorprendió una tormenta que repentinamente oscureció el cielo, provocando que el cochero perdiera
su rumbo. Felicitas Guerrero, entonces, hizo detener el carruaje y de pronto un
jinete se acercó diciéndole: "Es mi estancia, que es la suya,
señora". El hombre que los había auxiliado, era el joven Samuel Sáenz
Valiente, dueño de las tierras en donde se habían extraviado. De esta forma es
que Felicitas y una pareja amiga terminaron guareciéndose en esa estancia.
Samuel, que la halagó y atendió con tal caballerosidad, provocaría que la joven
viuda se enamorara de él. un hombre
educado y refinado que había llegado de Europa hacia poco tiempo. Ella quedó
fascinada con el joven hacendado e inmediatamente nació el amor, un amor tan
grande e incontrolable que a los pocos meses los llevó a anunciar su casamiento.
Al poco tiempo, empezaría
a correr el rumor de que la joven apasionada había encargado un vestido en
París y al llegar a oídos de su frustrado pretendiente, sería de su propia boca
en donde escucharía sobre la confirmación de sus sentimientos hacia Sáenz
Valiente y su rechazo a las proposiciones del propio Ocampo. Por tanto, a los
dos meses de conocerse el 29 de enero del año siguiente, organizaría
Felicitas Guerrero una reunión de amistades en la quinta de Barracas, para
anunciar su compromiso.
El primo
de Felicitas Cristian De María también estaba enamorado de ella y en esa época
los casamientos entre primos de la elite eran frecuentes. De esa forma se
evitaba la dispersión patrimonial. Pero Felicitas ya había elegido quien
merecía su amor. Enrique Ocampo el pretendiente que no dejaba de cortejarla a
pesar de las continuas negativas de Felicitas supo que el estanciero Samuel
Sáenz Valiente, era su rival y el verdadero amor de la dama por lo tanto no
pudo contener su furia dado a que su eterno amor se le iba a escapar
nuevamente, y él no estaba dispuesto a permitirlo.
Desde ese momento comenzaría su calvario, al
sufrir el acoso del pretendiente despechado que conociera desde la adolescencia
y que la llevaría al fin de sus días en ese mismo año, aunque terminara
inmortalizándola por la tragedia ocurrida, por sus orígenes, por su fortuna,
por su hermosura y por los mitos que fueron sucediéndose con respecto
a su alma en pena, hasta el presente.
La pareja anunció su compromiso para el 29
de enero de 1872. La fiesta se haría en la casa de descanso que los Guerrero
poseían en Barracas, junto a la Calle Larga, que era el antiguo nombre de la
avenida Montes de Oca.
Tenía días agitados por delante. Estaba organizando la inauguración de un puente de hierro sobre el Río Salado, cercano a La Postrera, lo que permitiría transitar aún con crecidas. Sería un acto importante, en el mismo campo, al que concurriría el gobernador bonaerense, Emilio Castro.
Ese día, Felicitas había ido al centro a realizar unas compras. Cuando regresó, ya estaban los invitados, a los que le anunciaría su casamiento. Antes de subir a sus habitaciones a cambiarse, le avisaron que la esperaba Enrique Ocampo, para hablarle en privado. Pensó en darle cualquier excusa para evitarlo, pero finalmente asintió en verlo.
Luego de saludar a su prometido y a los invitados, se dirigió a la sala donde un atribulado Ocampo la esperaba. Felicitas no quiso que su amiga Albina la acompañase, aunque uno de sus hermanos y un primo, Demaría, aguardarían atentos detrás de una ventana.
Una vez allí y entre otros comentarios, Enrique Ocampo le preguntó directamente a Felicitas: "¿Te casás con Samuel o conmigo?", rompiendo la discreción del diálogo, por lo cual, desde otras partes de la mansión se comenzaría a escuchar una fuerte, violenta y corta discusión, en donde Ocampo sacaría un arma, Le Forcher calibre 48 de su bolsillo, Te daré una y mil veces la muerte” prometió: Enrique Ocampo, luego gritó gritando: "¡O te casás conmigo o no te casás con nadie!"
Felicitas intentó escapar de la sala, pero
recibió un tiro en la espalda y cayó desplomada. Su hermano y su primo entraron
y las versiones de lo que ocurrió difieren. Una, que Ocampo se suicidó, otra
que los dos hombres lo mataron. Aparentemente, el cuerpo de Ocampo presentaba
más de un orificio de bala. Entre varias versiones, una de ellas afirmaba que, al percatarse de la
discusión de la pareja y al oír los disparos que pusieron fin a la vida de
Felicitas, concurrieron a la habitación del hecho Cristián Demaría —primo
segundo de Felicitas, que supuestamente habría amado a esta en secreto— y su
padre. Al encontrarse con la terrible escena, habrían forcejeado con Ocampo.
También estuvo en discusión si estos mataron a propósito a Ocampo, o este
resultaría muerto por un tiro escapado accidentalmente de su propia arma
El juez Ángel Carranza dictaminó que el
hombre se había suicidado, y el caso fue cerrado.
El proyectil que había herido mortalmente a la muchacha había ingresado por
arriba de su omóplato derecho y había afectado la columna y el pulmón.
Felicitas agonizó unas horas y falleció en la madrugada del día siguiente, 30
de enero. Fue velada en la casa familiar de México 524, en el barrio de San
Telmo y enterrada en el Cementerio de la Recoleta.
Al año siguiente, Samuel Sáenz Valiente, contraería matrimonio con una hija del Gral. Urquiza: Dolores Urquiza Costa. Tuvieron siete hijos, pero este hombre se suicidó en 1930 al verse quebrado económicamente.
La ironía del destino quiso que su cortejo fúnebre coincidiera, en la entrada de la necrópolis, con el de su asesino, Ocampo.
Carlos José Guerrero y Reissig Felicitas Cueto y Montes de Oca, los padres de Felicitas, quedaron desconsolados y ordenaron la construcción de una iglesia en el lugar donde la habían matado. Tardaron siete años en erigirla. El 30 de enero de 1879 frente a la Plaza Colombia, en Barracas, abrió sus puertas la iglesia de Santa Felicitas. La iglesia Santa Felicitas es de una sola nave, con crucero y cúpula, responde al estilo ecléctico alemán, combina elementos clásicos, neo-góticos y neo-románicos, formando un conjunto de gran valor artístico. Es un testimonio único, de la arquitectura religiosa del último periodo del siglo XIX en el país, por sus cualidades compositivas y de diseño, por su unidad estilística y por la incorporación de inéditos componentes decorativos.
Estos, que habían heredado todos los bienes de Felicitas ya ésta no tenía descendientes, optaron por mandar a construir una Iglesia en el mismo lugar donde su hija había fallecido, para recordarla; la placa dice: “Capilla de Santa Felicitas. Fundada el 30 de enero de 1879 por Carlos J. Guerrero y Felicitas C. de Guerrero en memoria de su hija Felicitas G. de Alzaga”. Dato agregado por Claudio de Corrientes: “sabían que Felicitas temía una ´´nanna´´ negra que la crio y que al morir su ama enloqueció y, según la historia, fue la que primero vio el fantasma”
Aseguran que la maldición del pretendiente aún le impide descansar en paz, que el fantasma de Felicitas vive ahí y que incluso a veces la oyen llorar, asegura que hay quienes juran escuchar campanas que se agitan solas o haber sido testigos de tragedias y amores rotos, y que varias parejas evitan dar el sí en ese lugar, que actualmente custodian tenazmente decenas de gatos. Otros relatan que hubo novios y novias que se arrojaron desde su torre.
El templo tiene una estatua de Felicitas y de su esposo Martín. Y una costumbre que aún se ve de tanto en tanto es que aquellas jóvenes que quieren casarse atan un pañuelo a las rejas de la Iglesia y lo vuelven a buscar al día siguiente. Si están húmedos, significa que Felicitas ha llorado.
Pero también algunos aseguran que las rejas, en cambio, les devuelven a los amantes despechados su amor para siempre, sólo deberán ir hasta la entrada y atar un pañuelo blanco en cualquiera de sus barrotes, y pedir que el amor llegue a sus vidas o pedir que regrese el amor perdido, (aunque el cura encargado de la iglesia asegura que es frecuente encontrar ropa interior atada).
Verdad irrefutable, o no, en el barrio prefieren mantener viva la leyenda. Algunos aventuran que el cuerpo de Felicitas busca descanso eterno en el cementerio de Recoleta. Otros sostienen que está enterrado en la iglesia que, además, le da lugar al mito. Lo cierto es que cada 30 de enero, los más desdichados siguen dejando pañuelos o cintas blancas atados en sus rejas, como ofrendas de amor y sus pedidos son concedidos. No les importa lo demás: si aparecen mojados, con lágrimas de Felicitas, habrá deseos cumplidos y el amor por fin llegará. Y será para siempre.
No paso mucho tiempo para que la historia del fantasma de felicitas fuera desparramada por quienes intentaron contraer matrimonio en esta iglesia levantada donde fue el sangriento asesinato de la joven viuda, muchos afirman haberla visto cada 30 de enero fecha de su asesinato, llorando y gritando desconsoladamente detrás de las rejas de la iglesia, pidiendo ayuda o cada noche de tormenta, puede oírse el sonido de las campanas.
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ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarTengo que hacer una investigación sobre esto. ¡Está genial! Muchas gracias por compartirla, Lucila!
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ResponderEliminarme encanto y me dio mucha tristeza x que esa alma no tiene descanso x la maldicion que le isieron. un saluso
ResponderEliminarchauuu
ASPECTO DE LA IGLESIA SANTA FELICITAS DE NOCHE AL PASAR SE SIENTE UNA SENSACION EXTRAÑA CON ESOS ANGELES QUE ME ASUSTARON DE JOVEN UN DIA CAMINANDO CON UNA DOMESTICA QUE VIVIA ENFRENTE ,DANDOME UNA SENSACION DE ESCALOFRIOS PORQUE LA TRADICION DICE QUE ESTA ENTERRADA EN ESE LUGAR FELICITAS GERRERO DE ALZAGA ASESINADA POR UN PRETENDIENTE,Y SU ESPIRITU VAGA POR SUS JARDINES EN LA PUERTA QUE DABA A PINZON Y ESPAÑA ,LAS PUPILAS TE LLAMABAN Y TIRABAN CARTAS DE AMOR NOSOTROS LOS MUCHACHOS IBAMOS TODAS LAS NOCHES HASTA QUE A LAS 9 LAS MONJA CERRABAN LAS VENTANALES Y EL PORTON EPOCA DE 1958
ResponderEliminarque impresionante yo aun no conozco la iglesia voy a ir
EliminarMI HERMANA QUE CURSO EN SANTA FELICITAS EN SEGUNDO AÑO ,CONTABA QUE TENIAN MIEDO DEL ESPIRITU DE FELICITAS ,PORQUE ERA MUY LUGUBRE EL COLEGIO Y LA VERSION ENTRE LAS ALUMNAS DE QUE ESTABA ENTERRADA FELICITAS Y AL OTRO AÑO SE CAMBIO DE COLEGIO AL REPUBLICA DEL LIBANO SOBRE MONTES DE OCA Y ITUZAINGO
ResponderEliminarHola Lucila
ResponderEliminarHemos oído hablar mucho de esta Iglesia,y de su leyenda,pero te cuento que me casé allí un 14 de Noviembre del 1970,y aún estamos juntos,si deseas que te lo documente y te cuente nuestra historia estamos a tu disposición.te paso nuestro contacto.martanadal@ymail.com
Saludos Muy Buena tu Nota.
Bueno a veces las leyendas son solo eso leyendas, o a veces ciertas personas tienen algo muy fuerte y no caen en maldiciones un abrazo.
EliminarInteresante historìa, intentare no pasar por ese lugar muy noche
ResponderEliminarSaludos , Lucila desde Ebano,S.L.P.Mèx. Valentìn Ortiz Rebolloso ----E.MAIL.cigarra14ebano@hotmail.com
Buenas tardes a todos! Con respecto a la pregunta de quien es la chica de la primer foto: María García Granados y Saborío, hija del general Miguel García Granados y sobrina/nieta de María Josefa Se enamoró del poeta y prócer cubano José Martí cuando éste llegó a Guatemala en 1876, y su temprana muerte dio origen a la leyenda de La Niña de Guatemala.
ResponderEliminarCon respecto a Felicitas, su historia es hermosa, increible y muy muy triste. Les dejo un trailer de una pelicula basada en su vida. A mi me encanto... https://www.youtube.com/watch?v=WTrpILp2ncs
Hay algunos errores con respecto a esta historia. En primer lugar Felicitas estaba de novia con Enrique Ocampo antes de que apareciera Alzaga en la escena. Cuando ella se casa, Ocampo se va a España. Felicitas al enviudar le manda una carta diciendole que vuelva para poder casarse con el, el viaje tardo un año y fue ahi donde conocio a otro hombre quien mas tarde se transformo en su prometido (el la ayuda a llegar a su estancia en una noche de tormenta). Ocampo va a su casa al regresar de España y entra justo en el medio de su fiesta de compromiso; pide hablar con Felicitas y la mata. Una de las versiones cuenta que Ocampo se suicida despues de esto y la otra cuenta que su prometido o su hermana entra en el lugar en el que estaban (que creo era un jardin de invierno o algo asi) y asesina a Ocampo
ResponderEliminarPerdon..hizo una nota con la foto de otra mujer....
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